Dujovne presentó la reforma impositiva.
El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne presentó la llamada reforma impositiva.
Si bien suena con título ampuloso, y promete entre otras cosas gravar la renta financiera; y las segundas propiedades, con un intento de cobrar impuestos a las viviendas ociosas; el mismo informe del ministro Dujovne reconoce que con esta reforma el costo fiscal a cinco años será del 1,5 puntos del PBI, mientras que con la eliminación de retenciones a la soja y a las mineras entre otras reformas, en tan solo un año y medio de gestión de Cambiemos el costo fiscal fue de 2 puntos del PBI.
En el caso del impuesto a las ganancias en vez de actualizar la famosa tablita de Machinea para que se cobren distintas alícuotas en forma progresiva desde el 9% al 35% (el kirchnerismo en su afán recaudatorio al no actualizarla según la inflación, permitió que desde un kiosco hasta una multinacional paguen el 35% de sus ganancias) la propuesta de Dujovne unifica en un 25% esta alícuota, y recién en cuatro años, pero elimina en forma definitiva la progresividad.
El gobierno busca implementar nuevos impuestos a cervezas, bebidas alcohólicas, gaseosas dulces y espumantes y a combustibles contaminantes. Cabe destacar que antes de implementar campañas de concientización sobre combustibles contaminantes, sobre bebidas alcohólicas para disminuir su adicción o sobre las bebidas azucaradas y su riesgo en la salud; la primera reacción del gobierno fue aplicarles un fuerte gravamen de 17%, algo que sin lugar a dudas impactará en amplios sectores de nuestra población.
Al mismo tiempo se reduce las alícuotas a cero para motos y autos de gama media, productos que no son precisamente los que consumen la mayoría de los sectores populares.
Si bien habrá que analizar la letra de los proyectos una vez que tengan estado parlamentario, entendemos que esta reforma combinada con la reforma laboral va en sintonía con el tono neoliberal que pretende este gobierno donde se alivianan las cargas para las grandes empresas y exportadores mientras que para los pequeños comercios o empresas solo quedan anuncios, a implementarse a fin del mandato de este período de gobierno.
Se mantiene un fuerte interés recaudatorio sobre el consumo de amplios sectores de nuestra población, mientras que no hay intenciones de una reforma impositiva progresiva. Las mineras y los grandes exportadores de soja siguen siendo los beneficiarios desde el día uno del gobierno de Cambiemos.
En definitiva mantienen el traslado de ingresos para los sectores más ricos de nuestra población.