Utilizar el Estado para enriquecerse no empezó con el Kirchnerismo.
Utilizar el Estado para enriquecerse
No empezó con el Kirchnerismo
Sabido es, desde hace años, que el kirchnerismo tomó al Estado -al de Santa cruz primero, al nacional mas tarde- como propio, para enriquecerse. Días pasados salió en los medios de comunicación un mapa de la sureña provincia con todos los terrenos fiscales que la familia Kirchner y sus seguidores compraron a muy bajo precio para luego amasar fortuna. Néstor compró, por ejemplo, un terreno fiscal en Calafate por 50.000 dólares en el 2006 y a los dos años se lo vendió al grupo chileno Cencosud por 2.400.000 dólares. Lázaro Báez compró en su momento, a precio vil, miles y miles de hectáreas de tierra que serán ocupadas por los embalses de las represas hidroeléctricas a construir, apuntando a cobrar jugosa indemnización por ellas. Por supuesto que lejos de terminar allí la cosa, al día de hoy no se conoce a ciencia cierta el destino de los 600 millones de dólares por regalías que cobró la provincia en su momento y que salieron al exterior para perderse luego en la bruma.
Visiblemente Néstor y Cristina Kirchner, en acuerdo con sus mas cercanos colaboradores, entendieron que los dineros y bienes públicos, no eran propiedad de todos los argentinos en general y de los santacruceños en particular, sino que podían ser apropiados para su beneficio y enriquecimiento personal.
Sin embargo, bueno es recordar que lejos estuvieron de ser los primeros en tener esa idea y llevarla a la práctica. Cuando el General Roca llevó adelante la famosa Campaña del Desierto, para quitarles sus tierras a los indios y ponerlas al servicio de modelo agroexportador que ya estaba curso en la nación, fue financiado por el gobierno de Avellaneda para ello y por las ilustres y adineradas familias de la época. Terminada con éxito la feroz conquista, el general, futuro presidente, repartió generosamente la tierra expropiada, que supuestamente era del Estado nacional. Repartió 42 millones de hectáreas. Dos millones y media se las otorgó a los Martínez de Hoz, familia que tuvo dos hombres renombrados: José Toribio primer presidente de la Sociedad Rural Argentina y su nieto José Alfredo, Ministro de Economía de Videla. También recibieron su parte los Alzaga Unzué, Pereyra Iraola, Anchorena, Luro y la familia Roca por supuesto. Así se forjó la oligarquía argentina, con las tierras que el Estado les quitó a los indios para dárselas a ellos.
Cien años después, durante la dictadura del “Proceso de Reorganización Nacional”, volvió el Estado a utilizar generosamente la plata que es de todos para beneficiar a unos pocos. Domingo Cavallo (si, el mismo de Menem y De la Rúa) en 1982, como presidente del Banco Central, decidió beneficiar con un seguro de cambio a las grandes empresas que habían contraído grandes deudas en dólares, en momentos previos a una segura devaluación. Algunas de las firmas beneficiadas en miles de millones de dólares (que pagamos luego todos los argentinos) fueron extranjeras como IBM, Esso, Renault y Kodak; otras de origen nacional como Pérez Companc, Bridas, Aluar, Sideco Americana S.A (de la familia Macri), Acindar (Martínez de Hoz uno de sus dueños), Alpargatas, el Banco de Italia, Celulosa, etc.
El actual presidente del Banco Nación, Carlos Melconián, fue como Jefe del Departamento de Deuda Externa del Banco Central, el que firmó en 1986 y envió al directorio de la entidad el informe 480/161, donde se pedía anular la investigación de la deuda privada contraída en el exterior a principios de los ochenta. Es decir, de la misma deuda que estatizó Cavallo.
Hay muchísimos ejemplos mas, particularmente durante el gobierno de Carlos Menem, en la década de los noventa, de cómo se han utilizado los dineros y bienes del estado, que son de todos los argentinos, para el enriquecimiento ilegal e ilegítimo de unos pocos. Los Kirchner han sido simplemente continuadores de esta larga tradición nacional. Hay que reconocerles eso si, que fueron los primeros en hacerlo con relato “nacional y popular”.
Nos hemos extendido en este racconto de la historia de la corrupción y el latrocinio a los bienes públicos en la Argentina, porque este gobierno de Cambiemos tiene entre sus mas altos funcionarios, a una buena cantidad de personas que fueron partícipes (ellos o sus grupos económicos) de dicha conducta tan lesiva al interés nacional. Bueno es entonces estar alertas para que no se vuelva a repetir. Para que no pongan desde el macrismo, como el tero, el grito en un lado y los huevos en otro.
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur