Mirando el futuro cercano en el país, ¿Qué debemos hacer? Editorial.
EDITORIAL
18 de Mayo del 2020
Mirando el futuro cercano en el país,
¿QUÉ DEBEMOS HACER?
La pandemia del coronavirus ha impactado fuertemente la economía mundial que, al menos por todo un período, se adentra en una importante recesión. En consecuencia, es dable esperar que continúe cierta retracción en el comercio mundial y una baja del precio de las comoditties.
También ha golpeado y golpeará duro la epidemia a nuestra economía la que, muy probablemente, terminará este año en guarismos cercanos a los del 2002. Agravado esto si tenemos en cuenta que ya veníamos de ocho años de estancamiento productivo, y un final de la presidencia de Macri con mas de 35% de pobreza, 2 millones de desocupados y 50% de inflación.
¿Cómo vamos a salir de esta tan difícil situación? Sobre todo, teniendo en cuenta que no vamos a contar con los precios de la soja que tuvimos del 2003 en adelante, que ayudaron en gran medida a la recuperación de aquel entonces.
La situación del sector externo argentino es el primer elemento a tener en cuenta para poder diseñar políticas económicas viables. En ese sentido hay que prever que al menos por unos años nuestras exportaciones van a sufrir. Muy posiblemente no demasiado las agropecuarias ya que habrá demanda para ellas. Pero que hoy por hoy ya no alcanzan para remontar por si solas la cuesta; por razones de precios y también por límites para expandir demasiado rápidamente la producción, al operar hace tiempo con tecnología de punta y sin muchas posibilidades de aumentar la frontera agrícola.
Paralelamente debemos tener en cuenta que la retracción económica en Brasil afectará nuestras exportaciones industriales. Además, que los precios de los minerales, salvo el oro tal vez, estarán deprimidos y por ende será difícil incrementar ventas externas por ese lado. Como así también que desplegar la potencialidad de Vaca Muerta sufrirá un inevitable retraso; mas allá de que contribuya por ahora al autoabastecimiento de gas y petróleo, lo que no es poco.
En definitiva, como señalamos, nuestras exportaciones estarán dificultadas; por un período al menos. Sumándole a ello que no tendremos demasiado acceso al crédito internacional, con independencia de cómo terminen las negociaciones de la deuda en curso. Digamos entonces que, en una economía muy dependiente de las importaciones para su funcionamiento como la nuestra, no es dable encontrar una recuperación rápida. Ya que, si se intentara, se aceleraría nuestra tradicional “restricción externa”.
¿Qué hacer entonces? Hasta que se modifiquen, aunque sea en parte, las condiciones económicas internacionales desfavorables, y mientras seguimos apostando al desarrollo estratégico de Vaca Muerta, hay que retomar eso que dijo en su momento Aldo Ferrer de “vivir con lo nuestro”; que tanto denostaron los neoliberales macristas.
Esto significa que, en lo esencial, debemos apostar a recuperar nuestro mercado interno, para encontrar por allí un camino de salida sustentable y acorde con los intereses de las mayorías.
Para ello, sin dejar de apuntalar toda recuperación de la capacidad exportadora, e incluso su incremento de ser viable, hay que orientar los esfuerzos principales en tres direcciones:
1) Sustituir todas las importaciones que sea posible para aliviar el sector externo, aun cuando algunas no sean competitivas internacionalmente por ahora.
2) Ayudar decididamente a las pymes y a la economía popular para reconstruir empleo.
3) Garantizar un piso de ingreso a cada argentino y argentina que recomponga y mantenga el consumo.
Todo ello requiere de un Estado fuerte para intervenir en el rumbo económico y en la economía. Como así también de suficientes recursos, que deben salir de una redistribución de la riqueza que los provea.
Plasmar una reforma financiera y otra impositiva que permitan esto, junto a una decisiva orientación productiva en su utilización, son el paso indispensable para tener éxito. Aunque haya que pisar callos para ello.
Humbert Tumini
Presidente del Movimiento Libres del Sur