La esperanza sigue en pie

Abril del 2010

LA ESPERANZA SIGUE EN PIE

La semana que viene haremos el primer Congreso Nacional de Libres del Sur. Habrá estado precedido de los debates en las comisiones de base que hemos constituido a lo largo y ancho del país. Comisiones donde se eligieron los centenares de delegados que participarán de aquel; el 50% serán mujeres. Participación de todos y todas las militantes, igualdad de género, dos pilares de nuestra construcción política. Seguramente la enorme mayoría de los compañeros y compañeras delegados tendrán menos de cuarenta años, y muchos de ellos menos de treinta. Apostar a la juventud para gestar futuro, otro de nuestros rasgos constitutivos.

¿Qué  vamos a debatir en el Congreso? Las razones del fracaso del kirchnerismo, del que formamos parte durante cinco años, los rasgos principales de la etapa que está comenzando y nuestra estrategia para abordarla.

Con respecto a lo primero -la frustración del proceso que se abrió  el 25 de mayo del 2003- seguramente no nos vamos a extender demasiado, ya lo hemos analizado exhaustivamente desde que nos fuimos del gobierno a la fecha. Sacaremos sí las principales enseñanzas que nos deja el haber desaprovechado, por graves limitaciones políticas e ideológicas, y errores de quienes la historia puso al frente, la oportunidad de construir una Argentina mejor; que la lucha popular contra el neoliberalismo, aquí y en el mundo, nos brindó. Quedará seguramente grabado a fuego en nosotros que sin redistribuir en serio la riqueza, afectando todos los poderosos intereses que haya que afectar, sin renovar el sistema político, derrotando al bipartidismo y construyendo una nueva y vigorosa representación popular, sin participación y protagonismo ciudadano, y sin honestidad en los que gobiernan, no hay proyecto nacional que pueda conducirse al triunfo en estas tierras.

Pondremos sí, mucho más énfasis en desentrañar los rasgos principales de lo que se viene en nuestra nación; y a partir de ello armarnos políticamente para intervenir, decididos, en la lucha por la soberanía política, la independencia económica, la justicia social, por democracia, igualdad y honestidad, en defensa de nuestros recursos naturales, del medio ambiente, de los derechos de todas y todos, y por la unidad latinoamericana.

¿Y que se viene en nuestro país? Aun cuando tengamos todavía de aquí al 2011 un período de transición, con aspectos mezclados de la etapa que está terminando y de la que comienza, lo esencial es que se avecina un tiempo de confrontación clara entre el proyecto de la reacción (de buscar llevarnos nuevamente a un modelo económico más concentrador, a uno político de menos democracia y mas coerción, y a un posicionamiento internacional más cerca de los EEUU y más lejos de Latinoamérica) y el proyecto del campo popular. Fracasó ya, más allá de la interesada alaraca oficialista, el intento de caminar a dos aguas, con un pie en cada lado. Pudo haber sido una correcta táctica allá al principio de la gestión Kirchner, cuando se partía de una economía muy deteriorada y limitado consenso político; pero claramente fue la limitación más grave eso de transformarlo luego en estrategia, y la causa profunda del derrumbe. Los nuevos tiempos en la Argentina estarán caracterizados por la divisoria clara de los campos: allá ellos, acá nosotros.

Ese es el escenario que hay que tener en cuenta a la hora de trazar la nueva estrategia del campo popular. Como así también que no es cierto que nuestra sociedad haya girado a la derecha, como interesadamente difunden desde las usinas del gobierno para explicar la pérdida de apoyo ciudadano. Que lo diga sino Macri.

Contamos con las condiciones objetivas en el terreno político, social y económico para reconstruir las fuerzas populares que enarbolen un nuevo proyecto nacional; y comenzar a transitar el camino hacia la conquista del gobierno. Tenemos también en Pino Solanas el dirigente que puede expresar ese anhelo, por trayectoria, convicción, y por estar dotado de pensamiento nacional. Poseemos un programa de cambios profundos y progresistas. Debemos ser capaces, en tiempos más bien cortos, de construir la herramienta política amplia y unitaria que le dé sustento a esta estrategia.

De todo ello hablaremos en nuestro Congreso. La esperanza sigue en pie. Nuestra voluntad política tiene la firmeza de siempre, 22 años de historia así lo certifican.
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur