La violencia de género en Mar del Plata

Ni Una Menos

Razones para que los funcionarios públicos pasen de la consigna a la acción

Años atrás se decía que los maltratadores eran personas con algún tipo de adicción o problema psicológico, que habían tenido una infancia difícil. Hemos trabajado desde las organizaciones de mujeres arduamente todos estos años derribando estos y otros mitos en relación al origen de la violencia hacia las mujeres. Y finalmente, hemos comprendido como sociedades que la violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y varones.

La cantidad de personas que se sumaron a expresar #NiUnaMenos, demuestra que hemos entendido que la violencia de género es una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales que limita a las mujeres el reconocimiento, goce y ejercicio de sus derechos y libertades;

Pero además, es bueno recordar que las mujeres hemos renunciado a la idea de neutralidad del Estado, y sabemos que las políticas públicas que se implementan impactan de manera diferente en varones y mujeres y que pueden incluso reproducir la desigualdad.

Por ello se sancionaron convenciones internacionales de derechos humanos imponiendo obligaciones al Estado, pues entendió la comunidad internacional que la eliminación de la violencia contra la mujer es condición indispensable para su desarrollo individual y social y su plena e igualitaria participación en todas las esferas de vida.

Ahora bien, no todos participamos de ese entendimiento, las organizaciones de mujeres hemos sido silenciadas, ignoradas, fundamentalmente por los funcionarios públicos, y en especial en nuestra ciudad por las autoridades municipales.

Celebramos que se sumen hoy muchos funcionarios, incluido el Intendente Gustavo Pulti, con su voluntad, que exijan “Ni Una Menos” y por lo tanto pidan que no haya una mujer más muerta producto de la violencia machista.

Pero no alcanza con eso, para que la consigna sea una realidad necesitamos que ellos –que son quienes administran los recursos del estado y en definitiva definen las prioridades de una gestión- pasen a la acción.

Las cifras son alarmantes, y para conocer las complejidades de esta problemática hay que partir del análisis de las mismas. El primer desafío del Municipio es construir el Observatorio de las violencias de género, sólo así podremos tener un panorama completo de cómo se desarrolla este flagelo.

La violencia de género en Mar del Plata

Según los datos difundidos por el Centro de Estudios Estratégicos del Delito en el Partido de General Pueyrredón durante el año 2014 se registraron 1.139 denuncias de violencia de género, de las cuales 1.004 fueron por lesiones y 135 por delitos sexuales.

Hay que tener en cuenta que este número no incluye las exposiciones civiles, los llamados de alerta al 911 o la línea Malva, ni las actuaciones que muchas veces son mal caratuladas como violencia sexual. El universo de delitos que acaban en situaciones de violencia de género es muy reducido de por sí. Por lo tanto, el número de cantidad de denuncias (entendiendo estas como cualquier exposición ante autoridades policiales o judiciales) por violencia de género se multiplica en dimensiones por ahora incalculables.

Incluso, según datos de la Comisaría de la Mujer, en nuestra ciudad se reciben 70 denuncias diarias, lo que nos llevaría a 2.100 denuncias mensuales.

Violencia de género extrema. Los Femicidios en Mar del Plata

Según el informe de femicidios de elaboración propia que empezamos a desarrollar en el año 2013 junto al Colectivo de Mujeres Mumalá, desde el año 2008 a la fecha se cometieron 28 femicidios. Y 3 mujeres más probablemente fueron asesinadas producto de la violencia de género, pero se carecen de datos suficientes para establecerlo; por lo que el número se elevaría a 31 femicidios.

De los femicidios cometidos en los últimos años, el 18,5% son víctimas de entre 17 y 27 años. El 25,9% tenía entre 28 y 38 años, el 22,22% tenía entre 39 y 50 años y también el 22,22% representa a las víctimas de más de 50 años, del resto no se poseen datos.-

De todos los femicidios, el 29,6% se cometieron con arma de fuego y el 33,3 con arma blanca. Además se ha utilizado el estrangulamiento en un 14,8% y la incineración de las mujeres en un 7,4%.

En relación al agresor, el 14,8% de los femicidios fueron cometidos por la actual pareja de la víctima y el 44,4% por la ex pareja.

Además se ha podido establecer que 6 de estas mujeres tenían denuncias previas por violencia de género.

Y un dato que resulta llamativo (que de sostenerse estamos ante un fenómeno con otras magnitudes), es que de todas las víctimas, 5 tienen signos de violencia sexual y 4 de esas fueron asesinadas desde el 2013 hasta la fecha.

Finalmente, se pudo constatar que 3 víctimas estaban embarazadas al momento de los hechos.

Pasar de la consigna a la acción

Seguramente se dirá que hay políticas públicas municipales, que hay un refugio (con 18 plazas), que existe una línea Malva (con 3% de conocimiento), que existen grupos de profesionales que asisten a las víctimas de violencia doméstica en la Dirección de la Mujer.

Ahora bien, todo ello no alcanza, en primer lugar porque los dispositivos existentes son escasos para la magnitud del fenómeno.

Nadie podría pensar que con 18 plazas en un hogar refugio o que con 48 botones antipánico adquiridos recientemente estamos en condiciones de asistir 2.100 denuncias mensuales.

Pero además se deja fuera del alcance de la asistencia otras situaciones de violencia igualmente graves: la violencia sexual, obstétrica, económica, laboral, etc.

Y en segundo lugar, porque la asistencia no modifica las causas que originan la violencia, y este es el desafío de los Gobiernos.

En su mayoría todas las herramientas que se implementan desde el Municipio son dispositivos diseñados para actuar sobre las consecuencias. Para trabajar sobre las casusas de la violencia hay que volver al inicio, a sus orígenes, y no es un problema de gente aislada o tipos locos, la violencia es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y varones, tal como lo establece la Convención Internacional para Prevenir, Sancionar y y Erradicar la violencia contras las mujeres.

Para trabajar en esas relaciones de poder desiguales entre mujeres y varones hay que implementar políticas públicas integrales que permitan revertir la desigualdad y la discriminación, y para ello se necesita un ámbito jerarquizado en la gestión dotado de recursos económicos y personal profesionalizado, además de un ámbito permanente de consulta y de diseño de acciones con las organizaciones de mujeres.

Por ello convocamos a firmar un COMPROMISO PÚBLICO a todos los candidatos y candidatas a Intendente de la ciudad, y a todos los dirigentes de partidos políticos, pues esas acciones son básicas si se quiere realmente terminar con la violencia hacia las mujeres y hacer del Ni Una Menos una realidad.

Estaremos al frente como siempre en este reclamo, convocando a todos los vecinos y vecinas de la ciudad a participar de la marcha el día 3 de junio a las 16.30 hs en Mitre esquina San Martin.

Sólo así: ciudadanía participando y exigiendo, y con funcionarios públicos comprometiéndose, podremos comenzar a revertir la situación de desigualdad en las que están inmersas las mujeres.

Noelia Barbas
Coordinadora del Colectivo de mujeres Mumalá

Victoria Vuoto
Abogada, Secretaria General de Libres del Sur; Diplomada en Políticas Públicas y Género.

NOTA: ESTAREMOS DESDE LAS 15HS MAÑANA MIÉRCOLES EN MITRE Y SAN MARTÍN, CON EL INFORME QUE ARROJA EL MONITOREO NACIONAL SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA ABORDAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO, QUE CONTEMPLA DATOS LOCALES Y DE LAS DISTINTAS PROVINCIAS DEL PAÍS.

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