Fin de Fiesta

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Fin de Fiesta

Siempre es triste perder algo. Y es más triste cuando se trata de algo que cuidamos junto a otr@s, durante mucho tiempo. Tanto, que se convirtió en parte de nuestra identidad colectiva, de eso que nos hace sentir que somos, en comunión con otr@s, un todo que nos necesita y nos completa.

En el acto recordatorio del fallecimiento de Manuel Belgrano, en el Monumento a la Bandera, esa era la sensación.

Pero no debiera sorprendernos. Mucho menos, cuando parece que ya nada volverá a hacerlo.

El kirchnerismo hace rato que, a falta de medidas concretas, gusta de autocomplacerse frente a tribunas adictas, reforzando un relato que, como “el Modelo”, dice incluir y termina excluyendo.

Ya no importan a esta reflexión las anécdotas: la Fanfarria del Alto Perú tocando “la marchita”, el insulto a las autoridades locales, la movilización organizada como única asistente a un acto que otrora se colmaba de la bandera más larga del mundo, ex combatientes de Malvinas, agrupaciones gauchescas y, fundamentalmente, ciudadan@s sin pertenencia partidaria o, en todo caso, sin una única pertenencia partidaria.

Es rescatable que se contraten para el evento expresiones artísticas populares. Lo que no es rescatable, es que la lógica presidencial obligue a expresar discursos entre vallas, con personal de seguridad, organización y protocolo controlando las entradas a un escaso y privilegiado público. Este acto pertenecía a todo el pueblo de esta ciudad, ya no.

Mucho costó y sigue costando que se generen genuinos espacios de participación desde los Estados, por eso, cuando un hecho histórico, como la creación de la bandera, es tomado, y enriquecido desde la participación ciudadana, hay que valorarlo. Cristina lo utilizó, como siempre el kirchnerismo, para emitir sus mensajes a su tribuna. Una lástima. 

Gabriela Sosa
Movimiento Libres del Sur - Santa Fe en el
Frente Progresista Cívico y Social