La vigencia del Encuentro Nacional de Mujeres. Por R. Vivanco

La vigencia del Encuentro Nacional de Mujeres. Por R. Vivanco

Como una caja de resonancia de los reclamos del movimiento de mujeres, los Encuentros potencian nuestras voces y nos permiten visibilizar las demandas de todas; contribuyeron desde el inicio al debate para la aprobación de leyes, que luego de la recuperación de la democracia, vinieron a reconocer derechos fundamentales, como la ley de divorcio vincular y la ley de cupo, entre las principales; luego, y en la actualidad, mantienen viva la exigencia de la aplicación de otras que se sancionaron en los últimos años y deben garantizar nuestro derecho a vivir una vida libre de violencia. Año tras año, desde su creación, los Encuentros sostienen en alto la bandera por la legalización del aborto, principal deuda de la democracia con las mujeres.

Cada una de las provincias por donde pasa el Encuentro tiene un escenario particular y hace que los debates en torno a los derechos de las mujeres se enriquezcan y amplíen. Así fue que en el 2013 en San Juan, denunciamos a la multinacional Barrick Gold por la utilización de cianuro en la explotación minera y las terribles consecuencias que ello trae para la salud de la población en general y el impacto diferenciado que tiene sobre la vida y la salud de las mujeres en particular, ya que somos nosotras quienes proveemos de cuidado a nuestras familias y ponemos el cuerpo en la defensa de los recursos naturales para beneficio del conjunto de la sociedad.

Pasaron tres décadas desde el primer Encuentro, y a pesar de haber avanzado en el transcurso de estos años en el reconocimiento de muchos de nuestros derechos, las mujeres seguimos sufriendo múltiples formas de discriminación y violencia por el sólo hecho de serlo.

A 31 años del primer Encuentro Nacional de Mujeres, realizado en la Ciudad de Buenos Aires en mayo de 1986, más de 70.000 mujeres nos reunimos en la ciudad de Rosario para volver a exigir Aborto Legal y volvimos a gritar bien fuerte #NiUnaMenos. También denunciamos que la pobreza es violencia, y que en los contextos de ajuste como el que estamos viviendo somos las más perjudicadas ya que ganamos en promedio un 36% menos que los varones, siendo las más jóvenes quienes se encuentran más precarizadas y con mayores dificultades para conseguir trabajo, la pobreza, los embarazos adolescentes y la falta de estudios son las principales causas.

La falta de reconocimiento y valoración del trabajo de cuidado que llevamos adelante en nuestros hogares sigue siendo uno de los principales obstáculos a remover para profundizar el necesario cambio cultural que demanda nuestro tiempo.

Cada una de estas problemáticas, y muchas otras, fueron parte de la discusión y el intercambio en los más de 80 talleres temáticos desarrollados durante el XXXI Encuentro Nacional de Mujeres. Algunas más urgentes que otras pero todas igual de importantes; las que se hicieron presentes en la gran movilización que irrumpió en las calles haciendo visible que las mujeres estamos de pie y somos protagonistas necesarias para la transformación de nuestra sociedad en un sentido de equidad y justicia.

La foto de la represión provocada por aquellos que no toleran vernos organizadas no pudo opacar nuestra participación. El encuentro somos todas.

Raquel Vivanco
Coordinadora Nacional MuMaLá

Publicado en: http://revistabordes.com.ar/mujer-bonita-es-la-que-lucha/