Las Juanas: Hacer visible lo invisible

ONG Las Juanas: Hacer visible lo invisible

Terminar con el delito de Trata de Personas implica un cambio cultural, a través del cual se desnaturalice la explotación sexual y cualquier sometimiento de una persona por otra.

La trata de personas es una forma de esclavitud mediante el engaño, el secuestro o la violencia, cuyos fines abarcan la explotación laboral, la extracción de órganos y la explotación sexual. Esta última, según datos aportados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), corresponde al 90% de los casos siendo las principales víctimas mujeres, adolescentes y niñas.

 

“Argentina hasta el 2006 era considerara un país de destino, hoy ya estamos hablando de un país de origen, destino y tránsito para las víctimas de las redes; la cifra que se maneja es alrededor de 500 mujeres al año que desaparecen, víctimas de la trata”, sostiene Gabriela Sosa, integrante de Las Juanas Rosario –desde donde se trabaja e investiga en torno a esta problemática-. Existe una corriente migratoria de víctimas que va en dirección norte-sur: las provincias y países limítrofes del norte argentino son áreas de reclutamiento de víctimas, quienes son “ablandadas” en centros ubicados en la zona central del país desde donde parten para ser revendinas y destinadas al sur argentino y al extranjero.

 

En este marco, nuestra provincia se ha convertido en la que más tratantes de personas tiene. “De ser proveedora de mujeres para explotación sexual, pasó a ser también lugar de explotación; en el año 2007, de 47 personas detenidas por este delito, 43 eran de Santa Fe”, aporta Gabriela y agrega que “el miedo, la falta de denuncia, la complicidad policial o ausencia de políticas públicas hacen que los casos queden silenciados favoreciendo los mecanismos que hacen que la trata siga existiendo”.

 

Uno de los temas que persigue Las Juanas es la reglamentación de la Ley 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas -aprobada en abril de 2008-, que establece, entre otras cosas, la trata de personas como un delito federal castigando de 3 a 15 años de prisión a los responsables, y también brindando asistencia y protección a las víctimas. Al respecto Gabriela afirma que “si bien para nosotras fue un importante avance su sanción, tiene algunas cuestiones para mejorar”. Entre ellas, destaca la ausencia de la figura del cliente “como un eslabón importante en esta cadena ya que sin clientes no hay trata”.

 

Otro punto para revisar -sotienen- es la diferenciación entre víctimas menores y mayores de edad, donde éstas últimas deben demostrar el no consentimiento de su parte. “La mujer se encuentra amenazada, engañada y difícilmente pueda probarlo, con lo cual consideramos que esta diferencia no debería existir”, sostiene la integrante de Las Juanas Rosario.

 

Si bien a dos años de su sanción, y gracias a ella, más de 400 víctimas pudieron ser liberadas "la reglamentación justamente posibilitaría la organización de ámbitos gubernamentales que puedan empezar a cuantificar y tomar la verdadera dimensión de esta problemática", concluye Gabriela.

 

Las Juanas Rosario realizó durante el 2009 en nuestra Universidad el Seminario “Se trata de nosotras”, como parte de una serie de actividades que permitan hacer visible el delito de la trata y también reducir el numero de victimas que caen en estas redes. Esta experiencia tienen pensado repetirla durante la segunda mital del 2010. Las Juanas es una organización que se distribuye en todo el país y además de trabajar sobre la trata de personas tiene como actividad principal el fortalecimiento y la defensa de los derechos de las mujeres en distintos ámbitos, poniendo en relieve en todas sus acciones las perspectivas de género.

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