La presidenta está desnuda: ¡En la Argentina hay diez millones de pobres!
La persistencia de millones de argentinos en esa condición deja desnuda a la presidenta, que ya no puede ocultarse detrás de un invisible vestido progresista que sólo siguen viendo sus obsecuentes.
En el famoso cuento del escritor danés Hans Cristian Andersen un Emperador, al que le gustaban mucho los buenos vestidos, fue visitado por dos charlatanes que ofrecieron confeccionarle un maravilloso traje nuevo, que solo sería visto por las personas que realmente lo querían, por lo que el soberano podría descubrir a quienes estaban en su contra. Pagó mucho dinero por tenerlo, y salió recorrer la ciudad elogiado por todos los súbditos obsecuentes que aplaudían a su paso. El monarca descubrió el engaño cuando pasando frente a un niño que lo miraba desde los brazos de su madre, gritó asombrado: ¡El emperador está desnudo!
En la Argentina las cosas sucedieron al revés. Fue la propia presidenta la que convocó a distintos charlatanes para intentar producir el engaño. No fueron siempre los mismos ni tampoco ensayaron el mismo discurso. Durante algunos años Guillermo Moreno no sólo controló las oficinas del Instituto de Estadísticas, sino que dirigió la política económica nacional. Sus versos principales eran: ¡Se puede comer con seis pesos por día y los precios no aumentan! Y aunque parezca mentira, ese cuentito tonto fue repetido y justificado durante seis años seguidos, no solo por todo el elenco gubernamental y sus obsecuentes, sino también por la misma presidenta.
En 2013 cambió la conducción del Ministerio de Economía, a partir de enero de 2014 alumbró un nuevo método para medir la inflación, y se anunciaron variaciones de los precios más acordes con los aumentos que verdaderamente se producían. Aunque nos pareció muy raro que no se publicaran los valores sobre los que se calculan los porcentajes de incrementos de precios, acompañamos la expectativa de que el gobierno empezaría a reconocer la realidad de lo que realmente está pasando en la economía y la sociedad de nuestro país. Pero llegó abril cuando todos los años se anuncian los índices de pobreza de los últimos meses del año anterior, y éstos no fueron publicados. Los charlatanes reemplazantes que presentaron el nuevo maravilloso traje, explicaron que como era tan novedoso y tenía tantas virtudes no se parecía a nada de lo conocido hasta ahora, por lo que llevaría un tiempo empalmar la nueva metodología con la que había hasta entonces.
Y así estamos, ya vamos para dos años empalmando, parece que no logran instalar el nuevo vestido sobre la totalidad el cuerpo social del país. A lo mejor les salió chico, porque no pueden ocultar los pobres, que no sólo siguen estando ahí, sino que continúan multiplicándose, como muestran los números calculados con el propio método nuevo del gobierno, que como hoy se publica en diversos medios, la presidenta ordenó guardar bajo siete llaves.
Desde ámbitos académicos como la Universidad Católica Argentina y ONGs como nuestro ISEPCi, sobre la base de metodologías diferentes, venimos calculando desde hace cuatro años que en la Argentina la pobreza alcanza porcentajes que van de un 25 y un 30% de la población.
La persistencia de millones de argentinos en esa condición deja desnuda a la presidenta, que ya no puede ocultarse detrás de un invisible vestido progresista que sólo siguen viendo sus obsecuentes.
Isaac Rudnik
Director ISEPCi | Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana