"La Patria también es Mujer"

Muchas son las mujeres que a lo largo de los siglos han sabido colocar sus ideas y acciones -a veces invisibilizadas para quienes escribieron con plumas cargadas de tinta la historia de América Latina- al servicio de la construcción de lo que hoy llamamos Patria. Paradójicamente, poco se sabe de ellas, pues en la mayoría de los libros de historia apenas si aparecen mencionadas.

“La patria también es mujer” es un libro de caricaturas e historietas, que el grupo Las Juanas ha coordinado a través de la participación de casi treinta dibujantes del país, que hicieron visibles los rostros de mujeres incas y mapuches: Juana Azurduy, la “Chacha” Peñaloza, Violeta Parra y las soldaderas zapatistas, entre tantas otras. La publicación fue presentada el 27 de mayo, en Buenos Aires. En nuestra provincia, se hará lo propio a fines de junio.

Las Juanas es un colectivo de hombres y mujeres que trabaja en todo el país intentando fortalecer los derechos de las mujeres en diferentes temáticas. Una de las iniciativas que impulsaron desde 2007 es la cátedra “Juana Azurduy, historia de las mujeres. Mujeres en la historia”.

“A partir de ese trabajo con la cátedra, en el que pudimos analizar el rol de las mujeres en los distintos procesos políticos y sociales de Latinoamérica, surge la idea de hacer un libro sobre el tema, en el año del Bicentenario. Quisimos, al mismo tiempo, que el libro fuera innovador y que hiciera accesible el relato de la historia. Para eso, pensamos que la ilustración y la historieta eran las mejores herramientas”, explicó Gabriela Sosa a El Tribuno.

“La patria también es mujer” demandó un arduo trabajo de investigación, necesario para definir cuáles fueron esas mujeres que no podían faltar entre las páginas de este particular libro.
El libro está ordenado en tres partes: “Historia argentina”, “Pasajes latinoamericanos” (en la que se ha elegido a una mujer por país limítrofe con la Argentina y otros países latinoamericanos), y, en tercer lugar, “Juana Azurduy, en lugar de Julio Argentino Roca en los billetes de $100”.

La primera parte está organizada en capítulos que siguen un orden cronológico de acuerdo con los procesos socio-políticos americanos. En cada una de esas etapas hubo mujeres que fueron parte de luchas y resistencias de manera protagónica. Así, se seleccionaron a aquellas que los integrantes de Las Juanas consideraron más representativas.

En el primer capítulo titulado “Mujeres de tierra y maíz” en el que se abordó el tema previo a la conquista europea, por ejemplo, aparecen dibujadas en historietas las mujeres incas y mapuches. En el tercer capítulo, “Cien años de revolución”, están, entre otras, Juana Azurduy y la “Chacha” Peñaloza. Más adelante, en las páginas de esta particular edición podemos encontrar a Alicia Moreau y Julieta Lanteri, Eva Perón, Vicky Walsh y las Madres de Plaza de Mayo.

“Lamentablemente fue imposible incluir a todas las mujeres que merecen un lugar destacado en el relato de la historia, ojalá se puedan concretar otros proyectos donde incorporarlas”, expresó Sosa.

La investigación cumplió un rol fundamental para llevar a cabo el armado del libro, puesto que muchos de los datos “oficiales” que se tenían de su accionar resultaban insuficientes, por no haber sido, para los historiadores de la época, información relevante. “El relato de la historia ‘oficial’ cuenta los procesos desde la visión política e ideológica de quienes vencieron y esta mirada incluye la invisibilización del rol de las mujeres”, explicó Sosa.

Conciencia y buen humor

“La patria también es mujer” es un texto de historia, una suerte de documental gráfico que reivindica a muchas mujeres latinoamericanas. Los recursos que el libro ha utilizado para llevar adelante su cometido son las ilustraciones, el color y hasta el humor. “Cuando planteamos la necesidad de tomar nuevas formas y herramientas para instalar algunos debates en la sociedad también nos referimos al humor. En el libro hay guiones e imágenes que aprovechan ese recurso, muy válido por cierto. El color, la imagen, el humor y las diversas manifestaciones del arte y la cultura son potentes herramientas de sensibilización y concientización”, destacó Gabriela Sosa.

Los trazos de un salteño

Aportaron sus ilustraciones 42 dibujantes de todo el país, entre los que se encuentra el salteño José Serrudo y 15 historiadores, guionistas, periodistas e investigadores que realizaron las introducciones sobre el contexto histórico en cada capítulo.

A cada uno de ellos se les propuso que dibujaran o escribieran sobre una mujer particular o una etapa histórica determinada. Se les dieron los materiales de investigación y también los episodios que a Las Juanas les parecieron interesantes para dibujar. “Por ejemplo, José Serrudo era uno de los artistas que quisimos que estuviera porque conocíamos su bello trabajo”.

La investigación duró varios meses. Las fuentes más consultadas para recolectar la información fueron libros, diarios de época, artículos y estudios realizados en distintas universidades de Latinoamérica. En algunos de los títulos del libro como “Brujas andinas” (capítulo dos), se analizó el registro de los juicios a los que fueron sometidas por parte de la inquisición española, en América. De alguna manera, el libro es una reivindicación al feminismo, entendido como teoría y práctica política. Acerca de esta afirmación, Sosa sostuvo: “Hoy, esta práctica necesita recrearse con nuevos aportes, metodologías y formas de llegar a la sociedad. El libro pretende, humildemente, ser un aporte en ese sentido. Aparte de ser un reconocimiento a las mujeres ocultadas por la historia, intentamos rescatar que ellas se organizaron en colectivos políticos y sociales para promover cambios en su época. Creemos importante retomar esos caminos de lucha y organización”, concluyó Sosa.