Amado Boudou: "El nuevo progresista"

El secretario General de Libres del Sur y candidato a diputado nacional por el FAP, Humberto Tumini, replica los dichos del ministro de Economía en la entrevista con Verbitsky
 

“AMADO BOUDOU: EL NUEVO PROGRESISTA”

En un largo reportaje, de indisimulable tinte electoral, el periodista Horacio Verbitsky entrevista al actual ministro de Economía y candidato a vice presidente, Amado Boudou; buscando del título en adelante presentarlo en su nueva versión "progresista". Seguramente tomando nota de que poco se condice el muchacho surgido de las filas del más rancio neoliberalismo, con el discurso oficial nac & pop.

Boudou ya no estuvo en la UCD de Alsogaray, sino sólo en la UPAU (agrupación universitaria de aquel partido) , y de acuerdo a sus palabras, empezó a entender que "el poder lo tienen las corporaciones económicas y el rol del Estado pasa a ser la defensa de la población ante ese poder", a fines de los años ochenta. Claro que esa comprensión parece haber sido medio débil, habida cuenta de la adhesión del Ministro durante todos los años noventa -en que pudo observar en vivo y en directo quiénes ejercían el poder por estos pagos y cómo Menem y Cavallo destruían el Estado nacional- a las ideas de aquellas corporaciones. Es más, el hombre, justamente hizo su postgrado en la catedral de dichos pensamientos, el CEMA, a finales de aquella infame década, en los años 1999/2000. Claro que, según él, fue para "estudiar economía, no ideología". Como quién dice, fue a conocer el enemigo por dentro. Graciosa explicación.

Más adelante, el ministro relata cómo fue que Cristina lo eligió de compañero de fórmula; y cuenta también el origen de la frase de aquélla, respecto de que él "supo cambiar de paradigma ideológico cuando un mundo se derrumbaba y otro surgía", motivo suficiente para concederle ese lugar. Dice Amado que esta opinión presidencial surgió porque él expresó ante la caída de Lehman Brothers y la crisis de los créditos hipotecarios en Estados Unidos, que "eso ponía en cuestión el Consenso de Washington y sus implicancias, y teníamos por ende la oportunidad de hacer algo distinto, de modo que los recursos de los argentinos tuvieran más que ver con la economía real y no con el sector financiero".

O sea, dicho en otras palabras, el amigo Boudou descubrió a fines de 2008, siete años después de la feroz crisis argentina y luego de cinco años de gobierno kirchnerista, del que era alto funcionario, que el Consenso de Washington tenía sus problemillas. Cristina, impresionada, dijo entonces: "Esta es la persona que necesitamos". Bueno, supongamos que más vale avivarse tarde que nunca. De su sinceridad, hablaremos otro día.

Preguntado luego el funcionario respecto de las causas por las que la pobreza en el país disminuye menos -a pesar de las tasas chinas- que la desocupación, respondió, que "el proceso de destrucción del salario real empezó con Martínez de Hoz y no se soluciona con ocho años de crecimiento, sino con políticas de Estado permanentes. Verdaderas políticas de Estado, no la agenda de algunos grupos económicos". Perfecto. ¿Y cuáles son las "políticas de Estado" que en OCHO años no revirtieron esto? ¿No será en realidad que a las tan mentadas corporaciones, a las que dice no temerles, les conviene tener niveles reales de salario por debajo de los que había en los años noventa? Es para preguntarse, por cierto.

Como también es para preguntarse, en cuánto tiempo más aparecerá un reportaje en los medios oficialistas a Carlitos Menem, demostrando que ya no es el mismo, que ha vuelto a sus raíces federales porque supo "cambiar a tiempo de paradigma ideológico". Cosas veredes Sancho en nombre del progresismo.

Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur