Prepotencia institucional, trámite exprés y fuerzas represivas. Por V. Donda
El anuncio frustrado de un decreto de necesidad y urgencia que no fue porque ni siquiera tenían acuerdo entre ellos en dar semejante paso a todas luces violatorio de la constitucionalidad
Creo que la lamentable jornada del jueves, tanto dentro como fuera del recinto de la Cámara de Diputados, inauguró una nueva etapa en la gestión de Cambiemos. Tengo que confesar que me sorprendió por la manera en que el Gobierno intentó avanzar sin reparar en las consecuencias que tanta prepotencia institucional puede generar en nuestro país.
La decisión de Mauricio Macri de dar señales confiables a organismos de crédito que financian su modelo de negocios financieros, apertura económica indiscriminada y entrega de recursos naturales se ha convertido en una obsesión a esta altura del partido, producto del creciente déficit comercial y fiscal que dicho modelo tiene como consecuencia.
Lo que posiblemente subestimé es la torpeza con que el actual Gobierno iba a administrar su triunfo electoral de octubre, teniendo en cuenta que lo del jueves fue sencillamente la instrumentación de un mecanismo que rozó el estado de emergencia por la presencia innecesaria y provocadora de una multitud de efectivos de Gendarmería que condicionó desde tempano la jornada en los alrededores de la casa de la democracia.
Si tengo que sintetizar cómo manejó la estrategia legislativa el bloque oficialista debería señalar el trámite exprés en el plenario de comisiones del martes, en donde el ministro Nicolás Dujovne no supo o no quiso responder cuánto era el perjuicio en el ingreso de jubilados y destinatarios de la asignación universal con esta reforma. El llamado anticipado a una sesión especial en la que no consiguieron quórum porque no tengo dudas, a la luz de lo sucedido, de que si lo obtenían, se hubiera concretado el ajuste propuesto. Contradicciones entre las autoridades y los miembros de la alianza de gobierno en el recinto. El anuncio frustrado de un decreto de necesidad y urgencia que no fue porque ni siquiera tenían acuerdo entre ellos en dar semejante paso a todas luces violatorio de la constitucionalidad, y un nuevo intento de avanzar con la reforma reconociendo que será gravosa para los sectores más vulnerables de nuestra población, es decir, un mamarracho.
Si tengo que sintetizar el operativo montado por la ministra de Seguridad por orden del presidente Mauricio Macri debo señalar la siguiente secuencia: miércoles de golpes y agresiones por parte de Gendarmería para impedir una manifestación pacífica de organizaciones sociales con el saldo de lesiones por golpes y perros antidisturbios a legisladores nacionales; el jueves, una militarización de la zona del Congreso de la que no recuerdo antecedentes, decenas de heridos y detenidos durante una jornada en la que la sesión culminó a las tres de la tarde pero con una represión que duró hasta las ocho de la noche. La intervención de las fuerzas represivas de los accesos a la Cámara de Diputados que tuvo como consecuencia más golpes y lesiones a legisladores nacionales que querían ingresar al recinto. En fin, lamentables postales de otro tiempo que parece haber vuelto irremediablemente.
Quiero llamar a la reflexión a las autoridades del Ejecutivo y a quienes tienen la responsabilidad de llevar sus decisiones al debate parlamentario. Todos conocemos el libreto de los gobiernos autoritarios que adjudican la responsabilidad de la violencia a supuestos elementos o agentes que la provocan intentando invisibilizar la responsabilidad que les toca a las autoridades del Estado en construir los escenarios de diálogo y consenso necesarios para que quienes sufren las consecuencias de políticas de ajuste no sean los que menos tienen.
No se equivoquen, tienen la oportunidad de elegir un camino democrático con acuerdos amplios y sensibilidad social o de repetir la fórmula aparentemente más sencilla, represión para que pasen medidas que profundicen la pobreza y la desigualdad. Ustedes tienen la responsabilidad de elegir.
Publicado en Infobae