[Neuquén] Neuquén después de Quiroga. Por Jesús Escobar.

Por Jesus Escobar / Nacional julio 1, 2019 10:52

[Neuquén] Neuquén después de Quiroga. Por Jesús Escobar.

Neuquén después de Quiroga

Horacio Quiroga tuvo una virtud, mirar hacia adelante. Así fue que en gran medida es el responsable que Neuquén pase de ser un pueblo grande a una ciudad.

Hoy, quienes tienen la posibilidad de ocupar el sillón de Avenida y Roca, debieran tomar para sí esa misma virtud.

Hoy Neuquén se encuentra en las vísperas de un gran salto. Un punto de inflexión, si se toman las medidas acertadas la convertirá en una gran urbe. Están las condiciones dadas para que Neuquén pase de ser una ciudad mediana a ser una gran megápolis, una de las grandes ciudades de Argentina y del continente.

Los últimos años mostraron tres modelos de ciudad. El del oficialismo provincial que hoy encarna Mariano Gaido, el del oficialismo municipal cuya cara visible es Marcelo Bermúdez y aquel que disruptivamente apareció en el escenario citadino encabezado por Mercedes Lamarca.

Mercedes Lamarca en términos de modelo de ciudad y gestión es por sobre todas las cosas moderna.

El modelo de Mercedes Lamarca deja de lado el patrón de la política argentina y neuquina de proponer lo opuesto al adversario. Con una mirada crítica toma los puntos destacados y positivos de los casi 20 años de gestión quiroguista para darle continuidad, a la vez que constructivamente propone superar sus límites y además incorporar políticas públicas nuevas que han estado ausentes en la lógica de Pechi. Todo esto sin dejar de atender que no se puede hacer de Neuquén ciudad una isla y una fortaleza que permanentemente esté en guerra con el estado provincial. Hay que tener el mejor y más maduro de los diálogos con el Ejecutivo provincial. En Neuquén y el gran Neuquén se concentra más del 50% de los habitantes de la provincia, el trabajo común entre los dos gobiernos debe ser una ocupación permanente de Intendenta y Gobernador.

¿Cuál es la centralidad de Mercedes Lamarca? Si tuviéramos que definir un solo eje, sin dudas es la planificación. Precisamente este concepto es el gran ausente en la vida de la ciudad y de la provincia. La enorme potencialidad en recursos económicos, productivos, naturales y humanos que tienen la ciudad capital y la provincia se ven desperdiciados, subestimados por la falta de planificación y la improvisación como forma de gobierno. Eso hay que incorporar de manera seria y permanente.

Hay que realizar una planificación urbana integral que prevea la dinámica social, económica y demográfica de los próximos 30 años.

La obra pública debe pegar un salto. Tiene que estar al servicio del ciudadano, y además de hacer de Neuquén una ciudad moderna a la altura de las grandes capitales del mundo.

Las vías de comunicación deben tener centralidad en la etapa próxima, vamos a una ciudad que debe reducir su tránsito automovilístico, restringirlo en la mayor medida de las posibilidades en su casco céntrico y administrativo. Hay que ir a un salto exponencial en el transporte público que debe transformarse en el medio de transporte por excelencia de los años por venir. Las clases medias, los trabajadores, estudiantes deben movilizarse en él. Utilizar el automóvil debe ser la última opción o para el momento de ocio. Llegó el momento de pensar en un sistema de trenes ya sea elevado o subterráneo que transporte a la ciudadanía neuquina a sus actividades, combinados con un sistema de calidad de colectivos, taxis y combis.

Es imperioso incorporar toda la ciudad al trazado urbano, de manera ordenada y planificada. Para ello necesitamos avanzar el proceso de ordenamiento territorial, regularización de asentamientos informales, con acceso a los servicios públicos eficientes y de calidad.

Junto a esto y para lograr eficiencia en los servicios públicos es fundamental crear un ente regulador de los servicios públicos concesionados, organismo que controle la prestación del servicio y cuide los intereses de los usuarios.

La cuestión ambiental debe regir la obra pública. Afortunados somos de tener solo un par de siglos de asentamiento en la confluencia moderna, todavía no estamos contaminados. Hay que evitarlo. Saneamiento de los ríos, modernizar en extremo el sistema de afluentes cloacales, bajar la emisión de dióxido de carbono.

El sistema impositivo debe promover el crecimiento del pequeño comercio y la pequeña y mediana industria. Una aceitada y responsable burocracia administrativa debe mejorar el cobro aumentando ingresos sin aumentar impuestos.

Neuquén debe ser una ciudad segura, asegurando su planificación con perspectiva de género. Corredores seguros, iluminación extendida, espacios públicos de excelencia, policía profesional y respetuosa de los derechos humanos. Hacer ciudades seguras promueve ciudadanas y ciudadanos más libres.

El municipio debe ser feminista. Hacer realidad, concretar políticas con perspectiva de género, ergo presupuesto dirigido a cumplimentar todas las leyes de avanzada que la progresista ciudadanía ha logrado aprobar en los ámbitos legislativos.

El municipio debe tener sensibilidad social. Hay que trabajar mancomunadamente con el Ejecutivo provincial y los municipios de la región de ambas provincias para achicar la dolorosa brecha social que existe.

El municipio debe ser joven y estar lleno de jóvenes. Inexplicablemente una ciudad y provincia llena de jóvenes poco les ha escuchado en sus inquietudes. La educación, la cultura y el deporte son poleas fantásticas de construcción de sociedades más modernas. Boleto estudiantil gratuito, teatro municipal, academia de ballet y orquesta municipal, estudios de grabación municipal, centros culturales reales y con presupuesto son solo algunos de los déficits de hoy y que de concretarse van a ir delineando una nueva identidad e idiosincrasia. Seguramente esto tendrá consecuencias directas en el trato ciudadano cotidiano, en la educación vial, en la seguridad y en hacer de Neuquén un semillero de grandes artistas, científicos y profesionales.

Y como estas ideas, hay más en el espacio de Mercedes Lamarca y también en otros espacios políticos, en organizaciones de la sociedad civil y en la ciudadanía toda. Esa es la otra deuda: hay que promover la participación ciudadana y democrática, solo entre todos, en la diversidad, en el escuchar al que opina distinto se construyen las grandes sociedades y de allí las grandes ciudades.

Ese es el desafío de los tiempos por venir, no caer en el conservadurismo que todo lo añeja y todo lo afea. Un futuro de mejor calidad de vida para la ciudadanía, de infraestructura de vanguardia para la ciudad y un gran lugar para nuestra ciudad Capital es posible. Hay que hacerlo.

Jesús Escobar
Presidente Movimiento Libres del Sur Neuquén


Por Jesus Escobar / Nacional julio 1, 2019 10:52