La pobreza es el estigma del relato kirchnerista

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La pobreza es el estigma del relato kirchnerista 

Es llamativo que el Ministro de Economía, Axel Kicillof, diga que desconoce la cifra de pobres que hay en la República Argentina. En realidad el Ministro sabe bien que no menos del 30% de los argentinos está por debajo de la línea de pobreza y un porcentaje cercano al 10%  se encuentra en la indigencia, lo que significa que cada mes unas cuatro millones de personas no llegan a tener los recursos suficientes para alimentarse dignamente.

La pobreza que abarca a millones de hogares es el estigma que persigue al “modelo de la década ganada”, por eso el gobierno elige negar esa realidad en vez de impulsar las políticas públicas adecuadas para cubrir las necesidades básicas de los que siguen padeciendo.

Durante años el gobierno negó la inflación y publicó valores ridículos de los productos de las Canastas Básicas de consumo; después empezó a reconocer porcentajes mayores de incrementos en los importes de esos productos pero sin publicar los precios, por lo que no se puede calcular el costo de lo que consumen los hogares y por lo tanto tampoco evaluar si sus ingresos cubren sus necesidades; y ahora le pone el broche de oro diciendo que no se puede calcular la pobreza, con el falso argumento de que es insuficiente hacerlo cruzando los ingresos con los gastos de los hogares. Los organismos internacionales y nacionales de todas las tendencias ideológicas y políticas publican la distribución del ingreso de cada país y región dividiendo la población en deciles o quintiles, y de allí se desprenden los porcentajes de las personas que están por debajo o por encima de los límites la pobreza. No hay ninguna experiencia conocida que este último cálculo se realice de otra manera que no sea cruzando gastos e ingresos.

Desde el ISEPCi venimos desarrollando la herramienta IBP (Indice Barrial de Precios) desde hace más de cuatro años y calculando los niveles de pobreza en distintos aglomerados del país. Esta medición, fundada en la comparación de la valorización de la Canastas Básicas de consumo, con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del propio INDEC que mide los ingresos, nos indica que hoy una de cada tres personas en el Conurbano Bonaerense se encuentra bajo la línea de pobreza (33,5%). Indicador que se agrava considerablemente en el interior del país, como en las ciudades de Gran Resistencia en Chaco (49,6%), Salta (43,2%), Corrientes (37%), Tucumán (36,1%), Mendoza (35,5%).

No es un cálculo muy difícil de hacer, el gobierno tiene toda la información necesaria y seguramente lo realiza con frecuencia. Simplemente no lo publica porque se choca de frente con el disfraz progresista con el que se viste. 

De niños nos enseñaron que no es vergüenza  ser pobre, lo vergonzoso es robar. No debería ser un estigma reconocer la persistencia de una pobreza extendida a millones de argentinos. Pero es un delito seguir ocultándola y no hacer  desde el gobierno lo necesario para superarla.
 

Isaac Rudnik/Marcelo Maqueda