Golpe bajo

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Golpe bajo

“Che Tigresa, che, Tigresa, che, Tigresa, renunciá. Esos votos son del pueblo, del proyecto nacional”.

El cantito, y una lista de frases halagadoras para con el supuesto proyecto nacional y popular recopilada de entre las dichas por la boxeadora durante su paso por el FpV, en eso radicó la crítica de los militantes kirchneristas al cambio de vereda de la Tigresa Acuña, quien en realidad solo cambió de "manager".

Por segunda vez consecutiva, la sesión del HCD pareció más un congreso del PJ que un recinto en el que deben ser tratados los problemas de los vecinos.

O al menos ese sería el resumen que podríamos hacer de no haber aparecido, con sorprendente preponderancia, entre los improperios de los que fue objeto la concejal, algo que nos llama la atención. La llegada de Acuña al recinto fue acompañada por el grito de “puta” y “prostituta” de lxs militantes del FpV que se encontraban en el lugar.

Más allá de que el juego de los pases deshonestos, el curtismo, pionero en borocotazos, lo conoce de memoria, aunque hoy le toque sufrir la baja en carne propia. Lo cierto es que el argumento que decidieron esgrimir los presentes para atacar a quien semanas atrás los representaba, no fue solamente el de la traición, el de la gestión, o incluso el de la corrupción, como hubiese ocurrido en el caso de que el pase lo hubiera protagonizado un hombre. Si la Tigresa hubiese sido Maravilla Martínez, habría sido otro cantar, o por lo menos, habrían sido otros los gritos.

Por el contrario, se decantaron por la descalificación más repudiable, ignorando por completo la compleja realidad de las mujeres en la política, utilizando a modo de insulto el estigmatizante mote de puta, prostituta, dejando de lado la vulnerabilidad de aquellas mujeres que deben enfrentarse a la vida con su cuerpo como único bien de cambio, y poniendo en evidencia una vez más que a las mujeres todo, hasta la traición, nos cuesta más caro que a los hombres. Si alguna vez se pensó en el cupo femenino como propiciador de equidad de género, no ha resultado así. Los lugares más altos de decisión política siguen estando en manos de los hombres, más allá de que encontremos excepciones que no hacen más que confirmar la regla.

Esta no es la primera vez que una situación semejante, de clara discriminación hacia las mujeres que nos desempeñamos en política, se produce, y es permitida sin ningún tipo de condena, en el ámbito del HCD de Tres de Febrero.

A pesar de que no tenemos coincidencias con el proyecto político del Frente Renovador, condenamos la agresión hacia la Concejal Marcela Acuña, en lo que respecta a su condición de referente política femenina.

Desde MuMalá Tres de Febrero consideramos que este tipo de actitudes son imperdonables, y deben ser categóricamente repudiadas como lo que son: una forma más de violencia de género.

 
Prensa Mumalá-Tres de Febrero