Un nuevo rumbo, un nuevo Proyecto Nacional: Las bases indispensables. Por H. Tumini.

Por Humberto Tumini / Nacional diciembre 26, 2020 17:25

Un nuevo rumbo, un nuevo Proyecto Nacional: Las bases indispensables. Por H. Tumini.

26 de diciembre del 2020

EDITORIAL

Un nuevo rumbo, un nuevo Proyecto Nacional.

Las bases indispensables.

El 10 de diciembre del 2019, al asumir la presidencia después del desastre macrista, Alberto Fernández convocó a un “Proyecto Nacional de Desarrollo”. Estuvimos bien de acuerdo con ello en ese entonces. Seguimos pensando, hoy, por supuesto, que es lo correcto.

A principios del año pasado, ya con las pruebas sobre la mesa de dónde nos llevaba la derecha neoliberal, en particular a las mayorías populares, dijimos desde Libres del Sur que había que sacarla de la Rosada; para así poder conducir a la Argentina por un nuevo rumbo, radicalmente distinto del que llevábamos en ese entonces. Perdió Macri y abandonó el gobierno.

Han transcurrido doce meses desde que llegó el Frente de Todos, a la herencia recibida debió sumarle luego esta pandemia que sacudió al mundo y a nuestro país. Con sus mas y menos, con aciertos y errores, ha ido capeando el temporal. Pero ahora, ya regresó el momento de discutir respecto de aquella convocatoria que hizo el presidente, referida a la nación que debemos construir.

Por cierto, sucede lo previsible en tiempos como estos: los debates y la realidad se tensan cuando vamos al hueso de por dónde transitar. Son intereses concretos los que están en juego y ya sabemos cómo la gastan los que tienen poder, cuando de los suyos se trata.

En esas discusiones en curso el gobierno se posiciona, en la teoría, con el discurso de ir nomás a un nuevo proyecto nacional. Pero cuando empieza a bajar a la práctica, a las políticas y medidas concretas, eso ya no es tan claro. Por ejemplo, en esto de si hay que ir o no a un ajuste como plantean el FMI y los grandes grupos económicos.

Cierto es que la recuperación, y por tanto el momento de tomar decisiones de por dónde marchar, recién empieza. Pero también es real que las señales que emite la actual administración, son difusas. De allí que expresaremos, una vez mas, nuestra visión respecto de por dónde hay que rumbear para poder salir adelante, aunque sea paso a paso, desde los intereses nacionales y de la mayoría de nuestra sociedad.

Por lo pronto, no es ni comprensible ni aceptable tener una nación donde el 50% de sus habitantes son pobres y el 3% vive en el lujo y acumula creciente riqueza; que, encima, no invierten y se llevan al exterior. Si o si hay que redistribuir la renta nacional, que debe ir menos a los ricos y mas al resto de las y los argentinos. No solo por cuestiones éticas y morales, que las hay, sino además por estrictas razones económicas, sociales y políticas.

Paralelamente hay que generar puestos de trabajo, en los tiempos mas cortos posibles. Hemos perdido una enormidad de ellos entre Macri y la pandemia. Crear empleo es el camino para disminuir la pobreza y es darles dignidad a nuestros y nuestras compatriotas. Para ello hay un camino claro: reindustrializar la economía sustituyendo importaciones. Apuntalando paralelamente, desde un Estado fuerte, a las pymes, las cooperativas y los emprendimientos de la economía popular, que son los que generan dichos empleos masivamente.

Los recursos para invertir en la producción, crear trabajo e incrementar así el consumo de la mayoría de la sociedad, deben salir en una primera etapa de la renta de nuestros recursos naturales. Del gas y el petróleo, el litio, la minería en general, la pesca, el campo. Sobre esa cuestión, además, hay que ser muy firmes y precisos en lo siguiente: Soberanía, primero Argentina, después las multinacionales y los oligarcas. No habrá salida sin tener esto bien presente.

Llevar adelante esas políticas y medidas, que tocan intereses poderosos, no será posible sin el protagonismo consciente de nuestro pueblo. Eso enseña la historia desde siempre. Para ello hay que avanzar resueltamente a una Democracia Participativa. La nuestra, en los hechos, es solo representativa; se resuelven en el ejecutivo o en el Congreso las grandes cuestiones que afectan a todos y todas, con el pueblo de mero espectador. Eso, es una gran fuente de debilidad política para transformar la nación.

Finalmente, es visible que hay que gestar una nueva dirigencia política si queremos alcanzar un proyecto nacional de desarrollo. Porque para esto habrá que bancarse las presiones, los ataques, aprietes y las maniobras de los poderosos -de acá y de afuera-, que van a ver afectados sus intereses. Y la realidad es que una parte no menor de la dirigencia que hoy tendría que conducir este proceso, no se ha mostrado de 20 años a esta parte a la altura de sus responsabilidades. Producto de ello grandes sectores sociales, que deben ser actores activos de esta patriada, no le cree ni confía en ella.

De allí que hay que generar en los años por venir otra dirigencia política. Una nueva, que sea firme ante los poderosos, honesta con los dineros de todos y que no les mienta a sus representados.

Para finalizar digamos que es posible encontrar una salida para hacer una nueva nación, que nos contenga a todes y no solo a los ricos. Pero tengamos bien en cuenta que, a diferencia de como reza el refrán, en este caso no todos los caminos conducen a Roma.

Humberto Tumini
Presidente Libres del Sur


Por Humberto Tumini / Nacional diciembre 26, 2020 17:25