Vivanco: Si las mujeres paramos, se detiene el mundo

Si las mujeres paramos, se detiene el mundo

Las grandes movilizaciones por #NiUnaMenos del 3 de junio de 2015 y 2016 y del Paro de Mujeres del 19 de octubre de 2016 fueron un grito unificador del conjunto de la sociedad exigiendo la intervención y el compromiso del Estado para frenar el flagelo de la violencia machista. Sin embargo la violencia contra las mujeres es noticia corriente en la Argentina, cada 30hs una mujer es asesinada por el sólo hecho de serlo, en la mayoría de los casos por hombres de su círculo íntimo (87% en el 2016).

Las políticas públicas para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres siguen ausentes, con presupuestos por demás escasos. Nuestros derechos humanos siguen sin ser garantizados, y la responsabilidad del Estado Argentino en ese sentido sigue comprometida seriamente en dicho contexto. La falta de políticas integrales fomenta la impunidad de los agresores, no terminaremos con la violencia hacia las mujeres si el Estado no interviene.

A los femicidios cometidos por hombres que nos creen de su propiedad se le suman las más de 3000 muertes de mujeres que perdieron la vida como consecuencia de la clandestinidad del aborto desde la apertura de la democracia a la actualidad, todas evitables. Sin embargo, se nos sigue negando la posibilidad de decidir sobre nuestros propios cuerpos, a pesar de que la ONU dejara en claro que la falta de legalidad de esta práctica atenta contra nuestros derechos humanos.

El no reconocimiento y la falta de valoración social y económica del trabajo que realizamos las mujeres dentro de nuestras casas constituye uno de los pilares fundamentales del Paro Internacional de Mujeres (PIM) que estaremos realizando las mujeres en mas de 50 países del mundo.

Con esta medida pretendemos hacer visible que las mujeres con nuestro trabajo sostenemos gran parte de la economía de los países que habitamos. Sin embargo, el trabajo que desarrollamos dentro del hogar (cuidado de lxs otrxs, aseo, administración de la economía del hogar, etc.) no es valorado como tal, y por lo tanto carece de reconocimiento y remuneración. En nuestra mayoría sostenemos doble y hasta triple jornada laboral, dentro y fuera de nuestras casas, esto tiene un impacto negativo en nuestra salud ya que no nos permite destinar parte de nuestro tiempo a actividades recreativas o simplemente al ocio.

Por otra parte el contexto de ajuste económico en el que estamos inmersas contribuye a un alto recrudecimiento de la violencia en general y en particular sobre nuestras vidas.

Nos toca ser protagonistas de este tiempo histórico, en el que nuestra movilización es determinante para no retroceder en las conquistas y avanzar en nuestras demandas pendientes. Las mujeres somos la vanguardia de la resistencia a las políticas antiderechos.

Somos miles en todo el mundo, las mujeres que a partir de mañana estaremos protagonizando un acontecimiento sin precedentes en la historia del movimiento feminista a escala global. La solidaridad es nuestra arma.

Raquel Vivanco
Coordinadora Nacional
Mujeres de la Matria Latinoamericana - MuMaLá