Políticas neoliberales y negocios de familia en el Ministerio de Educación

Políticas neoliberales y negocios de familia en el Ministerio de Educación

Políticas neoliberales y negocios de familia en el Ministerio de Educación

En un video que circuló en estos días en las redes sociales, el ministro de educación nacional Esteban Bullrich, acompañado por el presidente Mauricio Macri, decía con todo cinismo “¿Qué es lo que hacemos para vencer la resistencia? Lanzar muchas iniciativas al mismo tiempo. Porque el gremio focaliza.” Precisamente, eso sucede. Sincericidio. Los sindicatos docentes se estarían enfocando en la Paritaria Nacional. Y todas las áreas pedagógicas del Ministerio de Educación Nacional para la aplicación de la Ley de Educación vigente se están desmantelando. Por una parte, volvemos al desfinanciamiento y la fragmentación educativa que significaron las leyes de Transferencia y Federal de Educación de los tiempos del menemismo. Por otra, se avanza con la imposición de un modelo educativo meritocrático y mercantilista, mientras hacen negocios millonarios empresas vinculadas a los propios CEOs que hoy son funcionarios ministeriales.
Desconociendo la Ley de Financiamiento Educativo, el gobierno nacional no llamó a Paritarias Nacionales al gremio docente de modo de garantizar equidad salarial entre las provincias. Si nada cambia, probablemente el 6 de marzo no inicien las clases. Sumado al aumento de la canasta escolar, para las familias es un serio problema que no se priorice la educación pública. El gobierno ofrece un 18% de actualización salarial, en cuotas, a maestras/os y profesores, lo que significa al menos una pérdida del 10% frente a la inflación. Se entiende entonces porqué en la Ciudad de Buenos Aires faltan maestras/os. Es difícil elegir una profesión cada día más desvalorizada, lidiando con complejas situaciones sociales sin proyecto pedagógico colectivo que construya educación inclusiva y de calidad.
El Ministerio de Educación Nacional, responsable de diseñar y orientar políticas que den unidad al sistema educativo nacional, está siendo literalmente desmantelado. Se cierran las direcciones de nivel inicial, primario, secundario, de jóvenes y adultos. Se borran del mapa las coordinaciones de modalidades rural, artística, especial, contextos de encierro, domiciliaria y hospitalaria, intercultural bilingüe. Desaparecen programas como el de Educación Sexual Integral, el de Formación Docente Nuestra Escuela, Educación y Memoria, los de Inclusión Educativa como los Centros de Actividades Infantiles y Juveniles. El INET, Instituto Nacional de Educación Técnica, que fue central en la implementación de la Ley de Educación Técnico-Profesional, se reduce a una “Agencia de Talentos” cuyo objetivo es llevar adelante con fondos del Estado la formación profesional que propongan las empresas. Muy en línea con la forma en la que se autodefinió Bullrich frente a los empresarios de la UIA “No les hablo como ministro de educación sino como gerente de recursos humanos.”
Al mismo tiempo que se desarman políticas educativas nacionales vigentes, como los programas de capacitación docente, y se cambia en los puestos de decisión a pedagogas/os por gerentes, se van atando negocios redondos para los amigos del poder y sus familias. El titular el INET, Gabriel Sánchez Zinny, socio del ministro Esteban Bullrich y del Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta en empresas offshore, firmó un convenio con una empresa de capitales norteamericanos dirigida por su hermano para dar cursos virtuales de capacitación a docentes y alumnas/os de todo el país. A la manera del escandaloso acuerdo del Correo Argentino en el que los Macri estaban a ambos lados del escritorio para beneficiarse con fondos públicos. Se embanderaron con el combate a la corrupción en tiempos del kirchnerismo para cambiar a otro capitalismo de amigos.
La “revolución educativa” que prometió el ministro Bullrich nos recuerda a la tristemente célebre “revolución productiva” de los años 90. Con la Ley Federal de Educación del menemismo se inició la decadencia y la privatización de nuestro sistema educativo nacional. Las leyes Nacional de Educación 26.206, la de Educación Técnico-Profesional, de Financiamiento Educativo, de Educación Sexual Integral, entre otras, son una conquista de las luchas de la comunidad educativa por mayor presupuesto para la educación, extensión de la obligatoriedad a la educación inicial y el secundario, reconstrucción de la educación técnica, garantizar educación pública como derecho social para la formación de ciudadanía. Las críticas que hacemos al gobierno kirchnerista son el no haber avanzado con mayor presupuesto y decisión política en la aplicación de esas leyes, y en no modificar la Ley de Educación Superior del menemismo.
Las propuestas transformadoras y de innovación pedagógica que propone el ministro Bullrich son el cuestionamiento al pensamiento crítico, la reivindicación de la campaña al desierto, la conciencia fonológica y las neurociencias en lecto-escritura, la vuelta a los aplazos en primer grado y otras respuestas punitivas. Francamente atrasa. Y es un profundo retroceso para la educación argentina.

Laura González Velasco
Educadora
Miembro Titular del Consejo Económico y Social
Representante de MuMaLa -Mujeres de la Matria Latinoamericana- en el Parlamento de Mujeres de Legislatura
Referente de Libres del Sur en Ciudad de Buenos Aires