Tumini: "Crece el conflicto social, el gobierno debe reflexionar"
El pasado 1º de Mayo las distintas centrales obreras hicieron un enorme acto exigiendo, entre otras cosas, una ley antidespidos (que luego Macri vetó). Mas tarde, el 31 de Mayo, Barrios de Pie instaló ollas populares en toda la Capital y el gran Buenos Aires para hacer visible el crecimiento de la pobreza y las necesidades en los sectores mas humildes. El 7 de agosto, día de San Cayetano, miles y miles de personas marcharon de Liniers a Plaza de Mayo, convocadas por distintas organizaciones sociales y la iglesia para pedir por trabajo. Ayer, 2 de setiembre, también miles de argentinos y argentinas realizaron una marcha federal desde distintos lugares de nuestro país hasta la Plaza de Mayo, protestando contra la política económica del gobierno. En el medio, muchísimos conflictos sociales de todo tipo a lo largo y ancho del territorio nacional.
Todo esto no sale de la nada, es el fruto del ajuste que la administración de Cambiemos viene llevando adelante desde que se instaló en la Casa Rosada. Devaluación del 50%, altísimas tasas de interés, apertura importadora, tarifazo, freno a la obra pública, tienen como consecuencia directa un fuertísimo freno productivo: caen la producción, el consumo y también las mentadas inversiones. Solo crece la deuda externa, 30.000 millones de dólares en 8 meses.
Las consecuencias, no obstante, no son para todos por igual. Mientras al campo y a las mineras les sacan las retenciones, a las empresas petroleras se les mantienen los subsidios y les aumentan al doble el precio del gas en boca de pozo, a los formadores de precios se les da vía libre para aumentar a piacere los productos y los bancos son los que mas plata ganaron en el primer semestre, el golpe lo reciben la clase media, los trabajadores y los pobres. Las cifras del propio INDEC son inequívocas: casi dos dígitos de desocupación (19% entre los jóvenes), baja del consumo ininterrumpida de enero a julio (incluyendo alimentos), diez puntos de pérdida del poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones. También crece sostenidamente la pobreza como lo señaló la UCA (las estadísticas oficiales aun ausentes en esto) y el trabajo precario.
Bueno sería que el presidente reflexione. Desde su gobierno están presentando como un logro que la inflación esté bajando un poco, pero ocultan que eso sucede porque paralelamente profundizan la recesión. La industria retrocedió mas del 3% en lo que va del año y la construcción el 12% según los propios datos oficiales. Hasta los economístas liberales que apoyan al macrismo reconocen que el PBI bajará mas del 2% en el 2016. Incluso la Unión Industrial Argentina (UIA), que no ha ocultado su simpatía por el gobierno, ha señalado hace días su desilusión por la marcha de la economía; su presidente, Adrián Kaufmann Brea, le remarcó a Federico Sturzenegger -entre otras cosas- la importancia de la industria para consolidar la inclusión social y el desarrollo del empleo.
El 51% de los votantes eligieron a este gobierno. Pero es justo decir que lo hicieron con promesas de campaña de Mauricio Macri, que no es justamente lo que está haciendo ahora. Le expresó en su momento a la ciudadanía, para que le dé el sufragio, que no habría ajuste, que no se perderían puestos de trabajo, que combatir la pobreza era su principal prioridad, que la economía iba a crecer. En resumidas cuentas, lejos está de cumplir con el contrato que estableció con la sociedad en las pasadas elecciones.
Repetimos entonces: debiera reflexionar el presidente sobre lo que está haciendo y modificar el rumbo económico. No dijo que iba a gobernar para los ricos y en perjuicio de las mayorías. Como así también debería tener presente, que ya a esta altura no puede seguir escudándose en que todo es fruto de la "herencia recibida" del kirchnerismo.
Como tampoco es bueno que ante el crecimiento de la justa protesta social de quienes son visiblemente afectados por las medidas del gobierno, este recurra a la misma cantinela que usaba Cristina Kirchner de que hay intensiones "desestabilizadoras" y "destituyentes" por detrás, para descalificarlas y desprestigiarlas.
Mucho peor aun, que dé señales de avanzar en la estrategia de criminalización y judicialización de los reclamos. Debieran tener en cuenta que por esa senda ya transitaron en tiempos recientes Menem, De la Rúa y Duhalde, con graves consecuencias para el país y la democracia. No es bueno para nadie golpearse otra vez con la misma piedra.
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur
