Expropiación de Vicentín. Fortaleciendo el Estado para lo que se viene. Por H. Tumini.

Por Humberto Tumini / Nacional junio 16, 2020 13:49

Expropiación de Vicentín. Fortaleciendo el Estado para lo que se viene. Por H. Tumini.

16 de junio del 2020

EDITORIAL

Expropiación de Vicentín

Fortaleciendo el Estado para lo que se viene.

La empresa Vicentín, una de las mas grandes de la Argentina, que notablemente pasó del Nº 23 en el 2015 a ser la Nº 7 en el 2019, se declaró en quiebra en diciembre pasado con una deuda de 1350 millones de dólares.

¿Qué fue lo que sucedió? Tal como corresponde a haber sido la principal aportante de las campañas de Cambiemos, le hizo caso a Macri y se endeudó fuertemente en dólares; creyendo que con políticas neoliberales habría crecimiento con estabilidad cambiaria. Ya se sabe lo que sucedió, evidentemente no habían registrado lo sucedido con la Tablita de Martínez de Hoz, ni con la Convertibilidad de Cavallo; el capitalismo de amigos tiene esos problemas.

El devenir inevitable y rápido de Vicentín, entonces, hubiera sido, de no haberse intervenido, dejar tirados en la banquina a la mayoría de sus miles de trabajadores, a los pequeños y medianos productores que le habían vendido sus granos sin cobrar y estafar a los bancos estatales, que le habían prestado mas de 20.000 millones de pesos, sobre todo en el 2019 después de las PASO. Un caso Greco pero en Santa Fe.

Paralelamente y a precio de ganga, hubieran ido por su compra empresas multinacionales; algunas apadrinadas por conocidos personajes vernáculos. Por ende, de haber sucedido esto, se reforzaba con ello la ya significativa monopolización y extranjerización del estratégico mercado de los granos en el país.

Dicho mercado, que junto con el petrolero probablemente sean hoy los mas importantes desde el interés nacional, tenía en su momento una empresa pública testigo: la Junta Nacional de Granos. Que no casualmente, fue afectada primero por Martínez de Hoz (ex presidente de la Sociedad Rural) y disuelta mas tarde por Domingo Cavallo, en tiempos de Menem.

Ya se sabe, a los empresarios poderosos, de aquí y de afuera, no les gusta que les controlen sus mercados; donde hacen los negocios a sus anchas y en función de sus intereses, no de los del país. Si te inmiscuís te tildan como comunista, aunque te llames Onganía. Ahora, tiempos modernos, también te ponen el mote de “chavista”.

Por supuesto que, interesadamente, usan el trillado argumento de que “el Estado no sabe gestionar”. En líneas generales, una falacia acá y en el mundo. Como las empresas privadas, las públicas a veces funcionan muy bien y otras mal; sobre todo esto último, cuando las boicotean para apropiárselas o directamente fundirlas.

En este siglo, por ejemplo, por estos pagos, se renacionalizaron tres empresas arruinadas por sus dueños privados: YPF, Aerolíneas y AYSA, que funcionan perfectamente. Para no hablar de lo que sucedió con las AFJP. O de Arsat (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales).

En definitiva, lo que se pone en debate entonces con esto de Vicentín -que por supuesto incluye, pero también excede largamente la problemática de esa empresa- es si vamos a dejar que “el mercado” (es decir las grandes empresas y bancos) maneje la economía; como sucedió con la Dictadura, Menem y Macri. O dicho Estado también participa activamente en ella, defendiendo los intereses de las mayorías; en algunos casos directamente y en otros en forma indirecta, controlando monopolios.

Es bueno tener en cuenta, además, que se vienen tiempos económicos y sociales muy difíciles para la Argentina luego de la pandemia. No es bueno en ellos dejar a los lobos libremente al cuidado de las ovejas. O sea, a las multinacionales, grandes empresarios, banqueros y sus políticos asociados, al cuidado del país y su gente. Ya tenemos experiencia con ello.

Humberto Tumini
Presidente de Libres del Sur


Por Humberto Tumini / Nacional junio 16, 2020 13:49