La harina y el pan en la lista del gobierno
| 23 de enero de 2014 | Isaac Rudnik | Director del ISEPCi | Comunicado de Prensa | ||||||||||||||||||||||||
| La harina y el pan en la lista de precios del gobierno | ||||||||||||||||||||||||
| El motor de los incrementos de la Canasta Básica Alimentaria durante 2013 fue el rubro almacén, y dentro de él, la harina y el pan. | ||||||||||||||||||||||||
| Con una variación ascendente de los precios de los alimentos de la canasta básica (CAB) superior al 30%, el 2013 cerró como el año de mayores incrementos en los precios de estos productos de la última década. Los archirepetidos argumentos del oficialismo señalando como sus causantes principales, la “inflación importada” o “la profundización de la disputa distributiva en el marco del pleno empleo” se ven desmentidos por el propio peso de la realidad: este no fue el año de mayor incremento de precios de los alimentos en el marco global, y mucho menos el de mas generación de empleo en el plano interno. Hay que tener en cuenta además, que en este lapso se implementaron dos “congelamientos de precios” que fracasaron manifiestamente. Ahora el gobierno va por más de lo mismo mediante el intento de un nuevo “congelamiento” o “control de precios”. Más allá de los pronósticos que esta vez pueda contener -o no- aunque mas no sea transitoriamente la aceleración inflacionaria, hay algunas perlitas en la lista de precios dada a conocer hace pocos días que son destacables. El motor de los incrementos en los valores de la CAB durante el año pasado fue el rubro almacén, y dentro de él la harina y el pan. Según la encuesta del Índice Barrial de Precios (IBP) la harina tuvo un incremento del 175% ($3,50 en diciembre de 2012 /$9,65 en el mismo mes de 2013), y el pan avanzó un 95% ($10 en diciembre 2012/$19,50 diciembre 2013). Ambos tienen una alta incidencia en el valor de la Canasta Básica, pero la harina además es insumo de una buena cantidad de componentes que forman parte de la mesa familiar cotidiana: galletas dulces y saladas, pastas alimenticias, entre otros. La harina de trigo empezó el año a $3,50/kg en las góndolas de almacenes y supermercados, mientras se pagaba el equivalente de 247 dólares la tonelada en el mercado mayorista. Ya en mayo el precio era de $5/kg (+42%) equivalente al aumento mayorista: 351 Dls/tn (+42%). En junio continuó multiplicándose la suba de manera exponencial, $7/kg (+40% en un mes) y 467 Dls/tn (+31%), influida por la perspectiva que hubiera los faltantes de trigo como consecuencia que se había previsto una cosecha mayor a la que se hubo, comprometiéndose exportaciones que amenazaban el abastecimiento del mercado interno. Ante esta posibilidad el gobierno decidió cerrar las exportaciones, medida que no detuvo los incrementos: octubre $9,50/kg (+36% respecto a junio) y 617 Dls/tn (+33% en el mismo lapso); el año cerró al mismo precio minorista ($9,50/kg) mientras que la tn de trigo bajó a 239 Dls porque ya se está comercializando la nueva cosecha. La Secretaría de Comercio -encabezada por nuevos funcionarios tras la salida de Guillermo Moreno- pactó con las cadenas de comercialización en la lista de “precios cuidados” un promedio por encima de los $7 para la harina (tres calidades que van de $6,35 a $7,99), que es el que los consumidores finales pagábamos en junio de 2013, cuando ya se insinuaban posibilidades de desabastecimiento y la tn había dado su primer salto llegando a los 467 Dls. Pero ahora no es clara la justificación para ese valor en plena llegada de la nueva cosecha con un precio mayorista actual de 239 Dls/tn y, según el mercado a término, el esperado para junio será de 255/260 Dls/tn, el precio minorista de la harina no debería exceder en ningún caso los $5/kg. La liberación de 500 mil toneladas de trigo para exportación anunciada por el Ministro de Economía el día 13 de enero, no tuvo ningún efecto que muestre un cambio drástico en los precios. La cotización mayorista del cierre del mercado a término del mismo día continuó en los 237 Dls/tn y alcanzó a los 240 el día 21 de enero, en tanto precios pagados en operaciones externas a mercado eran inferiores. Esta neutralidad del anuncio, refleja que el mismo solo se acomoda a liberar las exportaciones que quedaron pendientes del año pasado, cuando por la falta de trigo derivada de una muy mala evaluación del gobierno, se prohibieron embarques ya autorizados. Además los exportadores ya tienen comprado más de un millón de toneladas de trigo de la cosecha 2013/14. Por lo tanto, los productores trigueros continúan participando cautivos de un mercado altamente concentrado y manejado por un puñado de empresas multinacionales, con altas posibilidades de seguir quedándose con buena parte de las ganancias provenientes de los aumentos que pagamos todos los argentinos. El anterior Secretario de Comercio se fue, pero las malas costumbres de tomar medidas arbitrarias que no benefician ni a los productores ni a los consumidores y nadie explica, se mantienen intactas.
Isaac Rudnik |
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