Ver los colores de la realidad

"Nosotros tenemos muchas ganas de ver la realidad en colores"

 

Sr. Presidente (Fellner).- Tiene la palabra la señora diputada por Córdoba.

Sra. Merchán.- Señor presidente: antes de referirme al tema en discusión quiero celebrar un hecho que seguramente celebrará la totalidad de los presentes: acaba de ser apresado Martínez de Hoz,...

- Aplausos prolongados y manifestaciones en las bancas y en las galerías.

Sra. Merchán.- ...quien ha sido el símbolo del genocidio económico de nuestro país.

Hablaré en nombre del interbloque Movimiento Proyecto Sur. Para ser sincera –creo que todos se habrán dado cuenta‑, me vuelve el alma al cuerpo porque ha sido una semana difícil para quienes peleamos duramente a fin de que este tema se tratara hoy en el recinto.

Para nuestro interbloque, como para otros sectores de esta Cámara, no estamos ante un tema de conciencia o de ideas individuales sino ante una profunda convicción política en el sentido de que esta es una cuestión central que merece ser debatida. No está en un segundo ni en un tercer plano sino en un primer plano, y a nuestro juicio debe formar parte de cada una de las banderas que levantamos y llevamos adelante.

Decía que me ha vuelto el alma al cuerpo porque hemos pedido esta sesión especial teniendo dudas acerca de si íbamos a ser capaces de estar todos presentes en este recinto. Ahora veo que estamos dando este debate con una altura increíble y lo celebro absolutamente. Por eso me gustaría hacer un poquito de historia, tal como lo hicieron los señores diputados preopinantes, quienes han dicho muchas cosas que nosotros también pensamos. Insisto: tengo ganas de hacer un poquito de historia acerca de cómo se fue dando este debate aquí en el Congreso.

Muchos diputados dijeron que este proyecto fue responsabilidad de las organizaciones y efectivamente así sucedió. Las organizaciones que están a favor de la diversidad sexual han trabajado de una manera increíble.

En este sentido, quiero retomar algunos de los debates que se presentaron de una manera mucho más fuerte y virulenta en las comisiones. Allí se dio la misma situación que tuvimos aquí con respecto a si teníamos quórum o no, porque este debate es político, profundo y nos atraviesa fuertemente.

Uno de los debates más claros que se llevó a cabo se basaba en que el matrimonio era una institución pensada para la continuidad de la especie y la procreación. La verdad es que esto fue ampliamente discutido en nuestra comisión, a punto tal que muchos diputados que pensaban de esa forma modificaron su opinión y tuvieron la capacidad de ver que esto no era así.

Creo que el tema es muy claro. De otro modo, ¿cómo hubiéramos hecho tantas madres solteras para continuar la especie si no nos casábamos? ¿Cómo se hacía antes de que existiera el matrimonio para que efectivamente pueda continuarse la especie? ¿Por qué pensamos que va a desaparecer la pareja heterosexual si simplemente queremos reconocer que ya existen parejas homosexuales?

Creo que esta discusión se fue acabando dentro de las comisiones y aquí se han escuchado muy pocas opiniones de diputados que vuelven a hacer referencia a esta cuestión.

Por otro lado, se plantea el problema de la adopción. Creo que en algún lugar esto tiene que ver con el resultado de algunas encuestas que plantean que el conjunto de la sociedad está de acuerdo con que haya matrimonios del mismo sexo, pero dudan con respecto a si tiene que haber o no adopción.

Nosotros tenemos la convicción absoluta de que tiene que haber adopción, como ya dijeron varios señores diputados, porque es una realidad que ya existe.

En cuanto al interés superior de los niños, me gustaría hacer una comparación con el divorcio. Yo era muy pequeña, vivía en una familia de madre y padre separados pero esto no se podía decir. Durante años los hijos de familias de padres separados teníamos que estar ocultando una realidad, que efectivamente era que nuestros padres no vivían juntos; algo tan simple como eso. Cuando se discutía respecto de los intereses de los niños y el matrimonio ‑parecía que íbamos a quedar todos en la calle-, no se tenía en cuenta que estábamos obligados a ocultar nuestra propia realidad. Creo que exactamente hoy pasa lo mismo con los niños y niñas que son criados por parejas del mismo sexo.

Incluso hay otro debate político que tiene que ver con las minorías y las mayorías. Nosotros creemos que no hay minorías y mayorías sino diversidad; este también es un debate político y tiene que ver con cómo nos posicionamos frente a esta realidad. De qué manera nos planteamos claramente que queremos la igualdad absoluta ante la ley para ser, dentro de la sociedad, todo lo diverso que queramos ser. Me parece que también este es un elemento importante y fundamental.

También escuchamos durante este tiempo algunas hipótesis en el sentido de que las personas que gustaban de otras del mismo sexo tenían problemas psicológicos, que las lesbianas odiaban profundamente a los hombres o que la familia es sólo de mamá y papá, cuando esa realidad no puede ser vista en ningún lado o en muy pocos lugares.

Creo que aquí se puede percibir la fuerte acción que llevaron a cabo las organizaciones durante todo este tiempo y me siento muy contenta de haber sido parte de esta pelea, junto con diputados de todos los bloques, en todo el país.

No solamente algunos señores diputados soportaron insultos en las reuniones de la comisión sino que además tuvieron la capacidad de dar el debate, con altura, de modo que en todo el país hoy no estamos discutiendo si está mal o está bien que existan parejas del mismo sexo, cuestión con la que iniciamos el debate y parecía que era algo anormal.

Hoy nadie puede decir que sea anormal la existencia de parejas del mismo sexo. Estamos peleando, y creo que hoy vamos a lograrlo, para que estas parejas sean reconocidas del mismo modo que son reconocidas las parejas heterosexuales. En ese sentido, creo que esta pelea tiene mucho más que ver con la realidad y con una condición cultural y social.

Seguramente muchísimas parejas del mismo sexo no tienen ganas de casarse, igual que muchas parejas que no son del mismo sexo, y la verdad es que está bien porque tienen derecho a elegir si se quieren casar o no. Pero sí estoy segura de que a partir de ahora, si logramos la sanción de esta ley, las parejas van a poder salir de la casa tomadas de la mano, van a poder ir al supermercado y abrazarse, van a poder decir a sus padres que efectivamente son pareja y lo van a poder hacer no sólo en la Capital Federal sino en las provincias conservadoras, los pueblos, el campo, en todas las localidades, y van a poder mostrarse tal como son. Creo que la verdad es lo que nos hace bien a todos.

Para nosotros la igualdad jurídica es un elemento fundamental a fin de alcanzar la igualdad y la justicia social. Observen que esta ley tiene algo muy interesante: genera un avance enorme en justicia social y no va a pasar por la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Sin embargo, va a generar un enorme avance en cuanto a la justicia social en nuestro país y creo que eso es algo que también tenemos que celebrar. Esto nos tiene que poner muy contentos y vamos a ver los resultados muy rápidamente en el conjunto de nuestra sociedad.

Por último, seguramente hay mil cosas que se quedan en el tintero pero que mis compañeros van a reforzar, quiero decirles que a veces la política se ve en blanco y negro y nos dicen que tratemos de verla en sus grises. Hay gente que ve la realidad en blanco, negro y gris. La verdad es que nosotros tenemos muchas ganas de ver la realidad en colores. (Aplausos prolongados en las galerías y en las bancas.)

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