Con los K la inversión en minería creció 1.100%
Con los Kirchner, la inversión en la minería creció el 1.100%
Política de Estado o fortaleza del lobby minero. El 90% de los emprendimientos pertenece a holdings extranjeros. La joya del sector es San Juan.
14.08.2010 | 10:41 Nota de Diario Perfil.
Yacimiento de oro en el cerro Veladero de San Juan | Foto: Cedoc
La industria que nació con la civilización humana, la que extrae de la tierra la materia prima con la que se produce casi todo lo que nos rodea, es una de las más rentables del mundo. Según datos del Metals Economic Group (MEG), en 2008 se registró el récord mundial de inversión en exploración minera, con 12.600 millones de dólares. La crisis financiera contrajo el 42% la inversión, pero se espera para 2010 una recuperación de la actividad a nivel global. Canadá –recibe más de 50 mil millones de dólares por las operaciones de sus empresas en el extranjero– y Australia son líderes en minería, alcanzando respectivamente 1.170 millones y 951 millones de dólares en 2009 en concepto de inversiones en exploración. El destino más importante de estas inversiones en el ’08 fue Perú, trepando del sexto al tercer lugar en el ranking, con una cifra cercana a los 520 millones de dólares, consolidándose como el segundo productor mundial de cobre, muy cerca de Chile, número 1 indiscutido, y es el sexto productor internacional de oro y el primero en América latina. La dimensión de este boom la da el valor de sus exportaciones mineras de ’09, que alcanzaron los 16.010 millones de dólares, el 60% del valor total de sus ventas al exterior.
Chile es un caso histórico. Es el séptimo país del ranking en inversiones mineras y el sector representa el 17,6% de su PBI. Sus exportaciones vinculadas a esta actividad totalizaron el año pasado 30.680 millones de dólares, el 57,8% de las ventas totales al exterior. De esa suma, 26.900 millones correspondieron a las exportaciones de cobre, mineral del que Chile es el mayor productor mundial.
En Argentina, la base está. A partir de la Ley 24.196 de mayo de 1993, el sector comenzó a ganar impulso. La ley fomenta las inversiones mineras de una manera demasiado ventajosa para las compañías del rubro: garantiza estabilidad fiscal por treinta años y una serie de beneficios impositivos, entre los que se destacan la deducción de hasta el 100% del impuesto a las ganancias de los montos invertidos en las etapas de prospección y exploración, así como estudios, ensayos y demás trabajos destinados a determinar la factibilidad técnico-económica de los proyectos. También contempla la libre disponibilidad de las empresas de las divisas obtenidas por sus exportaciones y se las exime del pago de derechos de importación por la introducción de bienes de capital, equipos e insumos para sus operaciones. A su vez, a través de otra norma sancionada por el Congreso en 1994, se estableció un régimen de financiamiento para el pago del IVA que permite la devolución anticipada de ese impuesto para la adquisición de bienes de capital y para inversiones en infraestructura. Según la Ley de Inversiones Mineras, las provincias que perciban regalías por esta actividad no podrán cobrar un porcentaje mayor al 3% del valor en “boca de mina” de lo extraído (precio de lingote u onza en Londres). Este valor depende de lo que declare el productor, luego de descontar costos operativos, que –vale decir– no son controlados por el Estado de manera eficiente, como afirman críticos como el diputado Pino Solanas (ver recuadro). Como parte de este Código Minero, el Estado no puede explotar esta riqueza y está obligado a ceder la tarea –no la propiedad– a manos privadas. El 90% de los emprendimientos locales pertenece a holdings extranjeros. Los expertos estiman que en la década que comienza Argentina se convertirá en “la minera del mundo”, ocupando un lugar entre los tres primeros productores de plata, los cinco de cobre, los seis de oro y los primeros puestos en producción de litio, potasio y boratos.
En 2009 las exportaciones mineras argentinas totalizaron 2.581 millones de dólares, cifra inédita hasta ese momento. Según la Secretaría de Minería, el número de proyectos mineros creció en los últimos ocho años el 900%, las inversiones aumentaron el 1.100% y se crearon más de 300 mil puestos de trabajo y 1.500 pymes de servicios mineros.
El comienzo de la producción del proyecto cuprífero (cobre) y aurífero de Bajo de la Alumbrera y la extracción de litio en el Salar del Hombre Muerto, ambos en Catamarca, fueron el puntapié inicial para el desarrollo de la gran minería; el segundo fue la inauguración del proyecto aurífero y argentífero Cerro Vanguardia, en Santa Cruz, en 1998. En apenas un año, ’96-’97, el valor generado por la producción minera a nivel nacional pasó de 538 millones de dólares a 844 millones, y las exportaciones saltaron de 36 millones a 292 millones. Pero eso ya es historia.
Bajo de la Alumbrera, caso paradigmático. La mina es propiedad de YMAD (Yacimientos Mineros Agua de Dionisio), sociedad creada en 1958 y en la que participan como accionistas la provincia de Catamarca, la Universidad Nacional de Tucumán y el Estado nacional, pero recién comenzó a producir a fines del ’96. La opera Minera Alumbrera, conformada por la compañía suiza Xstrata (50%) y gerenciadora del proyecto, las canadienses Goldcorp (37,5%) y Northern Orion Resources, fusionada en el ’07 con Yamana Gold (12,5%). La inversión inicial fue de 1.200 millones de dólares e incluyó la construcción de una línea de alta tensión de 220 kilovatios desde la mina hasta la subestación El Bracho (Tucumán) y un mineraloducto de 316 kilómetros desde la mina hasta la planta de filtros, en Tucumán, la compra de cuatro locomotoras y 182 vagones para trasladar el producto hasta el puerto propio ubicado al norte de la ciudad de Rosario, sobre el río Paraná, desde donde lo despachan hacia los mercados de Canadá, Brasil, Finlandia, Alemania, España, India, Corea del Sur y Japón. Produce anualmente 155 mil toneladas de cobre y 544 mil onzas de oro. Su vida útil termina en el ’16.
Xstrata comenzará a operar un segundo proyecto cuprífero, El Pachón, que se encuentra amparado por el Tratado de Integración Minera firmado por Argentina y Chile en 1997 por estar ubicado en una zona limítrofe entre el departamento sanjuanino de Calingasta y la provincia trasandina de Choapa. La inversión será finalmente de 3 mil millones de dólares y las obras de infraestructura comenzarán a fines del ’12.
El desembarco de la Barrick en San Juan. La llegada de la canadiense Barrick Gold significó para San Juan un nuevo perfil productivo. Ubicado entre los 4 mil y 4.800 metros de altura, Cerro Veladero cuenta con reservas estimadas en 12,3 millones de onzas de oro. Entró en actividad en el último trimestre de 2005 y su volumen de producción anual ya supera las 530 mil onzas de oro.
Según la consultora chilena Malthus, la producción de Veladero representa el 23,1% del PBI sanjuanino, si se suma el 10% del efecto directo –valor agregado que genera en su sector– al 13,1% indirecto que provoca el encadenamiento productivo con las demás actividades económicas locales. Como referencia, vale señalar que en el ’07 San Juan totalizó exportaciones industriales por 457 millones de dólares, contra los 56 millones registrados en el ’03.
Barrick no descansa y trabaja en el filón de otro proyecto binacional, Pascua-Lama, previsto para entrar en producción durante el primer trimestre del ’13. El yacimiento está ubicado en zona de frontera entre San Juan y la provincia chilena de Huasco. La inversión ha sido calculada en 3 mil millones de pesos, y la vida útil de la mina es de por lo menos 25 años, con reservas comprobadas de 17,8 millones de onzas de oro.
Cuenta con la aprobación ambiental de las autoridades de ambos países, aunque con fuertes resistencias por parte de sectores de la sociedad civil chilena y argentina, que denuncian que afectaría a los glaciares Toro I, Toro II y Esperanza.
Los grandes jugadores. Los capitales canadienses son mayoritarios en la actividad minera argentina. Silver Standard tiene a su cargo el yacimiento jujeño Pirquitas, en actividad desde diciembre del ’09, el cual alcanzará una producción anual de entre 8 y 10 millones de onzas de plata y 2.500 toneladas de estaño. Pan American Silver controla la explotación de Manantial Espejo, en Santa Cruz, puesto en marcha en diciembre del ’08, con una producción anual estimada de 4 millones de onzas de plata y 60 mil onzas de oro. Yamana Gold es la responsable de Gualcamayo, en San Juan, que entró en operaciones a fines del ’08 y que producirá unas 300 mil onzas de oro anuales. Yamana controla también el 100% del proyecto Agua Rica, una mina de cobre, molibdeno y oro que enfrenta la fuerte resistencia de un grupo de vecinos de Andalgalá (Catamarca).
En Santa Cruz se encuentran los otros tres yacimientos metalíferos activos más importantes.
La compañía sudafricana AngloGold Ashanti es operadora del 92,5% de Cerro Vanguardia (en producción desde el ’98), mientras que el restante 7,5% es propiedad de la estatal santacruceña Fomicruz. La producción de esta mina es de 166 mil onzas de oro anuales.
Por su parte, el grupo peruano Hochschild controla el 51% de la vecina San José, que entró en operaciones en junio del ’07 y produce unos 5 millones de onzas de plata y 77 mil onzas de oro anuales. El tercero es el yacimiento Veta Martha, que produjo el año pasado 3,7 millones de onzas de plata y es explotado por la estadounidense Coeur D’Alene. La estadounidense FMC Lithium, la australiana Intrepid Mines, asociada con la canadiense NuStar, y la brasileña Vale, completan el mapa de grandes inversores mineros extranjeros que explotan estos y otros yacimientos de menor envergadura o en etapa de trabajos de factibilidad.
Más barato es regalo. Las regalías que paga la minería en Argentina son mínimas, contrariamente a lo que quieren implementar las naciones ricas. En principio buscan reemplazar los sistemas de regalías por los de gravamen a la renta minera. Australia es la pionera. La primera ministra laborista Julia Gillard, que entre otros planes tiene el de invertir 2.800 millones de dólares en la compra de agua para ríos secos, vitales para la agricultura, quiere gravar las ganancias extraordinarias del sector minero, que ya lleva dos décadas de boom sostenido. Su argumento es claro, sencillo y progresista. La riqueza del subsuelo es propiedad de la nación y de sus ciudadanos, por lo cual los beneficios también deben llegar a todos.
En su primera semana como jefa de Estado, Gillard dijo: “Tenemos derecho a recibir una porción justa de nuestra herencia; la riqueza mineral que yace bajo nuestros pies y puede extraerse sólo una vez”. La porción justa es del 40%, algo así como 75 mil millones de dólares. “Los costos se mantienen, pero los precios de los minerales se disparan”, agregó. Las empresas mineras no se quedaron calladas. Se irán las inversiones, no hay seguridad jurídica, se perderán puestos de trabajo... dijeron, como dirían aquí y en todas partes.
*Periodista y escritor; su último libro es Ser o no ser, la biografía no autorizada de Carlos Reutemann.
Cómo salvar a los glaciares
Cómo preservar los glaciares de la devastación ambiental que genera la moderna megaminería química a cielo abierto es uno de los temas más relevantes que debe tratar el Congreso. Pero no solamente los glaciares deben ser preservados, sino también los acuíferos y las napas freáticas. Sin embargo, el Parlamento va muy por detrás de los hechos, aunque el jueves aprobó la ley en favor de los glaciares, promovida por, entre otros, los diputados Pino Solanas y Miguel Bonasso.
Sectores ambientalistas y asambleas ciudadanas de distintos lugares del país cuestionan la falta de estudios serios de impacto ambiental y la ausencia de un control real.
También hay serias dudas de que la megaminería tenga el impacto económico que aseguran las fuentes inversoras, ya que la ganancia es en su mayor proporción exportada.
Atemperando las embestidas continuas por parte de ambientalistas, las empresas señalan que la minería es la única actividad que cuenta con una legislación especial respecto a protección ambiental, la Ley 24.585, y que al cotizar en Bolsa se encuentran sometidas a severos controles de los países de origen. Con relación a la utilización de cianuro, recuerdan que es un insumo de la industria del plástico y nadie se atrevería a pedir el cierre de estas fábricas radicadas en el Gran Buenos Aires. Con respecto a este punto, el Parlamento europeo está en vías de prohibir por completo el uso de tecnologías mineras a base de cianuro en toda la Unión Europea para 2011.
Otro cuestionamiento importante es la abundante cantidad de agua que necesita la minería, máxime tratándose de zonas áridas. Minera Alumbrera utiliza más de 100 millones de litros por día, lo que sumado a emprendimientos como Veladero, Agua Rica y Cerro Vanguardia consume alrededor de 250 millones de litros por día, lo que equivale al consumo domiciliario en 24 horas de una ciudad de un millón de personas, además de contaminar con su desagote los cursos hídricos de las poblaciones cercanas.
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