La hipocresía de Carrió. Editorial de Humberto Tumini.
21 de Abril del 2019
Editorial
El gobierno de Cambiemos, la reelección de Macri y
LA HIPOCRESÍA DE CARRIÓ
Alguna vez Elisa Carrió fue antiliberal y hasta se podría decir progresista. A finales de diciembre del 2001, por ejemplo, intimó al presidente Fernando de la Rúa a que revocara los decretos de renegociación de la deuda pública que acababa de sacar y advirtió que, si no lo hacía, lo denunciaría por “traición a la Patria”. En su -correcta- opinión, dichos decretos apuntaban a “poner la fortuna y el honor de los argentinos a disposición del poder económico del exterior”. Agregaba en ese entonces la diputada, muy críticamente, que “se garantiza con la recaudación impositiva el pago por 32 años de la deuda externa, y si no se cumple el Estado pierde todo”.
Meses después, ya en el 2002, coherente con ese pensamiento, la señora presentó junto al recordado socialista Alfredo Bravo un proyecto de declaración para repudiar la visita del enviado del FMI -el hindú Anoop Singh- al que declaran persona no grata. Rechazaban allí “la omnipresencia de los organismos multilaterales de crédito en la vida nacional”, advirtiendo que “sus recetas no solo distan mucho de las angustias y necesidades de nuestra sociedad, sino que en general las agravan”.
Evidentemente los años y seguramente sus vínculos actuales con aquel poder que tanto criticaba, fueron modificando las posiciones de Carrió, que sin prisa pero sin pausa fue girando a la derecha de quince años a esta parte. Hasta que terminaron ella y su partido formando parte del gobierno neoliberal de Macri. Seguramente le habrá pedido disculpas a De la Rúa por todo lo que le dijo cuando lo puso a Domingo Cavallo de Ministro de Economía. De este expresó, entre otras cosas, que era un “criminal que terminaría preso” y al ex presidente lo trató de “autista” (La Nación 25/9/2001).
Pero el problema principal de la dirigente de la Coalición Cívica, no vendría a ser solo que se haya pasado con armas y bagajes a las filas del poder financiero que tanto criticaba; o que ahora borre con el codo lo que alguna vez escribió con la mano respecto de lo que significan estos leoninos acuerdos con el FMI. Eso es grave claro está, pero peor aun es su tremenda hipocresía para justificar el actual estado de cosas ante sus votantes, compuestos fundamentalmente por la clase media tan salvajemente agredida hoy por el gobierno del que ella forma parte y defiende.
Dice hoy Carrió en defensa de Macri, sin que se le caiga la cara de vergüenza, que “yo soy consciente que estamos pagando enormes costos por todo lo que nos robaron, pero no hay otra salida”. Agregando a continuación “Tengamos confianza, yo estoy segura de que en octubre vamos a estar mejor, no del todo bien, porque cuando se robó por dos generaciones falta una generación para reconstruir la Nación. Pero lo estamos haciendo”.
Adjudicar a la corrupción kirchnerista (que la hubo y muy extendida de CFK para abajo) los 100.000 millones de dólares en que nos ha endeudado el gobierno de Cambiemos, la timba financiera, el enorme traslado de ingresos de la mayoría de la sociedad a los mas pudientes y a las empresas amigas del gobierno, la actual destrucción de las grandes, pequeñas y medianas empresas nacionales, del empleo y el aumento de la pobreza que estamos viviendo, quedará en la historia como una de las mas sensacionales mentiras que se han dicho en la política argentina.
Conductas tan hipócritas y falsas como de la que hace gala Carrió, defendiendo lo indefendible para poder justificar ante sus seguidores y votantes el por qué pregona la reelección de Macri, son seguramente la causa principal del desprestigio de la política en nuestro país.
Todo nuestro repudio hacia ellas.
Humberto Tumini
Pre candidato a Presidente por Libres del Sur