07/07/13 - 08:43hs

Los distritos gobernados por el kirchnerismo en el Conurbano bonaerense están sumergidos en la pobreza y las carencias, que son el caldo de cultivo del clientelismo político. Sus responsables cumplirán un rol protagónico en las próximas elecciones

El conurbano bonaerense representa la zona urbana con mayor densidad de población del país, donde se concentran más de 10 millones de habitantes. El área metropolitana que rodea a la Capital Federal es también uno de los centros de mayor pobreza y atraso de la Argentina, luego de una década que el kirchnerismo se empeña en llamar “ganada”. La realidad es bien diferente: la postergación social, es el caldo del cultivo de las formas más infames del clientelismo político que, lejos de quedar circunscripto a un territorio determinado, ahora busca expandirse a partir de que sus responsables ocuparán lugares preponderantes en las listas legislativas del oficialismo.

Según un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA), cerca del 30% de los habitantes del Gran Buenos Aires son pobres, lo que afecta a uno de cada cuatro personas. Mientras, en esa zona seis de cada cien son indigentes, por no tener ingresos suficientes para procurarse la comida diaria.

Por otro, lado “en el conurbano, el 30% de la gente no tiene agua por red, el 63% carece de cloacas y el 39% no tiene gas por red”, según apunta el economista, miembro del Instituto Di Tella y ex secretario de Energía de la Nación, Alieto Guadagni.

A pesar de esto, dos intendentes de distritos que forman parte de esta realidad, Martín Insaurralde de Lomas de Zamora y Sergio Massa de Tigre, encabezan las listas de diputados nacionales del Frente para la Victoria y el Frente Renovador respectivamente y ambos encarnan los mismos intereses.

“Se ha construido una ficción de determinados intendentes del Conurbano, de que son buenos gestores, cuando en realidad cuando uno ve los datos duros se da cuenta que son castillos de naipes que se caen”, dijo a Hoy el diputado nacional del Gen, Gerardo Milman, uno de los dirigentes más cercanos a Margarita Stolbizer.

Durante la década K, salvo pocos casos excepcionales, la gran mayoría de los 24 distritos del Conurbano estuvieron gobernados por intendentes que adhirieron al kirchnerismo. Con mayor o menor grado de lealtad, esos intendentes ahora se reparten entre el massismo y el kirchnerismo. Los que se mantienen fieles al gobierno nacional suman unos 16, aunque la gran mayoría de ellos fueron kirchneristas hasta no hace mucho tiempo.

Los intendentes que siguen siendo K, entre los que sobreviven algunos de los llamados barones del Conurbano, fueron los encargados de armar las listas para legisladores provinciales de las secciones electorales Primera  (noroeste)  Tercera (sureste). Sin embargo, mientras ellos mantienen el poder sus distritos viven una angustiante realidad.

Quilmes no puede despegar por las malas gestiones

sQuilmes viene sufriendo nefastas conducciones, que lo llevaron a convertirse en uno de los distritos con más problemas en el Conurbano bonaerense. Al actual senador kirchnerista Aníbal Fernández, le sucedió el ex senador provincial Federico Scarabino, el radical Fernando Geronés y Sergio Villordo, delfín de Aníbal Fernández.

El actual intendente Francisco “Barba” Gutiérrez (foto), que ahora encabeza la lista de concejales con su polémica candidatura testimonial, profundizó más de veinte años de malas políticas en Quilmes.

“La situación del distrito es caótica por la pobreza estructural”, dijo a Hoy el concejal del Frente Amplio Progresista (FAP) Mario Sahagun. El edil destacó la situación de zonas críticas como Villa Itati, La Ponderosa, La Esperanza, Viejo Bueno y San Sebastián.

 Esas zonas abarcan cerca de 40 mil hogares, donde viven unas 200 mil personas en situación de pobreza estructural, destacó Sahagun. Además, el representante del Fap aseguró que “tres de cada diez chicos quilmeños no concurren a escuelas y siete de cada diez chicos de 20 a 24 años no superan los diez años de escolaridad, no terminaron el secundario y en muchos casos ni la primaria”.

Además, en los últimos cinco años se crearon entre 14 y 15 nuevos asentamientos, “en muchos casos en lugares en los que el suelo ni siquiera está apto porque no se hizo ningún saneamiento y está contaminado”, dijo Sahagun.

Otro dato preocupante es el déficit habitacional, que es de unos 30 mil hogares y hay 250 mil personas con problemas de viviendas, según  los datos que maneja la oposición de Quilmes.

Sin embargo, todas estas necesidades insatisfechas se dan en un contexto en el que ha aumentado considerablemente la recaudación municipal. En cinco años hubo cinco aumentos de tasas, que acumulados suman 1.000 por ciento de incremento”, recordó Sahagun.

Aunque, esos montos que ingresan al municipios no se reflejan en mejoras. “El mayor gasto de la gestión se va en pagar sueldos políticos, que incrementaron la planta a casi 6 mil empleados y se le pagó a la empresa recolectora de residuos Covelia 90 millones anuales en 2012, por un servicio que es pésimo, en cada esquina hay un basural a cielo abierto”, concluyó Sahagun.

Crisis de vivienda y falta de servicios

Uno de cada cuatro argentinos vive en el Conurbano bonaerense. Sin embargo, el acceso a la vivienda es complicado en esa zona y el acceso a los servicios es precario.

Según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina), la “tenencia irregular de la vivienda” abarca al 13,8% de los hogares. Por su parte, el 26,9% de las viviendas no tienen agua potable. El 52,7% no tiene conexión a la red cloacal. El 32,9% carece de conexión a la red de gas natural y el 29,4% no tiene pavimento en la cuadra.

También el 15,4% de las viviendas no tiene baño, retrete o descarga mecánica de agua. Las cosas se agravaron porque los cortes en el servicio eléctrico afectaron más al conurbano que a otras regiones del país.