Mujeres sordas, discriminación y violencia

8 de Marzo Jornada debate en la Legislatura 

MUJERES SORDAS, DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA, ACCESIBILIDAD REAL E INCLUSIÓN PARA TODAS

Este viernes 8 de marzo, se realizó en el Recinto Legislativo, la presentación del primer material en Lenguaje de Señas Argentino sobre violencia de Género.

De la misma participaron la Psicóloga Alicia Fenoglio y la psicopedagoga Mirna Maldonado, docentes de la Escuela Especial Nº 11, “Alberto Elazar”;  la Coordinadora provincial de MUMALA, Nancy Sotelo y el Diputado Provincial, Carlos Martínez, la actividad se desarrolló en el marco de la Campaña Nacional “Ponete la camiseta contra la violencia hacia las mujeres”

El primer material en lenguaje de señas es el producto del trabajo articulado entre MUMULA y las profesionales y alumnas; el video es protagonizado por las docentes Johana Ramos y Mónica Almirón y se llevo adelante con la producción y realización del cineasta chaqueño Juan Carlos Gronda.

Luego de la presentación del material de sensibilización, se abordó la compleja problemática de la violencia de género que sufren las mujeres sordas, la gran mayoría de los casos no se conocen, no son denunciados y no se visualizan en las estadísticas, porque las mujeres sordas son invisibilizadas por la sociedad.

También se manifestaron las dificultades en el acceso de las mujeres sordas a los recursos de atención psico­social y legales, ya que la falta de  intérpretes y profesionales que manejen el lenguaje de señas es una barrera muchas veces infranqueable por parte de una victima de violencia de género sorda. Inclusive, las campañas de información y sensibilización se desarrollan escasamente por no contar con metodologías específicas. Ejemplo de ello es la insuficiente cobertura de la línea de atención 137 que no ofrece alternativas para las mujeres sordas.

La complejidad del sistema de atención y la no existencia de recursos adaptados que garanticen la seguridad de la víctima y que ofrezcan alternativas a las mujeres sordas,

“favorece el hecho de que no denuncien y permanezcan sometidas” al maltrato de sus parejas durante períodos más largos que el resto de las mujeres.

La inexistencia de intérpretes de LSA, así como el desconocimiento sobre las personas sordas en las dependencias policiales, juzgados, centros de salud, en definitiva, en el proceso de atención integral, con el fin de exponer su situación y denunciarla, hace que el “ejercicio de sus derechos disminuya en relación al resto de la ciudadanía”.