La provincia y la Ciudad de Buenos Aires se volvieron a inundar, acontecimiento que no sorprendió a nadie. Comericantes y ciudadanos de clase media y sectores populares perdiendo todas sus pertencias. Y hubo víctimas fatales: un jubilado de 65 años falleció ahogado en su casa de Isidro Casanova, en La Matanza, y una mujer de 30 años murió electrocutada en Lanús.

Las calles anegadas, el desborde de ríos y los más de 2.800 evacuados fueron el resultado de una película que se repite con cada temporal que azota a la región. Achacar tales consecuencias a “desgracias naturales” ya no sirve de excusa para la dirigencia política, que intenta desviar las culpas sobre lo sucedido. Las obras sin concluir, y sin siquiera iniciarse, demarcan las causas concretas de una problemática que tiene como máximo responsable al Gobierno nacional, secundado por los estados provinciales y municipales.

La Matanza, el distrito más afectado

La Matanza, lugar concurrido por la presidenta Cristina Fernández y candidatos oficialistas en aquellos años electorales, fue una de las ciudades más perjudicadas de la Provincia. La lluvia, causante de importantes destrozos, hizo estragos principalmente en aquellas zonas donde la negligencia gubernamental es moneda corriente.

“La Matanza ya cambió. Y afortunadamente, La Matanza unida no tiene techo”, aseguró en diciembre de 2011 el intendente Fernando Espinoza, en el marco de la inauguración de las sesiones legislativas del distrito bonaerense más poblado. Lo cierto es que el cambio anunciado por el jefe comunal ultrakirchnerista se aleja con el pasar de las horas y la crecida del agua.

“En la ciudad tenemos varios arroyos. Los desbordes más considerables se dieron en los  arroyos Morales y Las Víboras. Ahí hay varias obras (hidráulicas) que no se terminaron”, indicó a Hoy Sandra Oviedo, concejal del Frente Amplio Progresista (FAP).

La improvisación y los proyectos de viviendas 

“En González Catán hay un Programa Federal de Viviendas de alrededor de 200 viviendas que se construyeron en una zona inundable, y que ahora están bajo el agua. Por esta situación no se pudieron entregar (las casas)”, aseguró Oviedo, quien además señaló que “estas promesas incumplidas” ocurren desde  hace “más de tres años” y que “no se hizo ningún tipo de obra para que esto deje de pasar”.

“Tenemos alrededor de 100 evacuados que tendrían que estar incorporados en los planes de viviendas inundadas. La mayoría de los damnificados están a la vera del arroyo. El traslado de esta gente es responsabilidad de Acumar”, agregó la edil del FAP, quien aseguró a este medio que no podía volver a su despacho, ya que también se encontraba inundado.

Acumar, en la mira 

“Nuestra misión es mejorar la calidad de vida de más de 5 millones de habitantes en la cuenca, trabajando para generar resultados duraderos a través de la construcción de obras de infraestructura, limpieza y mantenimiento del espacio público, control de las condiciones ambientales y de la actividad industrial”, asegura la Autoridad Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) en su sitio oficial en la web. Lo cierto es que el organismo, compuesto por los estados nacional, provincial y municipales, en estas horas es apuntado como uno de los responsables de la situación que deben afrontar los cientos de familias evacuadas.

“Las obras dependen directamente de la intervención de la Acumar. Hay un constante incumplimiento de control sobre las obras hídricas, por lo que cada vez que llueve la gente se tiene que trasladar  a una escuela o a la casa”, concluyó la legisladora de La Matanza.

Las zonas más afectadas

El Gran Buenos Aires, varios barrios de Capital Federal y numerosas localidades del centro del país fueron las regiones que más se vieron afectadas por el intenso temporal de viento y lluvia que entre las 4 y las 9 de la mañana de ayer superó los 87,4 milímetros de agua caída.

En la provincia de Buenos Aires, La Matanza, Quilmes (ver página 4), Lanús y Avellaneda fueron los distritos más perjudicados por las crecientes fuertes lluvias. A su vez, Navarro, San Miguel, San Martín, Ituzaingó, Almirante Brown, Tres de Febrero, Cañuelas, Esteban Echeverría y Ezeiza también debieron sufrir las consecuencias del intenso temporal.