El Famatina no se toca

Cuenta final: la mina o la gente

Por Diego Rojas (@zonarojas)

Días decisivos en Famatina  del contrato con los Osisko Mining, los ambientalistas y el gobierno redoblan sus esfuerzos. Relato desde el cerro e imágenes de la lucha.

 Uno de los grupos que cortan el camino al cerro Famatina

 

Son días decisivos en la región riojana de los Andes. La Osisko Mining Company, empresa canadiense que se dedica a la minería en cielo abierto, quiere instalarse en el cerro Famatina con su ingeniería extractiva a cielo abierto, con sus explosivos, cianuro y con un consumo gigantesco de agua potable, bien escaso y no renovable. Por eso los habitantes de esa región decidieron redoblar sus esfuerzos de resistencia, las movilizaciones y asambleas y el corte de ruta que impide el paso de empresarios y funcionarios a las cumbres donde se quiere instalar la mina. Son días decisivos: en catorce jornadas cae el convenio que firmó el gobernador kirchnerista Beder Herrera con la compañía canadiense y por eso mismo también ellos decidieron redoblar sus esfuerzos antipopulares.

 

El corte instalado desde ayer a las seis de la mañana es defendido por 350 ciudadanos de Chilecito y Famatina que se turnan, van rotando y se organizan para no dejar pasar a miembros de la Osisko Mining, funcionarios del gobierno y sus operadores. Todos los demás tienen permitido el paso. Se enfrentan a la policía de los dos departamentos, pertrechados con sus armas y escudos. También se enfrentan a manifestaciones curiosas de este episodio fundamental de la lucha ambiental.

 

Eran 25 hombres jóvenes, todos vestidos de mineros. Llevaban en sus manos machetes y palos. Los conducía un operador minero. Reclamaban que les permitieran el paso hacia la mina. “Los encabezaba Rubén Zelarayan, un conocido operador minero –cuenta desde el corte de ruta Claudio Garrot, un asambleísta antimina que vive en Chilecito-. Fue un momento de tensión, nos pusimos firmes. Querían que intervenga la policía, pero van a tener que bajar al pueblo para hacer su denuncia y entonces decidirá la jueza. Se tuvieron que ir”.

 

La asamblea ambientalista se enfrenta a la infantería y a un perverso mecanismo de inteligencia que los vigila. Como informó plazademayo.com en esta nota http://www.plazademayo.com/2011/12/la-inteligencia-de-la-osisko-mining-company/ los asambleístas fueron sometidos a una vigilancia personalizada que le permitió realizar a la empresa minera listas negras con sus nombres y características. “Hicimos dos denuncias sobre este hecho peligroso –explica Garrott-. Una en la secretaria de Derechos Humanos, donde no nos quiso recibir Eduardo Luis Duhalde. Le explicamos la situación a un funcionario de apellido Alem, que relativizó la presentación y a la que no le dio eco. También nos presentamos en la Defensoría del Pueblo de la Nación, que dijo que quienes aparecíamos en las listas debíamos viajar a Buenos Aires para hacer la denuncia personalmente. Pero estamos en plena lucha  y debemos permanecer por el momento en este territorio. Nos parece muy grave la aparición de estas listas negras y responsabilizamos al gobierno nacional y provincial por lo que pudiera suceder”.

 

La sociedad que circunda a Famatina está conmocionada y ha tomado esta lucha tal como es: una lucha de vida o muerte. En Famatina, de 7000 habitantes, se han realizado movilizaciones de 3000 personas. Una cifra contundente sobre el rechazo al proyecto minero. “La cuestión de la mina le ha otorgado otra densidad a la discusión sobre la política –reflexiona Garrott-. El gobernador ha dicho que instalará la mina cueste lo que cueste, pero nosotros estamos decididos a que no sea así. No se trata sólo de decirle no a la mina, sino de decirle sí a la forma en que queremos vivir y producir. Tienen el acceso al cerro vedado por nosotros. Se le impide el paso a los empresarios y a los funcionarios y operadores de la dirección de minería de la Provincia. El hartazgo de nuestras comunidades me permite decir que el corte va a seguir. Hay más decisión que cuando echamos a la Barrick Gold hace unos años”.

 

El antecedente de un pueblo que echó a la Barrick da cuenta de la dificultad que enfrenta el gobierno para realizar sus planes. Mientras tanto, los ambientalistas (palabra que puede confundirse con la palabra pueblo) permanecen en la ruta, dando una lucha de esas que podrían llegar a conmover a esa categoría llamada historia.

 

Comunicado desde Famatina 9/01/2012

HOY EN ALTO CARRIZAL!!!

El día sábado recibimos a compañeros de las asambleas de Belén, Mendoza y el Algarrobo. El domingo comenzó con todo limpiando, regando mientras mateabamos y comiamos las tortillas calentitas amasadas por las vecinas que nos miman con cada comida. Durante toda la jornada fueron llegando mas vecinos para sumarse al corte, funcionarios, asambleas y organizaciones.

Bailamos, cantamos, compartimos, resistimos!!!

El corte de ruta por tiempo indeterminado crece día a día, se extiende, se hace un solo grito con todas las provincias cordilleranas en resistencia!!

Seguimos firmes hasta que se anule el convenio para explorar el cerro Famatina firmado entre el EMSE (empresa estatal) y Osisko Mining Corp.

Gracias a todxs por tanto apoyo!!

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Prensa Unión de Asambleas Ciudadanas Informa
9 de enero de 2012

LA UAC CONVOCA A DEFENDER EL FAMATINA

El pueblo de Famatina (prov. de La Rioja) en su conjunto interrumpe desde el primero de enero los transportes mineros, rechazando el convenio firmado por el gobernador con una transnacional del sector. Fuerzas especiales de seguridad, provenientes de la capital riojana, rodean a los manifestantes que cuentan con el apoyo de todo un pueblo. La orden de reprimir será un riesgo político que habrá de asumir el gobierno provincial. Los hechos pueden salpicar al gobierno nacional que apaña una política extractiva devastadora.

Hay un claro intento de acallar a las asambleas socioambientales que han surgido en defensa del Famatina, lo que se evidencia no sólo en el cerco que las fuerzas represivas ejercen en el corte, sino también en la persecución, la intimidación, las amenazas, el armado de listas "negras” de luchadore/as que denuncian trabajos de inteligencia por parte de la empresa canadiense Osisko Mining Corporation y la judicialización de las luchas de compañero/as contra los proyectos megamineros  en nuestra cordillera.

Llamamos a todas las personas y organizaciones sociales a la realización de un escrache a la casa de La Rioja, Callao 745, el Jueves 12 de Enero a las 17 Hs.

ALGUNOS GOBERNADORES CONFUNDEN LOS VOTOS ELECTORALES CON LA LICENCIA SOCIAL PARA DINAMITAR CERROS Y DESTRUIR ACUIFEROS

Este principio produce el levantamiento popular de  unos 6.400 habitantes riojanos que impiden el tránsito de los transportes mineros de la transnacional Osisko Mining Corparation. Los manifestantes van rotando de manera organizada, concentrados en Alto Carrizal en la base de los Nevados del Famatina.

En el corte de ruta no falta nadie, desde el intendente Ismael Bordagaray hasta el párroco del pueblo,  Omar Quintero. La autoconvocatoria es absoluta y la tensión crece: el gobernador Luis Beder Herrera recurre a fuerzas especiales de la capital riojana sustituyendo a la policía local incapaz de reprimir a familiares  presentes en el corte de ruta. Rodean a los manifestantes.

Una vez más se expresa la voluntad de un pueblo que defiende sus bienes comunes y una calidad de vida incompatible con la actividad extractiva mega minera.  En el método del depredador transnacional prevalece la contaminación, la destrucción de territorios y economías regionales, el saqueo de minerales críticos y estratégicos requeridos conforme al más voraz criterio neocolonialista. El pueblo de Famatina salió pleno en la defensa de sus fuentes de agua en uno de los ecosistemas semidesérticos de mayor fragilidad, consciente de las enfermedades y miserias que deja a su paso el extractivismo en Latinoamérica toda.  Hecho agravado ante la emergencia nacional por la sequía más grande de los últimos 46 años.

No podemos permitir, en pleno siglo XXI, que avance un proyecto económico saqueador en el que se benefician unos pocos y solo deja destrucción y miseria para las poblaciones locales. Creemos que es nuestro derecho y nuestro deber defender nuestros territorios frente a un claro desinterés de las autoridades estatales en todos sus niveles.

Llamamos a todas las personas y organizaciones sociales a un escrache en la casa de La Rioja, Callao 745, el Jueves 12 de Enero a las 17 Hs. y a la reunión organizativa el Martes 10 de enero a las 19.30 en Ferrari 243.

¡LA REBELIÓN DEL PUEBLO DE FAMATINA
PARALIZA LA ACTIVIDAD MINERA EN LA RIOJA!
¡TODO/AS JUNTOS CON UN PUEBLO QUE PELEA SU DIGNIDAD!

HOY ESTAMOS TODO/AS PENDIENTES DE CHILECITO Y FAMATINA. SI A LA VIDA. NO A LA MINERÍA DESTRUCTIVA Y CONTAMINANTE.

¡NI UN PASO ATRÁS!
¡NO ES NO!

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La inteligencia de la Osisko Mining Company

Por Diego Rojas (@zonarojas)

Gravísimo: asambleístas de Famatina denuncian la aparición de listas negras que revelarían un trabajo de inteligencia realizado por la minera Osisko Mining Corporation, cuya instalación resiste la mayoría de la población.

 

“Cabecilla, protagonista”. “Anti,  pero no es activo”. “Cabecilla. 35 años. Muy agresiva”.  “Concejal electa en base a la propuesta ‘No Pasarán’”. Así  describe un informe de inteligencia a algunos miembros de la asamblea  ciudadana de Famatina, en La Rioja. Una lista negra que da cuenta de  profesiones, edades, niveles de protagonismo en la lucha, aspiraciones políticas, actividad o pasividad en la protesta, grado  de “agresividad” a la hora de realizar las protestas. Las cuatro  carillas del informe –escritas a mano, con algunos errores de  ortografía y vocabulario– fueron encontradas casualmente en el  lugar donde se encontraba Gustavo Sulinger, gerente local de la  empresa  canadiense Osisko Mining Company, junto a otras personas. Las  encontraron los asambleístas que al enterarse de la presencia del  gerente minero en el lugar se apersonaron para exigirle que  abandonara el departamento de Famatina. Sulinger obedeció, pero  dejó, según cuentan los activistas ambientalistas, olvidada una  carpeta donde constaba el fino trabajo delator. Un trabajo de  espionaje que recuerda al realizado por los integrantes de los  batallones de inteligencia durante las épocas más oscuras de la  historia argentina.

 

Famatina se encuentra a los pies de la  cordillera de los Andes. Es un pueblo pequeño, cuya población es de alrededor de siete mil habitantes. Las alturas del cerro –que  convierten al lugar en una zona de paisajes geniales, orgullo de sus  ciudadanos y atracción turística– implican también una suerte de  maldición para sus habitantes: en el Famatina hay oro. El otro atrae  la codicia capitalista, los emprendimientos de minería a cielo  abierto y el  cianuro. La contaminación. El fin del agua. Los  pobladores están acostumbrados a pelear contra estas iniciativas empresariales y gubernamentales: en 2006 expulsaron con una pueblada  a la Barrick Gold, la cuestionada minera que opera en las tierras  sanjuaninas de José Luis Gioja. Sin embargo, el 31 de agosto de este  año, el gobernador kirchnerista Luis Beder Herrera firmó un  convenio con la Osisko Mining Company –canadiense como la Barrick–  para la explotación del cerro Famatina. Hace unos años, Beder  Herrera había prometido  prohibir la explotación minera a cielo  abierto (ver video). Pero todo cambia. La firma del convenio reactivó  la lucha ambiental ciudadana a los pies de la cordillera, logrando  movilizaciones de hasta tres mil personas. Una cantidad de  manifestantes que, proporcionalmente, podrían compararse a una  marcha compuesta por un millón trescientos mil personas en la ciudad  de Buenos Aires. Cifras gigantescas para el lugar que dan cuenta de  que la mayor parte de la población se opone al proyecto minero. Tal  vez eso obligó a los empresarios a refinar sus  métodos. A realizar  trabajos de inteligencia.

 

– Nos enteramos de que la gente de la  secretaría de empleo iba a dar una charla sobre minería a los  funcionarios de la municipalidad –cuenta Carina Díaz Moreno,  sindicada por el informe como “Cabecilla. Profesora Educación  Física en Escuela Agrotécnica. 35 años. Se tiró encima de la  camioneta de Minería para simular  accidente. Muy agresiva”–. La  reunión se iba a realizar en la Hostería municipal. Cuando los  funcionarios llegaron empezaron a sonar las campanas de la iglesia  para llamar a la población y concurrir al lugar. Allí los  funcionarios de Empleo estaban dando una charla sobre los beneficios  económicos que traería la actividad a la región. Nosotros llegamos  e interrumpimos su discurso para cuestionar esos datos, ya que en  lugares donde hay  minería a cielo abierto, como en Catamarca, la  pobreza no deja de crecer y no ha crecido el empleo. Luego les  pedimos que se retiraran de nuestro pueblo. En ese momento nos  enteramos de que también estaban representantes de la minera Osisko  en la Hostería. Estaban reunidos en un quincho de atrás, en la  parte de parque. Estaba Gustavo Sulinger, el gerente de la empresa.  Los encaramos y cuestionamos su presencia en nuestro pueblo. Le reprochamos las mentiras y les dejamos en claro que no iban a tener  licencia social ninguna para explotar nuestros cerros. También les  pedimos que se retiren, que salgan de nuestro departamento. Obedecieron y los acompañamos en nuestras movilidades en caravana  hasta las fronteras del departamento. Habíamos logrado un triunfo. Pero la jornada no terminó ahí. En la barra del lugar donde estas personas estaban reunidas encontramos una carpeta que se habían olvidado. Vimos su contenido con terror. Estaban los nombres de  varios de los participantes de las asambleas ciudadanas, una lista escrita a mano que nos describía con datos personales, profesiones, nuestro rol en la lucha. Terror fue la primera sensación que  tuvimos, porque esas listas negras nos hicieron recordar a los  relatos de nuestros padres sobre la dictadura.

 

–¿Tienen alguna sospecha sobre el origen de los informes?

–Puede ser alguien del pueblo que haya sido contratado para colaborar con la empresa. Adrián Carneiro, que había trabajado anteriormente para la Barrick, se encontraba en la reunión con el gerente de la Osisko. Tal vez le estaba entregando los resultados de su trabajo. Además del listado de activistas de la asamblea, había hojas con un relevamiento de todos los pozos de agua del departamento. Especificaban si eran públicos o privados y si los
dueños eran opositores a la minería. Nos sentimos intimidados. No sabemos qué pensaban hacer con esas listas. Hacemos responsables al gobierno provincial y nacional por lo que nos pueda suceder.

 

Díaz Moreno denuncia un operativo de intento de compra de voluntades desde que el gobernador Beder Herrera, un kirchnerista acérrimo, firmara el convenio con la Osisko. “Entregan heladeras, muebles, plata. A la radio le han dado camionetas 4×4. Es un operativo liderado por la diputada Adriana Olivia y el secretario de Minería Oscar Lehz”. En esta nota del diario El Independiente se puede apreciar el accionar gubernamental y la participación de Carneiro, que según señala Díaz Moreno se encontraba reunido con el gerente de la minera cuando se encontró el  informe de inteligencia:
http://www.elindependiente.com.ar/digital/noticia.asp?id_noticia=22239

“Los medios de la prensa gráfica riojana y el canal provincial no reflejan la masiva lucha que estamos dando”, denuncia la activista ambiental. “Este no es un asunto político, no se trata de oponernos a esta empresa o este gobierno, sino que queremos preservar nuestra fuente de agua. Nuestra fuente son los deshielos de los glaciares del cordón cordillerano. Ellos quieren volar las montañas, molerlas y lavarlas con una solución con cianuro para extraer el oro. No lo vamos a permitir. El gobernador dijo que cueste lo que cueste la minería se iba a instalar en este lugar. Le costará entonces la sangre de su pueblo, porque hacia eso vamos con la falta de paz social, de democracia y estos intentos de dividir al pueblo, que se mantiene firme”.

Beder Herrera se pronunció hace unos días sobre su actitud frente a los manifestaciones antimineras: “No voy  a mariconear con esto, voy a tomar las decisiones que nos permitan explotar la minería y desarrollar la provincia”, dijo durante el acto de reasunción como gobernador, el 9 de diciembre. Tal vez habría que preguntarle al gobernador, de aceitadas relaciones con el gobierno nacional, si su decisión de “no mariconear” también incluye la realización de trabajos clandestinos e ilegales de inteligencia.

 

LISTA 1:

 

LISTA 2:

 

 

 

LISTA 3:

 

 

 

 

LISTA 4

 

 

“Quieren destruir nuestra montaña”

Por Diego Rojas (@zonarojas) *Enviado especial a Famatina

Días críticos en Famatina: un pueblo entero resiste el desembarco de la minería a cielo abierto. El gobierno de Beder Herrera continúa apoyando los negocios de la Osisko Mining Company.

 

 

Todo es montaña alrededor. Cielos recortados por la montaña, valles atravesando las montañas, montañas en el presente y también en los recuerdos. Así es la vida para los habitantes de Famatina, en la región cordillerana de la provincia de La Rioja. Sin embargo, esas personas no saben qué pasará con sus montañas en el futuro. “Quieren destruirlas”, dice el taxista que lleva al cronista hacia el campamento de resistencia a los planes del gobierno y la Osisko Mining Company. El gobernador Beder Herrera, un kirchnerista de pura ley, y la empresa minera firmaron en agosto un convenio que habilita a la compañía canadiense a la explotación minera a cielo abierto en busca del metal aurífero. Como en las épocas de la colonia, el oro mantiene su doble valor de fuente de riqueza y brillo, a la vez que mineral precioso que implica peligro y muerte para quienes habiten cerca de las cuevas donde se aloja. La Osisko Mining Company planea instalar una industria extractiva a cielo abierto, que implica el uso de ciuanuro, la demolición con explosivos de cerros enteros con las consecuencias estudiadas de transformación negativa del paisaje y, más importante, la contaminación de las aguas y el medio ambiente. Desviándose de la ruta que conduce a Catarmarca y Chile, un kilómetro adentro por camino de tierra, en la zona de Alto Carrizal, centenares de famatinenses instalaron un campamento que corta el tránsito hacia la zona donde el gobernador K y los empresarios querrían instalar la mina. Los personeros de la empresa tienen vedado el paso. La pequeña ciudad de la resistencia adquiere vida propia en medio de las montañas que defiende.

 

“Soy de las primeras que empezó la asamblea hace seis años –cuenta Vicenta mientras se ocupa de organizar los víveres que mandan desde el pueblo de Famatina comerciantes y vecinos-. Al principio éramos doce, trece, yo me enojaba con el resto del pueblo porque no se daban cuenta de lo que estaba pasando. Pero pronto todos nos dimos cuenta de que esto nos afectaba a todos y ahora todo el pueblo se opone a la instalación de la minería a cielo abierto. Este campamento ya no es de la asamblea, es del pueblo todo”. Todos los días se reúnen alrededor de doscientas personas de manera permanente, que se incrementan a cuatrocientas en las horas pico y que, en casos de emergencia, juntan a setecientos manifestantes vigorosos. Así sucedió el martes, cuando las campanas que el cura párroco Omar Quinteros hizo tañir, alertaron a la población que se movilizó hacia el campamento, adonde había llegado un grupo de veinticinco personas vestidas de mineros, portando machetes y horquillas punzantes. “Nos amordazamos uno junto a otro y se tuvieron que ir –recuerda Juan Carlos Rivero, un vecino de origen radical-. Acá no importan las ideas políticas, estamos todos unidos contra la minera. Y hemos decidido ejercer la resistencia pacífica, no somos violentos. Hay carteles en todo el lugar que dicen: ‘Resistencia pacífica’. En el campamento, por ejemplo, el alcohol está prohibido”.

 

Una batucada permanente y la transmisión de FM Famatina, de Walter Álvarez, son la música que acompaña el paisaje de la pequeña ciudad. Las otras radios locales, cuenta en el campamento, fueron comprados con subsidios y camionetas y no tocan el tema de la minería en sus transmisiones. FM Famatina actúa como nexo entre el pueblo y el campamento antiminero. La radio alertó durante la noche de ayer, jueves, que quizás el grupo BAO (Brigada de Acción Operativa, cuerpo especial de represión provincial) intentara el desalojo del lugar. “Nos quedamos quinientas personas durante la madrugada, estamos cada vez más fuertes –señala Carolina Suffich, una de las referentes ambientalistas-. Le dieron licencia a los policías del pueblo. Son gente de acá, el martes cuando vinieron con los machetes se negaron a reprimir. Es que en el campamento están sus hijos, sus amigos”. Según cuentan, el martes el jefe del operativo policial no dio la orden de reprimir. En el campamento estaba su hermana. “Y ya va a venir la mama”, dicen que dijo, pronunciando “mama” sin acento, como le dicen cariñosamente a las mamás aquí. Plazademayo.com habló con el comisario Madrid, jefe policial de Famatina, que dijo que su permanencia era sólo preventiva y para resguardar la tranquilidad. Sin embargo, el grueso de los policías provinciales fue licenciado mientras los hombres fornidos del BAO vestidos para la guerra aguardan en sus camionetas, a cincuenta metros del campamento.

BOA: grupo de represión especializado

BOA: grupo de represión especializado

 

“Nos quedamos toda la noche-dice Maxi, de 18 años, elegido como vocero por sus compañeros, jóvenes como él-. Estamos acá por nuestro futuro, por el agua, para poder vivir”. Maxi acaba de terminar la secundaria y se dispone a incorporarse al oficio de la albañilería, tradición familiar de siempre. Gisella está en el campamento junto a sus hijos de dos y tres años. “No le tengo miedo a la policía, si nosotros estamos acá también peleando por ellos. Le temo a la mina, a la contaminación, al cáncer. Estoy acá con mis hijos porque de esto depende su futuro”, dice mientras los niños juegan con unas galletas.

 

La resistencia de los jóvenes

La resistencia de los jóvenes

Una avanzada popular está enclavada en medio del paisaje de montañas de la precordillera riojana. “EL FAMATINA NO SE TOCA” es su santo y seña. Palabras que hoy señalan cómo se organiza y lucha todo un pueblo por la vida.

 

El cura y el intendente: dos referentes de la lucha antiminera

Por Diego Rojas (@zonarojas)

Entrevistas a Omar Daniel Quinteros, cura párroco de Famatina, y al intendente  Ismael Bordegaray. Una misma lucha desde lugares distintos.

Quinteros:  “El poder político pidió mi traslado”

El cura franciscano llegó a Famatina hace cuatro años y es una parte importante de la resistencia:  ”desde que llegué interpreté el sentir de este pueblo y vengo acompañándolo”, explicó.

 


-¿Dónde desarrollaba antes su misión?

-Era cura párroco de Anillaco.
-Ah. Un lugar interesante.

-Siempre me toca  bailar con la más fiera, como se dice. De todos modos, cuando ejercí allá ya había amainado la fiebre del oro menemista.
-Llegó cuando ya Famatina había expulsado a la Barrick. ¿Qué lo llevó a acompañar el espíritu del pueblo, como usted señala?

-No he hecho más que ser fiel a lo que la iglesia nos ha pedido a los pastores, defender la vida y acompañar al pueblo de dios, peregrine donde peregrine. Acá en Famatina ese acompañamiento es contra la megaminería, contra sus maneras de operar, con cianuro, con grandes cantidades de agua, que es un bien escaso. Todo lo que hice fue acompañar a este pueblo en mi figura de pastor.
-Sin embargo, ese acompañamiento supera lo espiritual. Ha trascendido que usted tañe las campanas cuando existe una posición difícil.

-Yo nunca toqué la campana, pero sí he dado licencia para que cuando la comunidad se vea amenazada de alguna manera, toque la campana. Es el medio más expedito, más eficaz, incluso más que los celulares, ya que a veces nos quedamos sin señal.
-¿Tuvo algún de señalamiento de parte de la cúpula de la iglesia?

-No hasta ahora. Por el contrario, otros párrocos de la región me han llamado para haceme llegar su acompañamiento o apoyo. Por trascendidos sé que se ha pedido mi traslado o que se me prohíba tocar las campanas. Pero no por parte de la cúpula de la iglesia. No he tenido ningún tipo de impedimento por parte de nuestro obispo.
-¿Y de parte del poder político?

-Como le digo, si ha habido algún pedido de traslado o impedimento de tocar campanas, habrá venido del poder político. Pero no he tenido ningún contacto con funcionarios por el momento.
-Esta provincia tiene una tradición de una iglesia de los pobres. Acá estuvo el obispo Angelelli.¿Se considera parte de esa tradición?

 

-Respeto mucho al obispo Angelelli. Me inspira su espiritualidad para acompañar al pueblo en este momento histórico. Pero lo que me mueve es la espiritualidad franciscana. Fui criado en ese amor a la vida, a la naturalez, a lo que Dios nos ha dado. Ese canto al hermano sol, a la hermana luna, a la tierra. Eso me mueve más que una definición de orientación ideológica.
-¿Cómo cree que continua esto? ¿Se instalará la mina?

-Eso nos preguntamos todos, con cierto temor. Esperamos y rogamos para que aquellos que mandan y de quienes dependen las decisiones entren en razones. Esa mina pondría en riesgo a varios pueblo. El agua que sale de Famatina abastece hasta Córdoba.

 

Intendente Ismael Bordegaray: “Hay que escuchar al pueblo”.

Famatina tiene un intendente joven. Su nombre es Ismael Bordegaray, cumplió 35 años y pertenece la Frente para la Victoria. Este es su segundo mandato luego de cuatro años de gobierno. Se lo ve como un ciudadano más en el campamento de la resistencia a la minera

 

 


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-¿Qué posición tiene la intendencia sobre el proyecto de la minera?

-Nuestra posición es acompañar al pueblo. El pueblo ratificó nuestro mandato y no deberíamos ni vamos a hacer otra cosa que lo que quiera la mayoría del pueblo. Esa mayoría dice que no quiere que la minería a cielo abierto sea una actividad que se desarrolle en la zona. Seguir lo que desea la mayoría es uno de los preceptos básicos de la democracia y eso es lo que haremos.
-El gobernador Beder Herrera, que pertenece a su mismo agrupamiento político, está decidido a que las mineras se instalen. ¿Cómo se conjugan su posición con la del gobernador?
-No se conjugan. Lamentablemente hay una divergencia muy difícil de resolver. Creo que debe primar la cordura y la racionalidad y si bien sé que hay compromisos económicos en juego, hay que escuchar lo que dice la mayoría del pueblo. Hay que entender la voluntad del pueblo. Entiendo  que Beder Herrera está en la capital y tiene que representar a la mayoría de los riojanos y tal vez  a los demás riojanos no les interesa lo que sucede aquí. Pero da la casualidad que es aquí donde se va a instalar la mina y tiene que escuchar qué dicen los ciudadanos afectados.
-¿Cómo cree que se resolverá este conflicto?

-Creo que se va a terminar escuchando al pueblo. Se dice que esta es una provincia minera. Que inicien entonces  la explotación en el resto de los departamentos que no han manifestado su oposición a este proyecto. Aquí la gente se ha manifestado y hay que escuchar a esa gente.

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