Heroína de la Patria Grande

La Patria también es Mujer:
Juana Azurduy heroína colectiva de la Patria Grande

 

Seguramente si preguntamos a niñas y niños de edad escolar si conocen a Manuel Belgrano o José de San Martín por mencionar algunos de los próceres, sin dudas tendremos la afirmativa respuesta de que “son próceres de nuestra historia”, ahora bien muy poco se conoce sobre la participación de las Mujeres y mucho menos del gran valor con el que lucharon defendiendo a la Patria Latinoamericana. Esto se debe a una fuerte visión androcéntrista de la historia, es decir cuando el enfoque histórico se centra exclusivamente en los varones. La historia oficial ha sesgado la participación de las mujeres negando la valoración y el reconocimiento del protagonismo femenino. La historia nos muestra la participación de las mujeres incondicionales a sus maridos esperándolos regresar de las batallas, o bordando banderas.
La Teniente Coronela Juana Azurduy de Padilla fue una mujer que con gran audacia y compromiso con el futuro, se puso al frente de una lucha tan desigual, como fue la guerra independentista de nuestro territorio americano. Más aun, llegó a conseguir el título de Teniente Coronela no por azar de la vida sino por su valentía, tesón, fidelidad y lucha hacia lo que creía justo, como era la libertad para los pueblos de América del dominio extranjero.
 

Nació en el cantón de Toroca en las cercanías de Chuquisaca, el 12 de julio de 1780, una de las ciudades más importantes de la América española. Pertenecía al Virreynato del Río de La Plata desde 1776, igual que el resto del Alto Perú, y en ella residían nada menos que la Universidad de San Francisco Xavier, la Audiencia y el Arzobispado. Tal destino geográfico influyó decisivamente en su vida.
 

Durante su infancia, su familia tenía un buen pasar. En su etapa universitaria, circulaban las ideas de los neoescolásticos españoles -Vitoria, Suárez, Covarrubias, Mariana-, que prepararon el camino para la conmoción ideológica producida por la Enciclopedia Francesa, y las ideas de Rousseau. Fue allí donde nacieron las demandas de igualdad, libertad y fraternidad que comenzaron a conmover los cimientos de la dominación española en sus colonias virreinales del sur de América. Juana se rebelará contra la rígida disciplina, promoviendo reuniones clandestinas.
 

Posteriormente, luchará en la guerra contra las tropas realistas a tal punto que su ejemplo hizo que muchas mujeres se sumaran a la gesta; las originarias prácticamente la convirtieron en objeto de culto, como una presencia vívida de la propia Pachamama.
Juana comandaba un ejército de las llamadas “Amazonas” valerosas mujeres que defendían la Patria al igual que los hombres. Manuel Belgrano, en un hecho inédito, envió una carta donde nombraba a Juana Teniente Coronela.
 

Juana Azurduy, luego de ello, decidió dirigirse a Salta a combatir junto a las tropas de Güemes, con quien estuvo tres años hasta ser sorprendida por la muerte de éste, en 1821. Decidió regresar junto a su hija de 6 años, pero recién en 1825 logró que el gobierno le dé cuatro mulas y cinco pesos para poder regresar. En 1825 se declaró la independencia de Bolivia, el mariscal Sucre fue nombrado presidente vitalicio. Este le otorgó a Juana una pensión, que le fue quitada en 1857 bajo el gobierno de José María Linares.
 

Doña Juana terminó sus días olvidada y en la pobreza, el día 25 de mayo de 1862 cuando estaba por cumplir 82 años. Sus restos fueron exhumados 100 años después, para ser guardados en un mausoleo que se construyó en su homenaje.
La lucha de las mujeres fue fundamental en la guerra gaucha y fundamental fue la lucha librada por la Teniente Coronela Juana Azurduy.
 

La historia debe ser contada como ciertamente ocurrió, porque de nada sirve relatarla si no se logra un cambio a favor de la verdad. Si seguimos manteniendo el actual status quo de los hechos, nunca vamos a alcanzar los cambios que necesitamos para que todos y todas podamos vivir en una sociedad respetuosa y orgullosa de sus valores.
 

En el Bicentenario de la Patria es preciso que nos veamos identificados/as con los símbolos de un País verdaderamente soberano, con una imagen mucho más humana y ejemplar, como lo es la Imagen de Nuestra Teniente Coronela Juana Azurduy.
 

Muchas veces no nos preguntamos sobre nuestros símbolos patrios, es uno de los objetivos de las clases dominantes imponer ideología sosteniendo un discurso único. Es por ello que desde el Movimiento Juana Azurduy impulsamos el Proyecto que propone cambiar la figura de J. A. Roca de los billetes de $100 por la de la Teniente Coronela Juana Azurduy. Porque creemos necesario reflexionar sobre quienes nos representan y se instalan en la sociedad como ejemplos, cabe preguntarnos ejemplos de que?
 

Recordando el pasado: en julio de 1878, al hacerse cargo del Ministerio de Guerra y Marina, el general Julio Argentino Roca puso en marcha un plan donde resolvía terminar con la población indígena del sur para afirmar lo que él llamó la "soberanía nacional". Fue en ese mismo mes que cada comandante de frontera recibió la orden de invadir las tierras aborígenes. Y Roca usó una palabra que, mucho tiempo después, utilizarían los nazis: hay que emprender rápidamente una "campaña de limpieza". La orden tenía como objetivo avanzar con rapidez hasta la línea del río Negro y, en lo posible, no dejar a nadie con vida. Así fueron asesinados miles de indígenas - entre ellos mujeres, ancianos y niños -, incorporando al "dominio soberano y efectivo de la Nación" una superficie territorial de 15.000 leguas.
 

Pero Roca, aun insatisfecho con ello, comenzó nuevas acciones de exterminio cuando asumió su segunda presidencia. Para acabar definitivamente con los aborígenes del territorio sur, el general Lorenzo Wintter (gobernador de la Patagonia y jefe de su guarnición), emprendió otra campaña de aniquilamiento que se desarrolló entre fines de 1883 y principios de 1885. En esta campaña dieron muerte a un número alto y no determinado de integrantes de las tribus como también a 3700 indígenas combatientes. El general Wintter, en su informe, le anunció al general Roca: "Me es altamente satisfactorio y cábeme el honor de manifestar al Superior Gobierno y al país, que ha desaparecido para siempre en el sur de la República toda limitación fronteriza contra el salvaje". Resta solamente agregar que esto se puede resumir es una sola palabra: genocidio
 

Cambiar la imagen de Roca por la de Juana Azurduy no sólo tiene el propósito de hacer visible la figura de las mujeres y su participación en la historia, sino también marca un fuerte compromiso con el modelo de país que queremos construir. Un país soberano, con verdadera distribución de la riqueza, con real acceso a la educación , a la salud, tolerantes a la diversidad, donde los derechos sean respetados. Hoy como hace tantos años atrás nuestros hermanos y hermanas de los pueblos originarios siguen padeciendo la opresión, la discriminación y el olvido. Las mujeres continuamos en desigualdad, víctimas de toda forma de violencia.

En el bicentenario de la patria recordamos a la Teniente Coronela y con ella a todas las heroínas anónimas de quienes estamos orgullosas y cotidianamente sostenemos la lucha por esa Patria grande que de ellas heredamos.
 

Nosotras las mujeres fuimos parte de la historia y somos parte del presente porque la Patria también es Mujer.

Nancy Sotelo
Movimiento Juana Azurduy-Chaco
 

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