[Santa Fe] Gestionar las crisis con perspectiva de género. Por Gabriela Sosa.
Gestionar las crisis con perspectiva de género.
Mujeres, lesbianas, travestis, trans, maricas, +, transitamos nuestras vidas con fuertes desventajas sociales, culturales, políticas, económicas. Las más precarizadas, las más pobres, las que cuidamos y realizamos tareas domésticas sin remuneración; las que tenemos que esconder el hartazgo y cansancio por ese cuidado. Mayoría haciéndonos cargo solas de niñes y viejos/as. Las que llamamos a tías, abuelas, madres, suegros/as, para chequear que esté todo bien. Las que tenemos clarísimo el abuso de los formadores de precios, la faltante de alimentos, de gas con precio social en comedores y merenderos.
Somos las niñas, adolescentes y adultas con terror al próximo abuso, al próximo golpe en nuestra propia casa y de manos conocidas. Somos las más violentadas de la población, por lo tanto las que prioritariamente debemos ser contempladas en las políticas públicas. Más aún en contextos de crisis, de la naturaleza que sean, pues cada presencia o ausencia del Estado nos impacta de manera particular, colabora a empezar a salir o a enterrarnos más en la desigualdad, en la violencia.
Resulta increíble que esto tenga que ser planteado, una y otra vez, ante cada Femicidio, ante cada situación de violencia que aparece en los medios de comunicación. No fueron suficientes los casi 300 femicidios por año desde el 2010 para declarar la #EmergenciaNiUnaMenos y destinar recursos acordes a la dimensión de la problemática. No ha alcanzado, para conmover los presupuestos, que la víctima sea niña, adolescente o mayor, que muera de un escopetazo, empalada o incinerada sobre una parrilla. No alcanza el pedido de hijos, hijas, hijes u otros familiares que exigen Justicia y asistencia del Estado.
La gravedad de la situación, hace años exige la inclusión de la perspectiva de género en el diseño y aplicación de las políticas públicas, en contextos de crisis debiera ser ineludible. La violencia de género, en particular la doméstica, no es un tema aparte para abordar en contextos de la pandemia de Covid -19, es una de las consecuencias del aislamiento obligatorio que alertamos, en sus inicios, las organizaciones.
Se valoran las acciones que de ámbitos estatales nacionales y provinciales específicos buscan contener los planteos, siempre constructivos a mi entender, de las organizaciones, pero eso no alcanza. Hace falta plata y mucha. También hace falta tiempo, permanencia, participación amplia, creatividad en las políticas públicas, pero hay que empezar disponiendo recursos serios. La simple o compleja situación de no tener teléfono o carga en el mismo, es un ejemplo de todo lo que falta.
El real compromiso por la mayoría de la población, por los derechos de las mujeres y disidencias se ve en los presupuestos, que además deben ser públicos.
En Santa Fe, desde antes, y más aún después de aprobada la Ley de Necesidad Pública, hay recursos económicos para invertir fuertemente en los territorios, principalmente en quienes son víctimas directas de violencias de género pero también en los dispositivos más cercanos, Estados locales y organizaciones.
Estamos en una situación de crisis que no será corta y como estamos viviendo, no sólo sanitaria. No hay excusas para dejarnos afuera del análisis, diseño, ejecución y monitoreo de las políticas públicas de los Comité de Crisis, Mesas Intersectoriales, Consejos Sociales, Económico - Productivos o como quieran llamarlos. No hay excusas.
Gabriela Sosa
Presidenta de la Fundación CLAVES