La primera mujer electa presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó este domingo que su principal misión como mandataria será erradicar la miseria en su país y crear nuevas oportunidades para toda la población de la nación suramericana con el objetivo de superar "el abismo que nos separa de un país desarrollado".

"Erradicar la miseria, la creación de oportunidades para todos los brasileños y todas las brasileñas, es nuestra ambiciosa meta, pero no es sólo la voluntad del Gobierno de Brasil, le hago un llamado a los empresarios, a la Iglesia, a las universidades, a las gobernaciones, a las alcaldías y demás personas del país porque no podemos seguir adelante mientras hayan brasileños con hambre, familias pobres y niños abandonados a su suerte", manifestó en la Sala de Prensa de su comando de campaña.

Agregó que "asumo humildemente mi misión pero, le pido el apoyo a todos para superar el abismo que nos separa de ser un país desarrollado".

Rousseff consideró que Brasil "es una tierra generosa y siempre nos va a devolver cada semilla que sembramos (...) Erradicar la miseria no viene de un simple sueño, viene de nuestra experiencia con el Gobierno de (Luiz Inácio) Lula da Silva de hacer posible un sueño que parecía imposible".

"Tendremos un duro trabajo, pero la genialidad de nuestro presidente Lula de encontrar en el país un mayor potencial que la economía de grandes naciones, las cuales están afectadas" tras la recesión económica mundial de 2008, dijo la primera mujer presidenta del país suramericano.

Señaló durante su discurso que para poder impulsar el crecimiento económico de Brasil es "importante crear nuestro propio mercado de ahorro y nuestras propias decisiones económicas".

Aclaró que "estoy lejos de decir que con esto pretendemos cerrar las puertas al mundo, vamos a seguir impulsando la amplia cobertura de las relaciones comerciales" con el mundo entero.

La presidenta electa reconoció la gran responsabilidad ante "un mundo que enfrenta retos de una crisis financiera que a veces busca recuperarse a través de caminos equivocados". Por esa razón enfatizó que la nación suramericana tendrá que establecer reglas para retomar los mercados.

"Con la especulación desmedida actuaremos con firmeza, cuidaremos la economía con toda la responsabilidad (...) El pueblo no acepta más la inflación", recalcó.

Por otro lado, la sucesora del saliente presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, enfatizó que otro de sus grandes compromisos durante cuatro años de gestión es "honrar a la mujer brasileña para que esto (su elección) se convierta en un evento natural. La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, un principio primordial de la democracia".

Asimismo, dijo que luchará por la amplia y estricta libertad de prensa, religiosidad y de culto (...) Por la observación permanente de los Derechos Humanos consagrados en nuestra Constitución".

Suceder a Lula será difícil

Durante su primer discurso, la recién electa presidenta de Brasil admitió que suceder al actual mandatario, Luiz Inácio Lula Da Silva es una tarea difícil.

"La tarea de sucederlo es difícil, es desafiante, pero sabré honrar este legado", aseguró la nueva presidenta del gigante suramericano.

Agradeció el apoyo del presidente Lula a su campaña y manifestó que entre los aprendizajes que le dejó tal colaboración es que "cuando se gobierna por el interés público y por los necesitados, una inmensa fuerza surge en el pueblo y ayuda a gobernar (...) y a vencer mayores retos".

Describió al jefe de Estado como "un líder enamorado de su país" y un hombre justo, además manifestó la alegría por los resultados de los comicios e indicó que es una mezcla de emociones.

"La alegría que siento por mi victoria se mezcla con la emoción de su despedida, un líder como Lula nunca estará lejos de su pueblo", sostuvo al tiempo que afirmó que el mandatario siempre encontrará las puertas abiertas.

Rousseff ratificó su compromiso de cumplir con lo prometido durante la campaña, como  la mejora en los servicios públicos, la mejora en la calidad de vida, las inversiones del país y el desarrollo del mismo.

Aseguró además que llevará "siempre con transparencia" las metas y dificultades que afronte en su gestión, que comienza el 1 de enero de 2011 y culmina en 2015.

"Me comprometí con la mejora seguridad pública, el combate a las drogas que afecta a las familia y jóvenes", señaló.

La economista brasileñase convirtió este domingo en la primera mujer electa presidenta de ese país en 121 años de República, al vencer en la segunda vuelta de las elecciones con 56 por ciento de los votos a su rival de derecha, José Serra, que alcanzó 43 por ciento.

Con 99,64 por ciento de los votos escrutados, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) ganó la contienda al sumar 55 millones 566 mil 528 (56,01%) de sufragios, mientras que Serra obtuvo 43 millones 637 mil 536 (43,99%), según lo publicado por el Tribunal Supremo Electoral en su página web.