Tragedia de once: el gobierno, por la tangente

“No soy de los que creen en la responsabilidad de este Estado en lo que respecta a la tragedia de Once”. Así se pronunció la decana de la facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Florencia Saintout, en una nota de opinión del oficialista Página 12.

 (http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-215170-2013-03-06.html).

No hay posibilidad alguna de no considerar a este gobierno como principal responsable de esta triste realidad que vivimos aquel 22 de febrero de 2012, y nos gustaría explicar por qué. 
Más triste aun resulta la respuesta de funcionarios y dirigentes del arco kirchnerista, que oscilan entre desentenderse por completo o eludir la situación.

Fueron 52 muertos y más de 700 heridos los que delataron las políticas en materia ferroviaria de este y de los gobiernos que han pasado en los últimos 30 años de Democracia.

Este gobierno, que desde 2003 hasta esta parte destinó a la empresa concesionaria TBA 1.924 millones de pesos en subsidios; que no fiscalizó el mantenimiento y el funcionamiento de las líneas Mitre y Sarmiento a pesar de las reiteradas recomendaciones de la Auditoría General de la Nación y de organismos extra-gubernamentales y que nos propuso la llegada del Tren bala cuando nuestra gente viaja como ganado para laburar cada día.

Vinieron anuncios de obras, procesamientos y renuncias de funcionarios, la quita de la concesión a TBA, y fotos del gobierno mostrándose preocupado y ocupado en darle respuesta y solución al sistema ferroviario que mantienen intacto desde el menemismo. Todos parches y remiendos los de esta gestión, que busca entretener y aquietar a esta sociedad que ya ha expresado que no va a colocarse en papel pasivo alguno.

Nunca más dijimos en innumerables ocasiones. Nunca más asesinatos desde el Estado ni complicidades de los gobiernos. Nunca más a que nuestro pueblo sufra los padecimientos de la corrupción, el desinterés y de las viejas prácticas de la clase política argentina.

Como la señora decana, por la tangente se siguen yendo los voceros K. Es sólo hacerse responsable y asumir compromisos que nuestro pueblo espera.

Nos cuesta creer que hay alguna herida abierta en usted, señora decana. Quizás sea momento de dejar de lado las palabras lindas y los discursos, porque por la tangente, señora decana, no anda quien se hace eco del sufrimiento y las necesidades de su pueblo.

 

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Eduardo Ulloa Norambuena 
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