El sinceramiento del INDEC sobre las nuevas Canastas Total y de Alimentos

En abril de 2016 el 10% de los hogares de la caba son indigentes.

Luego de su suspensión en Diciembre 2013, tras 10 meses de gobierno de Cambiemos, finalmente el INDEC ha publicado la valorización de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT), fundamentales para la elaboración y obtención de los datos de pobreza e indigencia, según el método Línea de Pobreza (LP).

La nueva CBA del INDEC marca que el valor de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) es de $5.175,92 en agosto de 2016, para una familia tipo, integrada por 2 adultos y 2 niños. Ello significa que aquellas familias que para esa fecha obtuvieron ingresos por un monto igual o menor al publicado no pudieron satisfacer sus necesidades básicas de alimentación mínima, son consideradas indigentes.

La Canasta Básica Total (CBT), que comprende a todos los artículos indispensables para vivir, además de los alimentos, según el INDEC se encuentra para agosto 2016, en $12.489,37. Es decir, que aquellas familias que obtuvieron ingresos iguales o menores a dicha cifra, no alcanzaron a cubrir sus necesidades básicas de alimentación, vivienda, transporte, salud, educación y vestimenta. Se encuentran en situación de Pobreza.

La nueva Canasta Básica Alimentaria presenta algunas modificaciones metodológicas respecto de la utilizada hasta diciembre 2013. Hasta aquel momento se empleó una canasta que se obtuvo en 1987 conformada según la ENGHO (Encuesta de Gastos de los Hogares) de 1985. La nueva CBA responde a la última elaborada por INDEC en base a la ENGHO ´96. En cantidad de productos se pasa de una CBA de 50 a una de 57 unidades. Entre los productos agregados encontramos fiambres, yogures, manteca, mayonesa, caldos concentrados, jugos concentrados, vino, cerveza, peras, espinazo y pescado. Entre los productos que ya no forman parte de la canasta están: queso fresco, sal gruesa, te, porotos, cuadril y falta con hueso.

Podemos agregar que para una persona adulto equivalente, la cuota de carnes se mantiene igual (6.270gr. para un mes) más allá de la incorporación del pescado; en legumbres hay un incremento de 823gr. y en frutas de 930gr; en bebidas, si bien se incorpora el vino y la cerveza hay una significativa reducción en la dieta de 2.970gr (se pasó de una dieta de 7.500gr. a una de 4.530gr.); en los productos de almacén en general se manifiestan algunos aumentos en los gramajes considerados indispensables: el pan (+690gr), arroz (+570gr), fideos (+450gr), leche (+1.320gr) y el agregado de yogurt (570gr en total).

Teniendo en cuenta que los relevamientos que realiza el ISEPCi, a través del Indice Barrial de Precios (IBP), desde hace cinco años en el Conurbano Bonaerense y en varias ciudades del país, es sobre las Canastas que venía trabajando el INDEC hasta sus publicaciones de 2013, observamos que los valores anunciados son similares a los publicados por el ISEPCi. La CBA del IBP se encontraba en agosto 2016 en $4.566,05    (-$609,87 respecto de INDEC), mientras que la CBT elaborada por el IBP fue de $11.004,18 (-1.485,19 respecto de INDEC). Las diferencias son atribuibles a los distintos productos considerados.

Según el valor de la Canasta Básica Total publicada por el INDEC una familia de dos adultos y dos niños pequeños con un ingreso equivalente a dos sueldos mínimos ($6810 cada uno hasta setiembre), está en el borde de la pobreza. Por otro lado la publicación del INDEC confirma que -considerando el informe de ingresos del Instituto de estadísticas oficial de la CABA- en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más del 10% de los hogares vive en la indigencia, o sea que no tienen los ingresos suficientes para alimentarse adecuadamente durante todo el mes.

El sinceramiento de las estadísticas oficiales no debería ser un nuevo instrumento para reforzar el discurso de la “pesada herencia”, más allá de que las políticas kirschneristas  nunca estuvieron destinadas a perforar los núcleos duros de pobreza e indigencia. Por el contrario estos datos tendrían que ser la base para poner en funcionamiento políticas de empleo y formación que apunten a multiplicar las fuentes de trabajo y los ingresos de los asalariados.

 

Isaac Rudnik /Marcelo Maqueda

www.isepci.org.ar