“Negar la realidad a gritos”

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“Negar la realidad a gritos”

En el día de ayer circularon declaraciones efectuadas a medios periodísticos por el Senador por el Frente para la Victoria, Aníbal Fernández, donde se refirió entre otros temas a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.

Respecto de ese tema y del proyecto que en tal sentido esta presentado en el Congreso Nacional para que se discuta su aprobación, Fernández expresó que dada la asunción en el Vaticano del Papa Francisco I, el primer Papa argentino, “el clima social en la Argentina cambió” y si “antes era difícil sacar el tema del aborto, ahora es imposible”.

En el mismo marco Aníbal Fernández reconoció que el Papa no pondrá condicionamientos para avanzar en otros debates y reformas, como las del Código Civil en relación al matrimonio u otras formas de concepción y filiación.

Cuando se refirió a esto último el Senador manifestó que no regular estas nuevas situaciones que se practican todos los días sería “negar la realidad a gritos”.

En primer lugar, repudiamos las declaraciones de Fernández en el sentido de que no existe clima social para que el debate por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo avance, y el proyecto de ley pueda ser abordado y aprobado. Por el contrario, creemos que este es un debate que la sociedad ha comenzado a darse cada vez con más fuerza, y que en todo caso resta que quienes nos gobiernan asuman un real compromiso para comenzar a dar respuesta a la necesidad de debatir y aprobar este proyecto.

La reticencia en que este tema avance, proviene precisamente de quienes deben legislar para todos y todas, en clave de protección de los derechos humanos de las mujeres, donde garantizar adecuadamente los derechos sexuales y reproductivos y el derecho a la libertad, la integridad física y la vida, es parte de los derechos que tenemos como humanas.

Le recordamos además a Aníbal Fernández que según las cifras oficiales, en la Argentina se practican al menos 500.000 abortos anualmente, y que la clandestinidad en que se llevan a cabo, consecuencia directa de la ilegalidad del mismo, lleva a 80.000 mujeres cada año a los hospitales por complicaciones en su salud.

En el mismo sentido, la inseguridad del aborto es la primer causa de mortalidad materna en la Argentina desde hace décadas, calculándose que en promedio una mujer muere en la Argentina cada dos días consecuencia de esta practica clandestina e insegura.

Desconocer esta realidad, evitando y eludiendo la discusión y la aprobación de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, también es “negar una realidad a gritos” y perpetuar cada día la negación de los derechos humanos de las mujeres.

 

Raquel Vivanco
Coordinadora Nacional MuMaLá
Mujeres de la Matria Latinamericana