Juicio por contaminación con agroquímicos

Argentina, Córdoba. Barrio Ituzaingó Anexo

Comienza el juicio por contaminación con agroquímicos

 

Ximena Cabral (PRENSA RED)
 

En la Cámara 1ª del Crimen en Tribunales II, se inició el Primer Juicio Penal en Latinoamérica a Productores y Fumigadores por contaminación con agroquímicos en barrio Ituzaingó Anexo. Dos productores sojeros y un aeroaplicador enfrentan penas entre tres y diez años de prisión.
Después de más de diez años de lucha de las Madres de barrio Ituzaingó Anexo, se lleva a cabo en la provincia de Córdoba el primer juicio penal por fumigación. Dos productores y un aerofumigador de la zona tendrán que afrontar los cargos de delito penal de violación el artículo 55 de la Ley Nacional de Desechos Peligrosos (24.051). Sin embargo lo que el juicio abre es la posibilidad de sentar antecedente ante la expansión de la frontera sojera y el uso de agroquímicos como el glifosato y endosulfán en las fumigaciones.

Este juicio es el primero en América Latina en demandar por fumigación a productores, cuestión que mantiene en la mira el proceso judicial tanto a las organizaciones territoriales y en defensa del ambiente como a productores, laboratorios y otras empresas beneficiada por el modelo de agronegocios.
 
Al banquillo
 
Los acusados de este proceso son los productores agropecuarios Francisco Parra, Jorge Gabrielli y el aerofumigador Edgardo Pancello. Son dos causas una presentada en el 2004 y otra en 2008 que retoman las primeras denuncias del grupo de Madres de Ituzaingo Anexo desde fines del 2001 que comienzan a investigar y alertar sobre crecimiento de casos de cáncer y malformaciones en el barrio.
La acusación, a cargo del fiscal Carlos Matheu, se enmarca en la violación del artículo 55 de la ley nacional de desechos peligrosos (24.501), y el artículo 200 del Código Penal, que otorga penas de entre tres y diez años de prisión.
La denuncia, emprendida por Medardo Ávila (entonces subsecretario de salud de la municipalidad) y Dario Avila (abogado querellante), permitió el allanamiento de los campos por orden del fiscal Carlos Matheu, lugar donde se descubrió glisfosato y endosulfán. Asimismo, la ley provincial 9.164 prohíbe el uso de este tipo de químicos dentro de un radio de 500 metros para el primero y 1500 metros para el segundo, del límite de las zonas urbanas.
 
Agroquímicos y salud
 
La relación entre los agroquímicos con los que se fumigan los extensos campos de soja y el crecimiento de malformaciones y cáncer en las poblaciones aledañas es parte del nodo central que sostiene al juicio. Los números han crecido desde los primeros registros después del 2001 y en forma alarmante.
Según el informe de 2012 de la Red de médicos de pueblos fumigados: “los datos de los registros civiles a los que hemos podido acceder, encontramos que más del 30% de las personas que mueren en estos pueblos fallecen por cáncer, mientras que en todo el país ese porcentaje es menor a 20%.
La mortalidad por cáncer aumentó claramente en estas áreas, siendo éste un fenómeno nuevo, detectado por nuestros colegas desde el año 2000 y no verificado antes. Curiosamente, la fecha coincide con la expansión del consumo de glifosato y otros agroquímicos que son masivamente aplicados en la zona”.
 
Esta expansión se inicia a mediados de la década del ´90, marcado por la implantación de la semilla de soja transgénica, conjuntamente con la aplicación de la siembra directa y el uso de agroquímicos (el glifosato).
 

Si bien durante esta década crecerán otros cultivos (entre los cereales el trigo y el maíz, y en las oleaginosas el girasol) la soja fue el complejo exportador por excelencia llevando al crecimiento del desmonte y la siembra en campos próximos a centros urbanos. Desde allí que este juicio se convierte en un caso testigo para las discusiones sobre la salud pública y el monocultivo de soja transgénica en la región. 

 

 

 

 

SOCIEDAD › UN EX FUNCIONARIO DECLARO EN EL JUICIO POR FUMIGACION A UN BARRIO CON GLIFOSATO Y ENDOSULFAN

“Niños con malformaciones de nacimiento”

En el primer día del juicio que se lleva a cabo contra dos productores y un aviador, el ex subsecretario de Salud de la ciudad de Córdoba, querellante en la causa, trazó un dramático cuadro de las consecuencias de la fumigación.

Los tres acusados: el aviador Edgardo Pancello (centro) y los productores Jorge Gabrielli y Francisco Parra.
Imagen: Sebastián Salguero

 

Con la exposición de uno de los querellantes, Medardo Avila Vázquez, ex subsecretario de Salud de la ciudad de Córdoba, y de los abogados de los acusados, dos productores agropecuarios y un aviador, arrancó ayer el primer juicio penal en la Argentina por la contaminación por fumigación de agroquímicos en áreas urbanas. Los imputados unificaron su estrategia: se negaron a declarar y pidieron, sin resultado, la anulación de la querella. Hoy, el tribunal escuchará testimonios de los vecinos del barrio afectado, Ituzaingó Anexo, una zona caracterizada por la alta presencia de enfermos de cáncer y malformaciones, ubicado en las afueras de la capital provincial. Entre ellos, se espera que declare la otra demandante, Sofía Gatica.

La mañana comenzó movida en los Tribunales II de Córdoba. En la entrada, el colectivo Paren de Fumigar Córdoba y los vecinos del barrio Ituzaingó Anexo se vieron impedidos por la policía provincial, que no dejaba que los manifestantes ingresaran a la audiencia del juicio oral y público ni montaran una carpa en las afueras del tribunal para desarrollar actividades informativas. Mientras, en la sala designada para el proceso judicial a cargo de la Cámara 1 del Crimen, los abogados de la defensa ponían el primer obstáculo. De forma conjunta, exigieron al tribunal que declarara la nulidad de la querella, por considerar que Avila Vázquez era funcionario público al momento de hacer su denuncia y, por lo tanto, uno de los acusados como integrante del Estado municipal responsable de proteger a la población. Así lo consideraba otra demanda, ampliada la semana pasada por la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam). El planteo fue rechazado por extemporáneo –no se formuló durante la instrucción– y la Cámara, conformada por Lorenzo Rodríguez, Mario Capdevilla y Susana Cordi Moreno, comenzó a leer la acusación.

El Ministerio Público es representado por los fiscales Marcelo Novillo Corvalán y Carlos Matheu. En la banca de los imputados se encontraban los productores Jorge Alberto Gabrielli y Francisco Parra y el propietario y piloto del avión fumigador Edgardo Jorge Pancello. Se los acusa de fumigar por vía aérea y terrestre con glifosato a distancias muy cortas o sobre el barrio Ituzaingó Anexo. Los tres serán juzgados por “contaminación dolosa”, según la Ley Nacional 24.051 de Residuos Peligrosos, y en caso de probarse la vinculación entre la contaminación y el elevado número de casos de cáncer, malformaciones y otras patologías derivadas de los agroquímicos, la figura podría ser agravada por “resultado de muerte”.

Tras la lectura de los cargos, los imputados se negaron a declarar. “(Sus letrados) Declararon inocentes a sus defendidos y reconocieron la contaminación del barrio, pero pidieron que se considere el cóctel de contaminantes que puede tener impacto sobre la salud”, contó ayer a este diario el vocero de Paren de Fumigar, Gerardo Mesquida. Los letrados apuntaron que las enfermedades podrían tener raíz no sólo en el uso de agroquímicos, sino en el consumo de agua con arsénico y la contaminación de los transformadores de la Empresa Provincial de Energía Eléctrica, EPEC.

El querellante Medardo Avila Vázquez, que en la actualidad integra la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, inició la demanda en 2008, tras comprobar en persona cómo una avioneta sin identificar fumigaba de forma ilegal el barrio con glifosato y endosulfán. Ayer se encargó de desmentir el argumento de la presencia de otros contaminantes. El aumento de los casos de leucemia y cáncer aparece en 2000, coincidentemente con el inicio de las fumigaciones, según los vecinos. El último estudio de sangre realizado en 2011 en una muestra de 140 niños, determinó que el 80 por ciento tiene presencia de agroquímicos y no así de otros metales.

“(Avila Vázquez) Se emocionó mucho al recordar la cantidad de niños que llegaron a su consultorio con malformaciones de nacimiento”, aseguró Mesquida. Tras su exposición, que duró más de dos horas, el médico aseguró que se “llegó a esta situación pese a las miles de advertencias que se hicieron por la prensa y mediante ordenanzas que prohibían estas fumigaciones” y destacó que “se están utilizando en Argentina 340 millones de litros de agrotóxicos que caen en un área donde viven 12 millones de personas”.

En el mismo sentido, Sofía Gatica, fundadora de Madres del Barrio Ituzaingó Anexo e impulsora de la segunda demanda que se unificó en este juicio, resaltó que el juicio “va a crear un antecedente para todo el país porque el genocidio no es sólo de este barrio, sino de todos los lugares donde se fumiga indiscriminadamente”. Hoy será su turno de declarar.

Informe: Rocío Magnani.

 

 

Declaran vecinos de Ituzaingó Anexo en el juicio por la fumigación

El primer testimonio lo brindó Marcela Ferreyra, madre de un chico nacido con malformaciones. Hoy también declara Sofía Gatica.

  • 12/06/2012 13:00 , por Redacción LAVOZ

 

 

 

 


Marcela Ferreyra abrió hoy la ronda de declaraciones estimoniales en el segundo día del juicio por las fumigaciones ilegales en barrio Ituzaingó Anexo, que comenzó ayer. 

La mujer es madre de un chico que nació con malformaciones en el barrio de la periferia sur de Córdoba capital, donde convivieron múltiples factores contaminantes, entre ellos la fumigación con agroquímicos en los campos aledaños.

Ferreyra relató que la fumigación se realizaba de noche y quedaba una nube blanca. "El olor se sentía en el aire a la mañana siguiente", dijo.

 

Otro testigo. Tras declarar, Ferreyra se retiró llorando. Luego comenzó la declaración de Pablo Vargas, otro vecino del barrio que es químico de profesión y que fotografió una fumigación del 11 de febrero de 2001.

"Cuando saqué la foto huyeron. Siempre huían, cerraban los aspersores del camión mosquito y se iban", relató.

Vargas dijo que tras las fumigaciones, tanto áreas como terrestres, "en el aire quedaba un olor muy peculiar. Parecía gamexane y cerraba el pecho, la respiración. A mí me daba acidez"

Causas paralelas. Aunque los comentarios acerca de la contaminación abundan, hay que recordar que este juicio es por la realización de fumigaciones ilegales que violaron normativas locales, provinciales y nacionales. En instrucción se encuentra otra causa en la que se investiga la contaminación y las muertes.

Dos productores rurales y un piloto aeroaplicador son los acusados del juicio que se lleva a cabo en la Cámara 1ª del Crimen.

Gatica. Se espera que Sofía Gatica también declare hoy, junto a los vecinos Norma Herrera y Víctor Hugo Castaño.

Gatica fue vecina de ese sector e incluso es una de las denunciantes en la causa por la que ahora se juzga a dos productores rurales y a un aeroaplicador por haber fumigado con agroquímicos en los campos que están pegados al barrio.

La mujer recibió este año el Premio Goldman otorgado en Estados Unidos en reconocimiento a su lucha (ver Premiaron la lucha contra la contaminación).

Más información

Las Madres ya lo lograron, por Edgardo Litvinoff

 

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