[Tucumán] Emergencia Social en Adicciones: Ni un pibe menos por el paco.
En la provincia de Tucumán estamos siendo testigos de un desastre humanitario, se nos están matando los jóvenes, se nos está muriendo el futuro. Las Madres del Pañuelo Negro que pelean en soledad una lucha desigual contra el paco nos dicen que cada mes son diez, quince jóvenes del Barrio Costanera de San Miguel de Tucumán los que se suicidan queriendo escapar del paco. Las cifras del propio Ministerio de Salud en una encuesta del año 2015 son escalofriantes: 13,3% de los adolescentes entre 13 y 15 años intentó suicidarse. En las mujeres el índice es peor: 22% tuvo ideación de suicidio y 19% intentó matarse. No sólo aumentó el consumo de pasta base o paco sino que descendió la edad de inicio a los 10 años, en plena infancia.
El paco es la droga de los pobres que se fabrica a partir de la basura, de los desechos de las cocinas de cocaína a los cuales se agregan raticidas, cafeína y otros químicos. Actúa como una bomba en el organismo produciendo trastornos psicóticos, pulmonares, cardíacos y vasculares. El desempleo, la pobreza, la indigencia golpean al Barrio Costanera. Los jóvenes que están sin proyecto, sin contención, en la marginalidad, son los que se están envenenando. La dependencia del paco deviene de la marginación, de la falta de oportunidades, y puede alimentar circuitos delictivos. Los jóvenes víctimas de la adicción al paco no son basura ni ratas, son nuestros hijos, el futuro de nuestra provincia de Tucumán.
El Estado provincial no dimensiona la gravísima situación que se vive en los barrios vulnerados tucumanos. La desesperación de las madres, la angustia social. Recuperar a jóvenes víctimas de la adicción al paco es un proceso largo pero que hay que empezarlo de una vez. Los actuales funcionarios están gobernando la provincia hace trece años, ya sería hora de que accionen. La realidad es que sólo 27% de los centros cubren la indispensable internación para estos casos, un 60% son instituciones privadas. En el Barrio Costanera, el Centro Las Moritas tiene sólo catorce camas. Los Centros Locales de Prevención de Adicciones (CEPLA) se anunciaron varias veces pero no fueron construidos, apenas se avanzó con los cimientos y la obra está paralizada desde enero. La anterior gestión del SEDRONAR había destinado 1276 millones para la construcción de 56 Centros de Asistencia en todo el país, tres de ellos en la Provincia de Tucumán que brillan por su ausencia. Los fondos públicos que no se destinaron a prevenir las adicciones ni a construir los Centros de Asistencia tienen hoy cientos de víctimas que lloran las Madres. La corrupción y la indiferencia del Estado matan.
El paco no nos puede vencer. El Estado debe acudir y preservar la vida de nuestros jóvenes. La respuesta no tiene que ser represiva sino desde la salud pública con una perspectiva integral. Impulsar proyectos educativos, culturales, deportivos, laborales que incidan en la situación de vida desesperanzada que tenemos en nuestros barrios pobres. Es indispensable se destinen recursos para esta emergencia social, que se aborde de manera integral y urgente esta cuestión de salud pública. Mi compromiso está con las Madres y con toda la comunidad del Barrio Costanera, por eso marcho a su lado aunque el gobierno provincial tenga la soberbia de no recibirlas.
Estoy convencido de que al querido Padre Juan Viroche lo mató la mafia del narcotráfico en Tucumán. Por eso también seguiremos marchando para exigir Justicia para un sacerdote comprometido con la dura realidad de los jóvenes pobres, aunque algunos quieran macartearnos. Como desde siempre acompañamos a Alberto Lebbos, en las marchas por Justicia para Paulina. Es muy grave cuando el poder político provincial protege a las mafias y no a su pueblo.
Este fin de semana la Pastoral Social reclamó en un duro documento la Emergencia Social en Adicciones, para que el Estado, las instituciones y toda la sociedad se concienticen y podamos hacer realidad el “Ni un pibe menos por la droga”. "Por la gravedad del momento que estamos viviendo, por las muertes, tragedias y sufrimientos de miles de pibes y pibas a lo largo del país, de hombres y mujeres, por el dolor de sus familias, por nuestros barrios, villas, pueblos y ciudades, por el Padre Juan Viroche y todos los que día a día dan la vida, este equipo pide la pronta declaración de la emergencia nacional en adicciones, y reclama ¡Basta! ¡Basta! ¡¡¡¡Ni un pibe menos por la droga!!!! Hay que ponerse a trabajar", concluye el documento.
Hago mías estas palabras, y me comprometo públicamente a trabajar como diputado de la Nación para que se declare la Emergencia Social en Adicciones. Para que se destinen con urgencia fondos a las políticas públicas para la prevención y atención de nuestros jóvenes desde una perspectiva integral de la salud que genere proyectos de estudio, trabajo, deporte, cultura, de vida digna para los y las jóvenes en nuestros barrios populares.
Federico Masso
Diputado Nacional
Bloque Libres del Sur