La crisis petrolera y sus repercusiones en la Argentina. Por Juan P. Ruiz

La región patagónica viene recibiendo el impacto desde el año 2014 de la crisis petrolera mundial. Dicha crisis se centra en la caída sin precedentes del precio del barril de petróleo, que paso en sólo un año de cotizar 100 dólares el barril a cotizar 29 dólares en enero de 2016, con lo que el precio actual es un 30% del valor de fines del año 2014, mostrando dicho precio una elasticidad inédita. Dicha caída, que obedece a causas que analizaremos a continuación, ha tensado las relaciones entre todos los sectores que involucra la industria petrolera nacional, a saber: Estado Nacional, Estados Provinciales, Municipios, Operadoras Petroleras, empresas petroleras y por supuesto los trabajadores petroleros que sólo en la zona del Golfo de San Jorge (Provincia de Chubut) suman más de 18.000.

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Las causas de la crisis.

Mucho se ha escrito sobre cuál es la causa de la caída del precio internacional del barril del petróleo, ante lo cual hay que decir que no existe una sóla, sino que son muchas las causas que han confluido en la actual crisis; señalaré las más importantes: A) Aumento de la Oferta; B) Estancamiento de la demanda; C) Apreciación del Dólar Estadounidense; D) Decisiones geopolíticas.

A.- Aumento de la Oferta. El alto precio del barril ha incentivado el desarrollo tecnológico para la extracción de los recursos no convencionales, más conocidos como “fracking” por el nombre de la técnica de extracción, o como “shale gas” o “shaleoil” o gas de “esquisto” por el nombre del tipo de yacimiento donde está el recurso. Hasta el momento el único país que ha logrado desarrollar de manera extensiva la extracción de los recursos no convencionales es EE.UU, principal consumidor del mundo, y por la cual ha aumentado sus reservas disponibles y alcanzaría prontamente la “autosuficiencia petrolera” (el 15% de la producción de gas y petróleo de los EE.UU es hoy extraída mediante fracking). Las técnicas para extraer el recurso, que en Argentina está concentrado en Vaca Muerta, es mucho más costosa que la extracción en los yacimientos convencionales, por lo que el desarrollo de estos pozos petroleros no convencionales solo es posible económica y financieramente si el precio del barril se encuentra por encima de los 80 dólares.

El alto precio del barril durante 4 años provocó también un aumento de la oferta por el incremento de la producción de petróleo y gas convencional en países que no pertenecen a la OPEP (Organización de Países Exportadora de Petróleo), que sumado al fracking provocaron un aumento de la oferta que no fue acompañado por el aumento de la demanda.También incide en la sobreoferta mundial la incorporación de Irán al mercado mundial petrolero en virtud de que EE.UU retiró a dicho país del “eje del mal” y el mayor aumento de la producción en Irak.

Es por ello que la abrupta caída del precio del petróleo y del gas tiene como consecuencia retrasar las inversiones para desarrollar el fracking en EE.UU y el resto del mundo y retiraría del mercado petrolero a países que no son petroleros pero que producen petróleo, como es el nuestro, que tienen costos de producción más altos.

B.- Estancamiento de la Demanda. Entre las causas que producen el estancamiento de la demanda se puede mencionar el estancamiento del crecimiento económico mundial, y la crisis económica europea, que desde la crisis financiera del 2008 no ha podido recuperarse y cuyo Banco Central llego al 2014 exhausto por el costo del rescate de las economías de España, Portugal, Grecia, Italia y Francia. Cabe destacar que la Unión Europea importa el 80 % del gas y el petróleo que consume, y un precio alto impacta decididamente en los costos de sus productos, quitándoles competitividad frente a los productos de EE.UU y Asia. Una baja tan pronunciada del precio de la energía a impactado positivamente en la economía europea, aliviando sus cuentas y mejorando la competitividad de sus industrias, pero todavía no ha impactado en un crecimiento económico que aumente la demanda de manera considerable. Sin dudas ha existido una presión importante de Europa para la baja del precio que se manifiesta en la actualidad, operada principalmente por Arabia Saudita que es el principal miembro de la OPEP y el más importante exportador de petróleo y gas del mundo. Otra causa es el menor crecimiento de China y el estancamiento del crecimiento de los países en desarrollo.

C.- Apreciación del Dólar Estadounidense. Al parecer los EE.UU ya han superado la crisis financiera que se produjo en el año 2007 y como consecuencia de ello la Reserva Federal ha abandonado la política de tasas negativas y de devaluación del dólar respecto del otras monedas. En el año 2015 han aumentado la tasa de interés y “apreciado” el dólar respecto del Euro. Cada apreciación del Dólar tiene consecuencias sobre el costo de las inversiones petroleras (que son millonarias) y también sobre la demanda global ya que implica un encarecimiento del Petróleo para los países importadores, situación que deprime aún más la demanda global.

D.- Por ultimo señalare la causa más importante: Decisiones geopolíticas. El petróleo es una industria que maneja recursos que solo las economías de los países desarrollados pueden igualar. Tiene como actores a los países productores nucleados en la OPEP, a las principales economías del mundo que son los principales consumidores, los principales bancos y a cinco corporaciones petroleras que concentran la extracción y producción del mismo. El flujo de los recursos petroleros impacta de lleno en las economías de todos los países, y una baja tan brusca es determinante para muchas economías nacionales.

La decisión de los países árabes de vender mucho y a bajo costo, incluso por debajo del costo de producción, trae consecuencias políticas en Venezuela y Rusia (también en Ecuador), situación que cuenta con el visto bueno de los EE.UU que quiere condicionar los gobiernos de Rusia y  Venezuela.

Los países árabes tienen como propósito aumentar su cuota de mercado mundial ya que el precio alto del barril no solo ha permitido desarrollar el fracking sino que ha incorporado a nuevos países a la producción y comercialización del Petróleo y el Gas, provocando que la OPEP sufra una baja en la participación del mercado mundial. Es importante mencionar que la OPEP está integrada por once países productores del Petróleo que poseen el 81 % de las reservas mundiales y que de los países americanos solo Venezuela y Ecuador la integran. Es interesante citar el informe realizado por la FUNDACIÓN PARA LA SOSTENIBILIDAD ENERGÉTICA Y AMBIENTAL[i] que dice: “El argumento empleado para justificar la medida era que la OPEP necesitaba hacer frente al aumento de la producción ajena al cartel, especialmente a la de light tightoil (LTO) en Estados Unidos, y que la solución a los bajos precios era, paradójicamente, permitir que estos continuaran cayendo, para así forzar la retirada del mercado del petróleo de fracking, y de otros con elevados costes de producción. Se trataba, en suma, de retirar la “subvención” que los precios altos suponen para la extracción de los petróleos más caros y de dejar que el mercado se corrigiera por sí solo. Una decisión que, sin duda, marca un cambio radical en la política del cartel, que lanzaba a los mercados la señal de que la OPEP (en realidad Arabia Saudita) estaba más interesada en el mantenimiento de su cuota de producción que en la defensa de un determinado precio del barril”.

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Sostiene más adelante el mismo informe: “La firmeza de este compromiso también fue claramente explicitada en una entrevista concedida a principios de enero al Middle East EconomicSurvey por el ministro del petróleo saudita, Ali Ibrahim Al-Naimi, al afirmar que con unos costes de producción de tan solo 4-5 dólares por barril, el reino estaba dispuesto a esperar hasta que los productores menos eficientes -léase las compañías implicadas en la explotación de los petróleos no convencionales de Norteamérica, así como las que trabajan en el pre-sal de Brasil y en diversas zonas de Rusia- cedan buena parte de su cuota de mercado, aunque para ello, Arabia Saudita experimentara un déficit en sus presupuestos y tuviera que recurrir a los préstamos. En la misma entrevista, Al-Naimi afirmó que “si los precios caen, otros sufrirán enormemente antes de que nosotros experimentemos daño alguno”, reiterando que la OPEP no estaba interesada en recortar su producción y que, en esta tesitura (como ya se ha comentado en páginas precedentes) resultaba irrelevante que el precio del barril cayera a 60, 40 o 20 dólares por barril”.

Si comparamos la baja del Petróleo y el Gas con la baja de otros “comodities” como la Soja, el trigo o el Maíz, que también son afectados por el estancamiento de la demanda global, el bajo crecimiento económico mundial y la apreciación del dólar estadounidense, vemos que estos otros productos disminuyeron sus precios entre un 20 y un 30% de la cotización que tenían en el año 2014. Situación que no se compara con la caída del 70% del precio del petróleo, y que se debe a que entre las mencionadas causas de la crisis petrolera, la determinante es la decisión geopolítica de los países árabes y las principales economías del mundo (EE.UU y Europa), de avalar un precio por debajo de los costos de producción que ponga en crisis a los países productores no afines a las potencias como Rusia y Venezuela y que concentre en pocos actores la producción petrolera mundial.

Es decir que la OPEP, encabezada por Arabia Saudita que posee los costos por barril más bajos del mundo, está ofreciendo petróleo“al costo”con la intención de destruir la competencia y hacerse con el mercado, siendo ello una auténtica política de dumping[ii]y una práctica económica desleal que pone en riesgo la fuente laboral de miles de trabajadores petroleros en los países que producen petróleo pero que no son petroleros, como es nuestro caso.

Ante esta situación es importante tener desde el Estado nacional una política energética que ponga en primer lugar la defensa de la Industria petrolera y en particular la defensa de los puestos de trabajo de los trabajadores petroleros, porque no hacerlo implica dejar a los trabajadores a merced de cuestiones geopolíticas que no tienen que ver con la leyes de la oferta y la demanda (en cuyo caso la caída del precio debería haber sido del 30% como las otras comodities), sino que tienen que ver con prácticas económicas desleales y situaciones geopolíticas ajenas a los intereses de nuestro país.

De manera similar a las políticas que se implementan en otras industrias, como las políticas proteccionistas que benefician desde la industria automotriz hasta la industria del calzado o los laboratorios, es imprescindible que el Estado Nacional implemente políticas de subsidios, precios sostén, etc., que protejan la industria petrolera nacional y sobre todo que proteja la estabilidad de los trabajadores petroleros argentinos, hasta que en el mercado mundial se abandonen las prácticas de dumping que encabezan los países árabes y las potencias económicas.

LA SITUACIÓN PARTICULAR DE LA CUENCA DEL GOLFO DE SAN JORGE Y LA PROVINCIAS DE CHUBUT.

La cuenca del Golfo de San Jorge concentra el 60 % de las reservas de Petróleo y produce el 50 % del petróleo y el 10% del Gas nacional, según el Informe anual elaborado por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas.

Del Petróleo producido, el 40% se destina al mercado externo ya que no existe en nuestro país la capacidad para refinar el total de lo producido. Cabe destacar que las otras cuencas petroleras, principalmente la de Neuquén (que produce el 40% del Gas y el 30% del petróleo) destinan su producción para el mercado interno.

El Estado Nacional ha establecido un precio sostén para el petróleo y el gas que se comercializa en el mercado interno (cuyos fondos provienen entre otros de la venta de combustibles) establecido en 54,90 dólares el barril, pero como mencionamos dicho precio sostén no alcanza al petróleo que se exporta.

Dicha situación,inequitativa, por cierto, deja expuesto a los trabajadores petroleros que se desempañan en empresas que exportan su producción, a la competencia desleal y la práctica de dumping realizada por los países árabes y las potencias económicas como ya lo describimos y “protege” a aquellos trabajadores que dependen de empresas y operadoras petroleras que destinan lo producido al mercado interno.

Es decir que un trabajador que se desempeña en el Yacimiento el Tordillo, que esta contiguo al Yacimiento de Cerro Dragón, ve peligrar su trabajo por la crisis petrolera mundial, mientras que un trabajador petrolero de Cerro Dragón o uno de Neuquén no corren el mismo riesgo porque el Estado Nacional subsidia dicha producción garantizando un precio sostén por encima del precio internacional porque la misma se destina al mercado interno.Esta situación inequitativa que protege a unos trabajadores y abandona a otros es la que los Sindicatos Petroleros denuncian.

Decimos que deja expuestos a los trabajadores y no a las empresas petroleras (conocidas como operadoras) porque las mismas son sociedades pertenecientes a alguna de las cinco principales petroleras del mundo y tienen capacidad de achicar costos, acceder a financiamiento y esperar que pase la crisis. Quienes no tienen ese respaldo son los trabajadores petroleros y las familias petroleras que quedan expuestas a la desocupación, provocando además un impacto negativo en toda la economía de la región que depende principalmente de la industria petrolera.

Si el Estado Nacional no extiende el precio sostén al petróleo que se exporta implica el despido de 5.000 puestos de trabajo directo, más el doble de despidos en las industrias relacionadas con el petróleo en la cuenca del Golfo de San Jorge.

Además, es importante señalar otras situaciones, el costo de dicho subsidio reclamado es de 350 millones de dólares por año, cifra que puede parecer grande pero que no lo es si se tiene en cuenta cual ha sido el aporte de la industria petrolera de Chubut a las reservas de Banco Central cuando el petróleo cotizaba a 100 dólares el barril y se batían records de producción y exportación (30.000 millones en cinco años). Además de ello, los trabajadores petroleros aportaron al Estado Nacional solo de impuesto a las ganancias unos 70 millones de dólares en el año 2015.

También hay que tener en cuenta que, a fines del presente año, tanto YPF como PAE (Pan American Energy) ampliarían su capacidad de refinación y podrían absorber hasta el 90 % del petróleo que hoy se exporta, por lo que el subsidio reclamado seria solo por un año si la crisis petrolera no se revierte antes.

Es decir que hacer extensivo el precio sostén al petróleo que se exporta, como lo reclama el Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, es una medida necesaria para proteger a la industria petrolera nacional y mantener la actividad económica, que entre otras cosas permite al Estado recaudar impuestos y a la región patagónica continuar su desarrollo. Además, implica no hacer diferencias entre los trabajadores petroleros que realizan las mismas tareas y que solo se diferencian por el destino que tiene el petróleo producido.

Si el Estado Nacional se niega a lo reclamado por el Sindicato Petrolero implica adoptar una lógica neoliberal que entiende que los trabajadores son la variable de ajuste de las crisis internacionales y condena a toda una región a una crisis social de graves consecuencias.

 

[i]El Desplome 2014-2015 de los precios del crudo: Causas y previsiones a corto plazo. De Mariano Marzo Carpio. FUNSEAM (Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental)

[ii] Práctica comercial que consiste en vender un producto por debajo de su precio normal, o incluso por debajo de su coste de producción, con el fin inmediato de ir eliminando las empresas competidoras y apoderarse finalmente del mercado.

Juan P. Ruiz
Abogado del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut

Publicado en: http://lapiedraenelzapato.com/2016/01/22/la-crisis-petrolera-y-sus-repercusiones-en-la-argentina-2/