Calicchio: “Hay que ‘hackear’ a las comunas”

Pascual Calicchio: “Hay que ‘hackear’ a las comunas”

 

Caballito es un barrio por demás conocido de nuestra ciudad. Está en el centro de la misma pero sufre por la construcción de edificios y la falta de espacios verdes. Pascual Calicchio, candidato a comunero por parte del frente SURGEN, cuenta sus propuestas para su barrio.

 

-Pascual, ¿cómo surge la posibilidad de ser comunero por Caballito?

- Hace dos años fuimos parte de UNEN con la idea de armar un frente en Buenos Aires que le pueda ganar tanto al kirchnerismo como al macrismo. Cuando se rompe este año, nos pareció importante mantener esa idea y plantear una alternativa de centro-izquierda. Si bien milito desde hace muchos años, nunca había participado como candidato. No me había interesado. Siempre estuve en las cuestiones de comunicación. Esta vez dije “no”. Creo que hay que jugarse e involucrarse en este proceso. Asi fue que surgió ser candidato por la comuna de Caballito, como eran las perspectivas y ahora soy primer candidato de la lista.

 

-¿En donde pondrías el foco en caso de ser elegido comunero por Caballito?

- Lo primero que hay que hacer…Más que propuesta, hay que ver que se elige ya que es una elección triple porque incluye a lo que sería el Poder Ejecutivo, Legislativo y los comuneros. El Ejecutivo sabemos todos lo que hace, el Legislativo hace las leyes pero el gran problema que hay es que muy poca gente sabe que es, para que sirve y que puede hacer un comunero. Además, desde el Gobierno de la Ciudad se le han recortado sus funciones y las funciones que le había dado la Ley de Comunas, fueron recortadas por un decreto del año pasado en el que las comunas pasan a ser una dependencia administrativa del Ejecutivo. Lo primero que hay que hacer es discutir sobre la descentralización de las comunas y para que se tenga más participación la comunidad y controlar que se hace con su plata. Darle el poder a las comunas. Si vengo y te digo “hay que hacer esto, esto y esto”, y después no lo puedo hacer, te estoy mintiendo.  Hay que darle mayor poder a las comunas. Hay que “hackear” las comunas, un término que viene de otro lugar pero que tiene que ver con mejorar. Generalmente la palabra “hacker” está vinculada a lo malo pero es una forma y un espíritu de hacer las cosas que busca ir más allá de lo que se puede hacer y se pueda mejorar. Hay que darle más poder a las comunas y desde ahí, los ejes que vamos a trabajar desde SURGEN van a ser dos principalmente. Primero, la educación. Al día de hoy, hay cinco mil pibes que no tienen lugar donde estudiar. Hay un desfinanciamiento en la educación pública en beneficio de la privada. Fortalecer la educación pública y crear nuevas escuelas. Ese es un tema central para nosotros. Además se ha bajado el presupuesto educativo. Tenemos como referencia a Rosario donde el 25% del presupuesto se dedica a la salud, con producción pública de medicamentos. Los hospitales atienden a los sectores más débiles. Nosotros decimos que vivimos en una ciudad que tendría que ser más amigable con la gente y no ser amiga del poder.

En particular, en Caballito, también está el tema de los espacios verde. Acá trascendió a la comuna porque cuatro veces quisieron hacer que los predios lindantes del Ferrocarril se conviertan en un shopping. Nosotros creemos que tiene que ser destinado a un predio público, un espacio verde. Un pulmon para la ciudad, pero que sea cuidado, con seguridad, para que los vecinos puedan usarlo para correr o pasar el día. La OMS dice que tiene que haber entre 10 y 15 mts cuadrado por persona y la Ciudad tiene 6. Es una de las ciudades de Latinoamerica con menos espacios verdes. Y esto, en Caballito, tiene una manifestación concreta. Los sectores que quieren hacer un shopping –constructoras, algunas de ellas vinculadas al PRO- están yendo a organizaciones del barrio para tratar de convencerlos de las “bondades” del shopping.

Hay que tener en cuenta una realidad, Caballito es un barrio viejo. Si se le instala un shopping y más torres, va a colapsar en cloacas y demás. Fue uno de los barrios más afectados por los cortes de luz junto con Flores.

 

-¿Qué recepción tenes de los vecinos? ¿Están interesados en esta cuestión política?

- Todavía no veo un clima electoral. Recién esta semana hay un poco más de debate. Hay mucha confusión porque hay muchos candidatos. La gente no termina de entender que diferencia hay entre cada uno. Tienen más claro los espacios políticos como el PRO o FpV. Preguntan mucho que pasó con UNEN. Hay mucho escepticismo y te preguntan que vas a hacer. Cuando decis que te postulas por comunero, hay dudas para que sirve. No se sabe ni quienes son los comuneros del barrio. Creo que hay que dar un debate y explicar mucho. Hay debate político y mucho cuestionamiento pero todavía hay que explicar un poco sobre quien se presenta y demás.

 

-Se dice que la población de la capital está muy achanchada después de la llegada del macrismo al poder.

- Mirá, creo que hay mucho prejuicio con respecto al PRO y lleva a que se tomen acciones que lo terminan favoreciendo. Estoy leyendo un libro llamado “Mundo PRO” y el kirchnerismo ha tenido una política muy agresiva no contra el PRO sino contra el votante del PRO de esta ciudad, al que considera un gorila, individualista, etc. Creo que lo que hizo el PRO fue interpretar a cierto sector muy descreído de la política y representarlos. El desafío está en quienes vemos eso como una política individualista, cercana al neoliberalismo y del menemismo, como interpelamos a la sociedad. Poder interpretar a esa población y tome posición este sentido. Es un desafío nuestro. No creo que sea una sociedad despolitizada. Es politizada pero no en tanto participación política sino en tanto se interesa, lee los diarios y se informa. Paradójicamente, es la más influenciada por los medios ya que forma su opinión por lo que dicen los medios que por su participación en la Ciudad. Cala mucho en ella los prejuicios como, por ejemplo, en la salud y el tema de los inmigrantes. Lo mismo con la seguridad al que pinta solo como un problema policial sin ningún otro tipo de factores. Es un desafío para todos los sectores que no estamos de acuerdo con el PRO. No hay que achacárselo a la sociedad sino plantear estrategias para llegar a esos vecinos que no están tan metidos en la política y plantear la discusión.

 

- ¿La ciudad vota a cualquiera siempre y cuando no sea peronista ni izquierdista?

- Estoy pensando las últimas elecciones…Hay una tendencia en ese sentido pero muchas veces ha tenido que ver con el momento económico. Normalmente no vota al peronismo pero lo ha votado en la época de Menem porque había una situación favorable para un sector de la clase media que veía con buenos ojos el gobierno de Menem. Eso también fue peronismo en su momento. Cuando hay un beneficio económico, los prejuicios también se caen. Creo que es difícil que se vote al peronismo y que no vote una versión radical de la izquierda. La centro-izquierda es distinto porque ha hecho buenas elecciones. Igualmente, vuelvo a retomar a como interpelas a ese electorado si bien hay una tendencia hacia otro lado, con el PRO insertando otras ideas.

 

-Cuando se acercan los vecinos y te preguntan, “qué pasó con UNEN?”, ¿qué les respondes?

- Les digo como fue. Que Elisa Carrió operó desde el principio, dentro de UNEN para llevarlo a un acuerdo con el PRO; que el radicalismo se oponía al principio y postulaba un espacio socialdemócrata, terminó sintiéndose débil y vio que con el PRO a nivel nacional, podía mantener cierta cuota de poder y otro sector de UNEN, expresado por Lousteau, decidió hacer otro camino. Hizo una alianza con Ocaña y dejaron de ser UNEN, buscando representar a un electorado más cercano al PRO. Esto les va a traer problemas a la hora de los votos. Es muy difícil diferenciarse. En los últimos días, salió a pegarle al PRO porque necesita mostrarse distinto. Una parte importante de lo que era UNEN decidió tomar un rumbo que en las elecciones nacionales va a terminar con el PRO y otro espacio que busca mantener una identidad progresista, que va a llevar a Margarita Stolbizer en las nacionales.

 

-Imagino que la gente está muy desencantada por como se dio esto, no?

- Si. Había mucha expectativa en ese espacio. Provocó cierto enojo de alguna manera. Me parece que la parte menos politizada va a ir al PRO, otros apoyarán a Lousteau que tiene muy buena imagen mientras que quienes tenían una idea más de cambio y alternativa y busca otro tipo de identidad, vote por SURGEN y la formula de Humberto Tumini.

 

- ¿Por qué el electorado debería elegir a Tumini y la lista que encabeza?

-  Hay que construir una alternativa fuerte de centro-izquierda, que permita pensar una alternativa a los dos espacios. Es un elemento central. El otro elemento es que hoy en día prima el pragmatismo. Dicen lo que quiere oir la gente. Nosotros vamos a plantear lo que no dicen los otros. Algunas cuestiones que no van a escuchar en otros candidatos como que nadie vaya preso por fumar marihuana. Eso es un problema de salud pública y no de seguridad. Debe ser acompañado por un combate fuerte al narcotráfico y con centros públicos de rehabilitación. Queremos que se hable del aborto y se lleven adelante los protocolos que establece el Ministerio de Salud en caso de aborto no punible. Al día de hoy, la ciudad hace oídos sordos a esto.

Otro punto es el de los alquileres. Cómo favorecer que los jóvenes y sectores de menos recursos puedan acceder al alquiler. Que se construyan más viviendas. Temas que no van a estar en la agenda de los principales candidatos que aparecen en la televisión.

 

-Hablando con gente del PO, MST y demás, me contaban que, si bien la militancia del kirchnerismo atrajo a mucha gente, también hay otros que lo miran con desconfianza. ¿Cómo ves la situación acerca de la militancia?

- Te decía que había que construir un espacio de centro-izquierda y para muchos sectores, eso es ser kirchnerista. Hay palabras como “redistribución”, “justicia social”, que son palabras del campo popular, son mal vistas porque no están de acuerdo en como ha aplicado esa política el kirchnerismo. Creo que se va a venir una batalla cultural importante para que, al fin del gobierno kirchnerista, no implique un giro a la derecha por ser oposición. Va a haber que discutir mucho estas palabras y conceptos porque para una parte de la población está asociado a cierta corrupción. Para una parte de la gente, los DD.HH están asociados a los negocios. Hay que desterrar esa idea. Capaz que alguno lo haya hecho pero no son cosa del pasado –como dijo Macri- sino del presente. Faltan los nietos y también Luciano Arruga y Julio López. Hay que profundizar ese debate pero en una parte de la sociedad, la política del kirchnerismo generó ese resquemor hacia algunos conceptos que tampoco son exclusividad de este espacio.

 

-Uno ve precandidatos como Tumini, Abrevaya, Pablo Ferreyra, Lozano y el mismo Gustavo Vera, ¿no están todos disputando la misma porción del electorado?

-Es una gran duda como va a actuar el electorado en las próximas elecciones. Podría ser…Hay muchas similitudes entre los mencionados. En el caso de Pablo Ferreyra está más asociado al kirchnerismo. Pero con el resto, si. Con Lozano podríamos confluir en algún momento. Hasta con la izquierda misma. Creo que las PASO van a determinar un poco eso. Es muy difícil ver como se va a desarrollar todo. Nosotros aspiramos a ocupar el espacio que dejó vacio UNEN. Si lo vamos a ocupar o no, dependerá que nuestro mensaje llegue a la gente. Que nos crea y seamos confiables. Renovar la esperanza del electorado.

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