La batalla de Argel
La batalla de Argel
Este es el título de una película dirigida por el cineasta italiano Gillo Pontecorvo, filmada y estrenada en 1965 que obtuviera el León de Oro en el Festival de Venecia.
Por Manuel Justo Gaggero (especial para ARGENPRESS. info)
En la misma se narra, con gran dramatismo, el intento del ejército francés dirigido a derrotar al Frente de Liberación Nacional argelino usando para ello la "técnica represiva" del secuestro-tortura indefinida y desaparición de persona en la que luego, muchos años mas tarde, "entrenaran" a los oficiales del ejército argentino.
Años antes un periodista francés-Henri Alleg, integrante del Partido Comunista de ese país, había descripto en un libro que titulara "La Question", traducido aquí como "La Tortura", los tratos crueles y aberrantes que había sufrido en Argel, ejecutados por oficiales de las fuerzas armadas de su país dirigidos por el General Masu que lo acusaban de colaborar con la resistencia argelina.
De que país estamos hablando. Veamos.
La Republica Argelina Democrática y Popular -denominación que adoptó luego de la liberación- tiene una superficie de 2 millones trescientos mil kilómetros cuadrados, con una población de casi 35 millones de habitantes, de los cuáles el 60 % vive en las ciudades. Con una desocupación que alcanza al 22 % de su población activa, el producto bruto por habitante es de 4. 400 dólares, la expectativa de vida llega a los 74 años y la mortandad infantil es de 24 por mil. El 99 % profesan la religión musulmana-sunita. Los idiomas oficiales son el árabe clásico y el tamazigt o bereber.
Tiene importantes reservas petroleras, que lo convierte en un país rico con una población pobre.
Hoy, como en la mayoría de los países árabes, se desarrollan grandes movilizaciones en sus principales ciudades Argel -su capital -, Orán y otras que reclaman mayor libertad, y un reparto mas equitativo de la riqueza.
Pero cómo comenzó esta historia.
Hasta 1830 Argelia era un país libre. Fue la segunda nación, después de la República de Haití, en reconocer a la Junta de Mayo, que iniciaba la lucha independentista en nuestra Patria, en 1810.
Gran productor de trigo, a fines del siglo XVIII vendió, al Gobierno Revolucionario de Francia y luego a Napoleón Bonaparte, gran parte de su producción.
Ante la imposibilidad de lograr el pago, en mayo de 1830 el Rey Hussein exigió que se saldara la deuda y en la entrevista con el Cónsul francés, en el medio de la discusión, le pegó a éste con su abanico.
Esta fue la excusa que utilizó el monarca francés para que, a los pocos días, desembarcaran en esta nación una contingente militar de 40 mil hombres, que habían embarcado en el puerto francés de Tolón.
Esta expedición colonialista fue financiada por la Banca Rothschild, con 100 millones de francos.
La resistencia se empezó a organizar bajo el liderazgo de Abdel Kader, frente a los crímenes de los ocupantes, que invadían y asesinaban a las poblaciones indefensas y habían confiscado 5 millones de hectáreas para ser entregadas a colonos franceses.
En 1847 este dirigente independentista fue detenido y desterrado a Siria, donde falleció en 1883.
Durante la segunda guerra, y ante la invasión alemana a Francia, el General Charles De Gaulle que organizaba la fuerza militar francesa, ofreció a los colonizados argelinos que participaran de esta, y que obtenida la derrota de Hitler, modificaría el status colonial de Argelia.
Ahmed Ben Bella, un joven hijo de campesinos bereberes, junto a Hoauri Boumedienne y varios cientos de argelinos, aceptaron la propuesta, y tuvieron un desempeño importante en los combates en el territorio europeo, y en particular en Italia. Recibiendo, el primero, de manos del que luego ocuparía la presidencia de Francia, la Cruz de Plata.
Finalizada la contienda las promesas se desvanecieron por lo que en 1954 se constituyó el Frente Nacional de Liberación que inició la lucha por la liberación, para terminar con el colonialismo.
Pese a la atrocidad de la represión -que incluyó el uso sistemático de la tortura, la destrucción de 8 mil aldeas, el asesinato de mas de un millón de civiles y el despliegue de mas de 500 mil soldados para defender la "argelia francesa" y a los "pied noirs, los colonos franceses- la combatividad argelina obligó a De Gaulle a firmar los acuerdos de Evian, en 1962, que establecían un alto al fuego y la realización de un referéndum para determinar si era mayoritario el sentimiento independentista.
En la metrópoli numerosos intelectuales como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, y Agnes Varda, entre otros, reclamaban el cese de la represión y de la ilegal ocupación.
En 1961, miles de argelinos se habían volcado a las calles de París reclamando la independencia de su Nación. Ese 17 de octubre 250 de ellos fueron asesinados -algunos colgados en los Champs Elisses y otros ahogados en el Sena por las fuerzas de seguridad de la Nación gala-.
Por su lado los casi 14 mil detenidos fueron sometidos a tratos crueles, y aberrantes en las mazmorras del Servicio de Inteligencia ubicadas en Saint Germain de Press.
A su vez en el período que transcurrió entre la firma de los acuerdos y el plebiscito, y, bajo la pasividad del Gobierno de Francia, mas de 20 mil civiles y combatientes del FLN, fueron asesinados por la OAS, organización paraestatal dirigida por el General Raoul Salan.
Todos estos hechos son ignorados en la "historia oficial" de este país europeo que se reclama heredero de las banderas de libertad, igualdad y fraternidad enarboladas por la Revolución en 1789.
Finalmente el 8 de julio de 1962 fue consagrada la independencia de Argelia, que pasó llamarse Republica Argelina, Democrática y Socialista, cómo señalábamos anteriormente, asumiendo la presidencia Ahmed Ben Bella, acompañado por uno de los fundadores del FLN Houari Boumedienne.
En la Constitución de 1963 se estableció la orientación socialista del país, se nacionalizaron las propiedades abandonadas por los casi un millón de colonos franceses que abandonaron el territorio, se impulsó una reforma agraria y la autogestión de las pequeñas y medianas empresas.
Al mismo tiempo se planteó la necesidad de que las mujeres se liberaran de la opresión masculina y de la obligación de llevar el velo, iniciándose una gran campaña de alfabetización y estableciéndose un sistema de salud pública que cubría a toda la población.
El primer viaje que realizó el presidente de Argelia, al exterior, luego de estos anuncios, fue a Cuba, ya que había establecido una sólida relación con Fidel Castro y Ernesto Guevara.
Hacía un año que me encontraba en ese, el primer territorio libre de América, participando de un proyecto de conformación de un frente de liberación de nuestra Nación impulsado por Alicia Eguren y John William Cooke, por lo que presencié el recibimiento que el pueblo cubano le brindó al líder independentista.
Este, en la Plaza de la Revolución "José Martí" hizo una fuerte y vibrante alocución reiterando la necesidad de fortalecer el Movimiento de Países No Alineados y la solidaridad con Cuba, frente a las continuas agresiones de los Estados Unidos.
Este proceso que, a todos los que comenzamos a militar en los años 50, nos impactó, comenzó a mostrar signos de decadencia cuándo fue desplazado del gobierno Ben Bella, y reemplazado por su ex amigo Boumedienne, que recluyó en prisión, durante 10 años, a su viejo compañero de armas.
El nuevo presidente, si bien no cambió la orientación de su antecesor, en los aspectos principales, redujo su participación internacional y el apoyo al Frente Polisario que reclamaba el reconocimiento de la Republica Arabe Saharahui Democrática establecida en el desierto marroquí.
Luego de su fallecimiento, en 1978, se sucedieron diferentes dirigentes del FLN, que fueron suprimiendo el carácter socialista de la primera etapa, disminuyendo el rol del Estado en las políticas sociales, al mismo tiempo que se fortalecía el papel del Ejército como contralor del gobierno, generando, al mismo tiempo, una aristocracia política corrupta.
Como consecuencia de todo ello se fue, ampliando la brecha con los sectores mas pobres de la población -mas del 70 %- no garantizando el acceso al trabajo de millones de jóvenes que se ven forzados a emigrar a Europa, en la búsqueda de mejores condiciones y calidad de vida.
En ese contexto se produce un enfrentamiento armado con el Frente Islámico de Salvación -organización fundamentalista que cuestiona el carácter laico del Estado argelino- con miles de víctimas y un gran deterioro de los sectores productivos.
Lograda la paz, asume el gobierno Abdelaziz Bouteflika que hoy permanece en el poder, cada vez mas cuestionado, fundamentalmente por los jóvenes, que reclaman trabajo y libertad y por los veteranos dirigentes del FLN, que, como Ben Bella, exigen una vuelta a los principios fundantes.
Los sucesos en Libia han opacado las movilizaciones diarias que se dan en esta nación, que también es escenario del proceso de transformaciones democráticas que hoy sacuden al mundo árabe. Veremos que pasa.
Manuel Justo Gaggero
Abogado, ex director del diario "El Mundo" y de las revistas "Nuevo Hombre" y "Diciembre 20".
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