[CABA] Laura González Velasco en Revista MU sobre Educación Sexual Integral y el conflicto en el Colegio Carlos Pellegrini

Educación sexual en la escuela: lo que Clarín no aprende

 

Una charla en el colegio Carlos Pellegrini fue manipulada por Clarín para desacreditar las clases de educación sexual en la escuela pública que por ley son obligatorias. Una encuesta revela la diferencia entre los derechos y la realidad.

35 alumnos del colegio Carlos Pellegrini asisten a una charla.

Los organizadores explican que los ejes del debate son aborto no punible y Ley de Educación Sexual Integral.

Clarín titula: “Una agrupación K dio una charla sobre prácticas abortivas en el Pellegrini”.

Las y los estudiantes informan que es mentira  “que forma parte de una clara operación para seguir haciendo oídos sordos”. ¿Qué no se quiere escuchar? Que recibir educación sexual es un derecho se vulnera en las escuelas.

La ley 26.150 de Educación Sexual Integral, sancionada en octubre del 2006, en su artículo 1° señala: “Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal”. La ley habla de la integralidad “que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”. Debe responder a las necesidades de los jóvenes de esta época. Ofelia Fernández, presidenta del centro de estudiantes del Carlos Pellegrini, informa: “Tenemos una demanda sobre ciertos temas y lo que hacen con esas posturas nefastas es tratar de ocultarlas”.

Hecha la ley, hecha la trampa

Según una encuesta realizada a 200 jóvenes que cursaron la escuela secundaria en vigencia de la ley en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 7 de cada 10 recibieron alguna clase de Educación Sexual Integral durante la escuela secundaria. Pero el 63% recibió menos de diez horas cátedra. El promedio es de 8 horas y media como máximo: menos de dos horas por año escolar.

Esta encuesta fue realizada por Laura González Velasco, educadora y referente de Libres del Sur, junto a MuMaLá – Mujeres de la Matria Latinoamericana,  y el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi). Sus conclusiones:

  • La carga horaria fue prácticamente simbólica.
  • La mayoría de los jóvenes no recibieron integralidad en los contenidos.
  • Las clases principalmente fueron: 95% vinculadas a funcionamiento del aparato reproductivo, el 94% recibió información sobre métodos anticonceptivos y el 92% acerca de prevención de enfermedades de trasmisión sexual.
  • El 59% declararon no haber recibido contenidos vinculados a la igualdad entre mujeres y varones.
  • El 78% dijo no haber recibido tampoco contenidos sobre el respeto a la diversidad sexual.
  • El 82% no recibió información respecto a prevención de situaciones de violencia hacia las mujeres
  • El 89% no lo hizo sobre prevención de situaciones de abuso/acoso.

Velasco precisa: “Observamos que contenidos que hacen a la integralidad de la educación sexual, que es el planteo que tiene la ley, están absolutamente relegados. Los jóvenes entre 18 y 25 años que contestaron la encuesta nos dicen en un 82% que no recibieron ningún tipo de contenidos vinculado con la prevención de la violencia contra las mujeres. Esto nos habla, por ejemplo, de qué está pasando con la prevención de la violencia en el noviazgo”

El papel de los educadores

Martha Rosenberg es psicoanalista, fundadora de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Desde 2002 trabaja en el INADI y durante 6 años coordinó el equipo de talleristas de Educación Sexual. Desde 2008 trabajó en el Programa de Sensibilización de Docentes para la Implementación No Discriminatoria de la Educación Sexual Integral. En la actualidad el programa “no se está llevando adelante, ya estaba prácticamente detenido desde antes del cambio de gestión”, explica.

Rosenberg estuvo presente el día que se presentó la encuesta. Su mirada respecto a las horas cátedras dictadas es tajante: “No es que sea inexistente la educación sexual, es inexistente la educación sexual integral tal como se entiende desde la Ley Nacional” y rescata la importancia de la integralidad “la vida sexual no es solamente una cuestión del aparato reproductivo, no es solamente la genitalidad, abarca aspectos emocionales, expresivos, cognitivos, éticos. La Educación Sexual Integral es formar ciudadanos que respeten su cuerpo y que lo cuiden y que respeten el cuerpo del otro y lo cuiden”.

Sigue Rosemberg: “Si no hay capacitación para los docentes lo que se trasmite es lo que ya hay, lo que la gente ya tiene puesto en la cabeza. Todos estamos formados en esta cultura, una cultura sexual que es machista y que privilegia la sexualidad en la medida que sea monogámica y reproductiva. El hecho que tengamos leyes que avanzan en esta situación implica que hay espacios para transformar la forma en que la gente piensa, pero hay que trabajarlo concretamente”.

 

Fuente: lavaca.org