El descarado doble discurso del Gobierno

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El secretario general de Libres del Sur en el FAP, Humberto Tumini,  sobre las leyes de reforma judicial

El descarado doble discurso del Gobierno

En el día de hoy el Senado de la Nación, aprovechándose el oficialismo de su mayoría allí, aprobará la tercera de las leyes más importantes presentadas supuestamente para “democratizar” la Justicia, al decir de la Presidenta. Es difícil de encontrar en diez años de gobierno tamaña mentira, semejante doble discurso e hipocresía.

Han sostenido, de Cristina para abajo los K, que habida cuenta de que la Justicia no funciona como es debido (algo que difícilmente no compartamos la mayoría de los argentinos) lo que corresponde es “democratizar” la misma, para mejorarla. Sin embargo, tras de ese discurso pseudo progresista y republicano, se esconden, apenas abajo de la superficie, perversas intensiones.

 

Podemos reseñar estas, sintéticamente, con la búsqueda kirchnerista de tres objetivos centrales:

Obtener el control del poder Judicial, en la búsqueda de impunidad para los actos del gobierno pasados y por venir. El manejo a su antojo del Consejo de la Magistratura, buscado con la norma que se aprobará hoy, unido a bajar la mayoría necesaria para designar o destituir jueces, están destinados específicamente a eso.

Ponerle un cerco a la Corte Suprema de Justicia a través de nuevas Cámaras de Casación adictas. La ley ya aprobada al respecto se orienta inequívocamente en esa dirección. El paso siguiente contra el último obstáculo que tienen, será seguramente anular la independencia actual del máximo tribunal aumentando su número (19 propuso ya Eugenio Zaffaroni) y completándolo con figuras adeptas al gobierno.

Introducir por la ventana en las legislativas de octubre, una elección nacional para ver si pueden avanzar en la re-reelección de Cristina. A eso se orienta también la ley del Consejo de la Magistratura. Con unos comicios dispersos por provincia, con un consenso en claro retroceso de su administración, sin buenos candidatos ni posibilidades en los principales distritos, el sueño de “eternidad” presidencial iba inexorablemente al fracaso. La elección de los miembros de aquel en distrito nacional único -entorpeciendo las opciones opositoras con el agregado del requisito de 18 distritos- apunta inequívocamente al intento de dibujar un resultado favorable al oficialismo y a tirar de las boletas legislativas del mismo, para mejorar sus resultados.

La ley referida a las cautelares, también ya aprobada, es un complemento indispensable para la obtención de aquellos objetivos. Específicamente, buscan con ella que la justicia no pueda suspender la vigencia de las otras normas e impedir así la maniobra.

En síntesis: No tiene problemas el kirchnerismo gobernante en llevarse puesta la República para ver de obtener impunidad y continuidad. A eso le llaman “democratizar la justicia”.

 

Prensa Humberto Tumini