[Corrientes] "Sin emergencia nacional no hay una menos"
“Sin emergencia nacional, no hay ni una menos”, fue una de las consignas que reunió ayer a cientos de personas en la manifestación por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que conmemora el brutal asesinato de Patricia, Minerva y María Teresa Mirabal a manos de la dictadura de Trujillo, en República Dominicana.
Organizaciones sociales de Corrientes y vecinos que se adhirieron a la marcha exigieron la urgente declaración nacional de emergencia en materia de violencia de género y que el Estado proteja a las víctimas. Revelaron cifras alarmantes de muertes por feminicidios.
Como cada año, la Multisectorial de la Mujer de Corrientes volvió a marchar ayer por calles de la ciudad, en consonancia con la movilización nacional #NiUnaMenos y dieron lectura a un documento consensuado por más de 15 organizaciones.
La movilización fue encabezada por la hermana de Elizabeth Verón, Rita Verón, la hermana de Sandra Silguero, Karina Silguero y la madre de Rocío Castillo.
El documento lleva la adhesión de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala), Mujeres en Lucha, Confluencia Movimiento Popular la Dignidad-Movimiento Tupaj Katari- MPDL-MTK), Mala Junta, Movimiento Cuña Mbareté María Conti, Federación de Organizaciones de Base (FOB), Las Rojas, Anusate, Red Provincial de Derechos Humanos, Corriente Clasista Combativa, Movimiento Barrios de Pie y Corriente René Salamanca.
Participaron también otras organizaciones, como La Zurda, integrantes del programa Ellas Hacen y el Colegio de Trabajadores Sociales.
“No quedan dudas que frente a esta gravísima situación el Estado, y la Justicia son los responsable al no tomar medidas integrales ni brindar respuestas efectivas”, recalcaron en el documento en el que recordaron a las víctimas de feminicidio en Corrientes en lo que va de 2015: Sandra Silguero, Gladys Beatriz Revoledo, María Belén Sanabria, Adriana Solange Cordove, Yésica Muñoz, Blanca Ávalos, Patricia Martínez y Celia Carmen Rivas.
“Sin ellas, no hay ni una menos”, enfatizaron. En concreto, reclamaron la declaración de emergencia nacional ya, presupuesto para la aplicación de la Ley 26485, efectiva aplicación de los protocolos y leyes vigentes en la provincia que aún no poseen presupuesto, y justicia con perspectiva de género.
Asimismo, exigieron la creación y puesta en funcionamiento de los refugios para víctimas de violencia de género, a la vez que proclamaron “Ni una mujer más víctima de las redes de trata y explotación sexual; ni una mujer más muerta por abortos clandestinos; ni una mujer más víctima de trabajo esclavo; ni una mujer más asesinada por ser mujer; basta de funcionarios misóginos; igual trabajo, igual salario y ¡Basta de violencias contra las mujeres!”.
“Somos mujeres organizadas, luchadoras, que formamos parte de un movimiento de mujeres que hace años lucha contra la violencia hacia las mujeres y contra todas las formas de opresión y explotación que se recrudecen en nuestros cuerpos por el solo hecho de ser mujeres”, resaltaron.
“No solamente denunciamos que no queremos más muertas, sino construyendo día a día las redes necesarias para que las mujeres recuperen la capacidad de decidir sobre su vida y su cuerpo, y las condiciones generales para que pueda nacer ese otro mundo posible donde estos hechos no sucedan nunca más”, añadieron en el manifiesto público al que se dio lectura en la plaza Vera, donde concluyeron todas las organizaciones participantes de la movilización.
“Entendemos que el feminicidio no es la única expresión de violencia hacia las mujeres, esta se manifiesta de manera múltiple y constante.
La violencia de género no solo incluye la violencia física y psicológica que todas conocemos, los golpes, las agresiones físicas y verbales, la humillación, los celos, la muerte, sino que también la violencia laboral, judicial, psíquica, institucional, social, económica, patrimonial, simbólica, obstétrica e incluye el aborto penalizado, la trata y la prostitución, el hambre, la desocupación, el trabajo en negro, la pobreza, las publicidades de televisión que construyen a la mujer como objeto, como mercancía para el consumo y la desigualdad de oportunidades que nos impiden elegir y tomar nuestras propias decisiones, como así también los crímenes de odio contra cualquier identidad de género”, apuntaron también en su posición.