Jesús, candidato a presidente: "Hay que tener un país más igualitario". Entrevista.
Jesús, candidato a presidente: "Hay que tener un país más igualitario"
En Corrientes, Jesús Arnaldo Escobar presentó sus propuestas por Libres del Sur. Es oriundo de Neuquén y se forjó al calor de las luchas sociales de los ‘90 en Cutral Co. "Hay que sacar a la Argentina del atraso y la pobreza a la cual la llevaron Macri, Cristina y Alberto", afirmó.
"Voy a ser presidente de la Nación y voy a hacer un gobierno que defienda los intereses del pueblo, no de los súper ricos, como hace esta gente que nos ha gobernado". Así, con la fuerza de sus convicciones, se presenta Jesús Arnaldo Escobar, el primero de la política argentina con postulación directa, abierta y, en su caso, por Libres del Sur.
Desde ese espacio progresista, Jesús insistió: "Hay que hacer un gobierno revolucionario para sacar a Argentina del atraso y la pobreza a la cual la llevaron Macri, Cristina y Alberto Fernández", resaltó.
Además, se presenta como una tercera opción para superar la denominada "grieta" política, aunque cree que ambos sectores están en realidad en la misma vereda. "Creo que es la nueva forma que ha encontrado el bipartidismo de seguir existiendo", señaló y acentuó luego: "Estos dos espacios lo único que han hecho, por lo menos en los últimos 15 años, es empobrecernos".
Jesús estuvo el jueves último en Corrientes, en el marco de una gira por distintas provincias del país para llevar su propuesta como candidato. En este contexto accedió a una entrevista en profundidad con época, en la que insistió en todo momento en su análisis crítico de la coyuntura política y económica de la Argentina y en una propuesta central: "Cambiar la lógica de este país que mostró su fracaso", remarcó.
Escobar nació en El Maitén, una localidad ubicada en el departamento Cushamen a orillas del río Chubut, y al Noroeste de la provincia del mismo nombre. Luego vivió en Cutral Co, el pueblo petrolero de la provincia de Neuquén que encendió la mecha de las luchas populares contra el neoliberalismo de los ‘90 hasta su estallido en el 2001. Al calor de esos momentos histórico se forjó Jesús, tanto en el secundario como en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue. En ambos casos fue presidente de sus respectivos centros de estudiantes.
Hoy es presidente de Libres del Sur de Neuquén y a nivel nacional el movimiento lo designó como su candidato a presidente para las elecciones del año que viene.
¿Qué punto en común hay entre el modelo y las luchas de los ‘90 con las de hoy?
Los valores son los mismos, lo que cambia son las metodologías.
¿De ambos lados?
Sí. Me parece que de un lado tenés a tipos que lo dicen muy explícitamente, como es el caso de Mauricio Macri: "Acá tenemos que volver a los ‘90", dice abiertamente. Y hay otros que hacen como el tero: pegan el grito en un lado pero tiene el nido con los huevos en otra parte. Este es el caso de Cristina Kirchner o Máximo Kirchner, en donde hoy los ves pidiendo que este gobierno deje de maltratar a los trabajadores, y dicen que están en contra del acuerdo del Fondo Monetario Internacional, como si ellos no integraran el gobierno y no fueran parte de los que legitiman esas políticas. Y bueno, al mismo tiempo se ve un proceso de concentración brutal de la riqueza.
Mi provincia, Neuquén, es una muestra de ello. Tenemos Vaca Muerta, en donde en los últimos cinco años, mes a mes, se rompe el techo histórico de producción de petróleo y gas, pero al mismo tiempo los últimos cinco años creció un 10% la pobreza. Eso, de alguna manera, ejemplifica el modelo de sociedad que vienen construyendo todos los que han gobernado hasta ahora. Yo digo: Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández hundieron al país.
¿Por qué?
Porque lo único que hicieron fue neoliberalismo y ajustes, lo cual en la Argentina significa que le aprietan el cuello a los trabajadores, a los más humildes, a la clase media. Por eso hoy tenemos a millones de personas de la clase media que no llegan a fin de mes, millones de pobres que comen una vez al día.
Esto es lo que hay que cambiar y se puede. Porque Argentina es un país rico. Y eso es lo que voy a hacer yo. Voy a ser presidente de la Nación y voy a hacer un gobierno que defienda los intereses del pueblo, no de los súper ricos, como hace esta gente que nos ha gobernado.
¿Se presenta como una tercera opción o en la vereda de enfrente de los demás frentes?
Totalmente distinto. Creo que hay una dirigencia que ya fue, que ya no sirve más, que maneja una lógica que no la pueden revertir: defenderle el bolsillo de los ricos. Porque cuando hablan del equilibrio fiscal, la única forma de resolverlo es quitándole a los que menos tienen, nunca bajando la tasa de ganancias de las grandes empresas. Por ejemplo: cinco o diez empresas del sector energético reciben 850 mil millones de pesos en subsidios, el 13% del gasto público. De eso nadie hablar. Pero todo el mundo se rasga las vestiduras con los 300 mil millones de pesos, el 2,5% del gasto público, que reciben 1.300.000 argentinos pobres que cobran un Potenciar Trabajo. Esto es lo que hay que cambiar en Argentina. Esa es una lógica perversa. Y por supuesto debe comenzar con cortar el acuerdo con el FMI.
¿La grieta existe como tal o, como planteó, todos están en el mismo lado?
Creo que es la nueva forma que ha encontrado el bipartidismo de seguir existiendo. El bipartidismos es el mecanismo brutal que ha encontrado el poder para gestionar la Argentina, en el cual dos frentes hacen como que se pelean, pero en realidad defienden los mismos intereses.
Nosotros, desde siempre hemos buscado generar una vía alternativa a ese bipartidismo.
¿Cómo se hace para revertir una situación en que hay 40% de pobreza?
La primera medida es dejar de darle nuestros dólares al FMI. Con eso hay que empezar un proceso de industrialización. O sea, de movida sustituir importaciones. Eso inmediatamente crea trabajo; también sé que es de mediano plazo. Ahora, para el corto plazo deberá haber un acompañamiento a las PYMEs y a la economía popular.
En la protección al débil, también está la necesidad de un Estado que atienda a los niños sometidos a la pobreza y sin perspectivas. ¿Qué se hace ante esta realidad?
El 60% de los pibes son pobres. Cuando analizamos la curva de pobreza, que decimos llega entre el 40% y el 50% en el conjunto de la sociedad, en los niños y adolescentes es brutal: prácticamente no tienen futuro. Hay que darle libertad, hay que darle presente y futuro. De alguna forma hay que tener un país más igualitario. Y hay que empezar por los pibes y también por los viejos.
¿Qué piensa de las intenciones de llegar a la reconversión de programas sociales a empleo formal?
Acá hay que crear trabajo. El hombre y la mujer deben trabajar en un empleo en blanco, con obra social, con jubilación, bien pagos. Y que sus hijos puedan comer en sus casas, en la mesa familiar. Hay que terminar con esta Argentina de la pobreza y hay que empezarlo ahora. Por lo tanto, hay que cambiar la lógica: ¿por qué hay que darle nuestros dólares al FMI? ¿Por qué pagar una deuda que es un fraude?
¿Y qué se necesita para cambiar esa lógica?
Esto requiere coraje, requiere un gobierno con coraje, un presidente con coraje. Es tan profunda la cultura de la entrega, del arrodillarse, de la genuflexión, que cuando uno plantea una cosa apenas distinta, pareciera que está planteando una locura, algo imposible. Pero imposible es pensar que se puede crecer pagándole al FMI.
Nosotros, desde Libres del Sur, venimos de presentar dos millones de firmas en el Congreso de la Nación, acompañando un proyecto de ley como iniciativa popular para congelar por un año los precios de los alimentos de la canasta básica y las tarifas de los servicios públicos. Es un ejemplo claro de democracia participativa.
¿Cómo observa el clima social, sobre todo de acá a fin de año?
Es incierto. Creo que hay una gran contención por parte de dirigencias burocráticas, que en el caso del sindicalismo y algunos movimientos sociales, contienen porque tienen acuerdos económicos con el gobierno. Ahora hay que ver hasta cuándo va a durar, porque realmente la situación abajo es muy dura.
Vos escuchás a la dirigencia política hablar de sus temas y da nauseas. Discuten si hay que eliminar las PASO o si hay que cambiar la integración de la Corte, cuando la gente no llega a fin de mes.
¿Cómo ve el escenario 2023? ¿Ve a Cristina y Macri como protagonistas?
Están en su derecho de presentarse como candidatos. Pero creo que son los últimos estertores de la vieja clase política, la misma que les defiende el bolsillo a los ricos. Creo que tenemos la gran responsabilidad, aquellos que buscamos una Argentina en la que el conjunto de la ciudadanía tenga una mejor calidad de vida, de construir un camino que nos lleve a la presidencia de la Nación. Y en eso estoy, recorro el país, estamos abiertos al diálogo con todos los sectores que tengan una visión similar a la nuestra y por sobre todas las cosas estoy abierto a que millones y millones de argentinos construyamos juntos ese camino.
En el nombre del hijo: un auto sin frenos y una familia sobreviviente.
"Mi padre me puso Jesús", dice Escobar a época cuando se le preguntó por su nombre de pila que de por sí sorprende como tal. Pero más sorprendente es cuando cuenta por qué lo bautizaron así. "Mis padres vivían a 40 o 50 kilómetros de mi abuela, pero la iban a visitar todas las semanas, pese a que en los años ‘60 eran grandes distancias. Un día fue él en el auto con mamá, que me llevaba en su vientre, y una perrita que tenía la familia. En una gran bajada se quedaron sin frenos y terminaron chocando contra la montaña para poder frenar. Por el fuerte impacto murió la perrita. Yo sobrevivo en la panza de mi madre, entonces mi viejo dice: "Mi hijo se va a llamar Jesús".
"Tenemos experiencias en el saqueo de nuestros recursos naturales"
Siendo un hombre del Sur del país, en donde desde hace tiempo está en debate la defensa de los recursos naturales, Jesús Escobar consideró que en esta problemática, actualmente "hay una política subordinada a los intereses de las grandes empresas trasnacionales y algunos pulpos locales".
Por eso "tenemos que ir a una política soberana, en la que se entienda, por ejemplo, al petróleo y al gas como un bien estratégico al servicio del desarrollo de la Nación", dijo.
"Tenemos la experiencias de saqueo de nuestros recursos naturales. Neuquén tiene las joyas de la abuela y de la tatarabuela saqueadas", resaltó.
"En el conflicto mapuche hay mucha estereotipación"
¿Qué es lo que sucede en el conflicto mapuche?
Hay mucha estereotipación. Les debe pasar a ustedes los correntinos, que ocurren procesos locales con tu vecino, a quien lo conocés y sabés que se llama Juan, pero visto desde la Capital Federal le ponen un mote de "El demonio de Corrientes" y así queda. Bueno, este proceso ocurre en el Sur y se da porque hay argentinos pobres que lo único que están haciendo es reclamar por unas tierras. Yo no estoy de acuerdo con la violencia, pero también hay una gran deuda por parte del Estado y los gobiernos argentinos con ellos.
Gustavo Lescano
Publicado en Diario Época