Hoy Marita cumple 34 años

 

 

 

 

Su lucha, junto a la del movimiento de mujeres, llegó también al Congreso, y la ley contra la trata (sancionada en 2008) hoy espera que Diputados apruebe las modificaciones que concedería plenitud de derechos a las víctimas (entre otras cuestiones).

 

Recién después del vergonzoso fallo que absolvió a los 13 imputados por la desaparición y sometimiento a la explotación de Marita Verón, la Presidenta exhortó a otorgar tratamiento a las modificaciones de la ley; justo después de la sentencia que conmovió y movilizó a miles de personas en el país; justo después de que resonara en el mundo la impunidad para este caso, emblema de la violación a los derechos humanos en nuestros días.

 

Queremos la ley. Pero no basta. Para que se concrete, tiene que existir la decisión política de otorgarle presupuesto para su funcionamiento (y no como sucede con la ley que nos protege de la violencia de género) y debe modificarse la práctica de los operadores de justicia, trabajando para instalar la real dimensión de esta problemática desde una perspectiva de género y derechos humanos.

Por supuesto que además debe existir una política decidida a generar campañas de concientización destinadas a la sociedad toda, incorporando el tema en todos los niveles de la educación, en el ámbito de la salud y en los medios de comunicación.

 

Pero sobre todo, una política que no tenga porqué sentirse amenazada por las mafias del proxenetismo en tanto es connivente.

 

Hoy desde el jardín de la República, suena a voces el grito de justicia que retumba en cada rincón del país, atravesando incluso nuestras fronteras.

 

El feudo del utrakirchnerista Alperovich se ha convertido en "modelo de impunidad" pasando a la historia como ejemplo de la complicidad más corrupta entre funcionarios políticos, judiciales y proxenetas, que se enriquecen lucrando con mujeres y niñas que son sometidas a la explotación sexual.

 

El fallo unánime de la Sala II de la Cámara Penal de Tucumán sobre el caso Verón, da cuenta de cómo se concibió a las víctimas de la explotación sexual, reforzando el mito patriarcal de que somos las mujeres las que provocamos las conductas agresivas de los otros, los malos tratos, los ataques sexuales; de que somos las mujeres las culpables de todo lo que nos suceda, por más atroz que resulte; y que si somos encima pobres, como la mayoría de las víctimas de trata, nuestros testimonios no tienen valor y somos pasibles de ser humilladas y revictimizadas.

 

Una violencia institucional sin parangón que se vio reforzada en las víctimas que declararon en el juicio, al tener que brindar testimonio cara a cara con sus proxenetas que las ultrajaron, violaron, drogaron, torturaron...

 

En los casos de trata, como en los de violencia de género, el relato de las víctimas constituye una prueba de importancia, sin embargo, a ellas no se les creyó una palabra.

 

Como si el fallo hubiera sido poco, escuchamos en las últimas horas a la senadora kirchnerista y tucumana Beatriz Rojkés, decir en el marco de las críticas al veredicto que "la prostitución existe y va a existir siempre", naturalizando la impunidad del caso. Y a "la Chancha Alé", uno de los principales brazos de la mafia proxeneta del país, expresar que pretende "iniciar acciones legales a Susana Trimarco por el daño que ha causado a su familia".

Desde el gobierno, se pone el acento en la responsabilidad de la justicia y sin embargo, hacen renunciar al Ministro de Seguridad tucumano, criticado por Susana Trimarco por argumentar ante cualquier solicitud, la falta de presupuesto del área a su cargo. "Más tranquilas" nos dejó el nuevo Ministro que lo reemplaza, Jorge Gassenbauer quien al ser consultado por los medios sobre su nuevo rol, manifestó: "vamos a seguir como siempre".

 

A Marita la secuestraron a sus 24 años. Hoy cumple 34. 

 

A diez años (coincidentes con la gestión del gobierno kirchnerista) continúa la impunidad de quienes nos desaparecen y explotan en plena democracia.

 

Desde las organizaciones sociales, de mujeres, de derechos humanos, decidimos redoblar y sostener con firmeza nuestro reclamo y compromiso en no descansar hasta terminar con esta terrible violación a los derechos de las humanas.

 

Mujeres de la Matria Latinoamericana

Mar del Plata