Fue nomás para la derecha
Scioli y Randazzo: la salida del kirchnerismo
El 13 de febrero del 2008 fuimos a reunirnos con Néstor Kirchner en Puerto Madero, donde había puesto sus oficinas, terminado su mandato presidencial y con Cristina en la Rosada. Ibamos a que nos explicara las razones por las que, luego de convocarnos a construir un movimiento político transversal, con lo mejor de cada partido de raíces nacionales y populares, había tomado la decisión de ser el nuevo presidente del Partido Justicialista.
Esquivando argumentos serios, nos dijo Kirchner en la reunión que era “porque me lo pidió Cristina”; asegurando al mismo tiempo que “renovaría el partido” desplazando a la vieja dirigencia. De los cuatro dirigentes que allí estuvimos, el único que objetó la decisión fui yo: “no estoy de acuerdo”, le dije (ver Página 12).
El 2 de noviembre de ese año, sostuvimos en una editorial que: “Libres del Sur fue advirtiendo, junto a muchos otros y como parte de ese Proyecto Nacional que se inició en el 2003 con Néstor Kirchner a su frente, que había que fortalecer a las fuerzas populares en su seno y no a las mas retardatarias que tenían a una parte importante de la dirigencia justicialista como expresión concreta. No obstante a partir de fines del 2005 se nos escuchó cada vez menos; y después del triunfo de Cristina, con la decisión de que Kirchner fuera a la presidencia del PJ, directamente se decidió marchar en otra dirección. Las consecuencias de ello se vienen haciendo sentir cada vez más en la pérdida de consenso del gobierno”, agregando que “Si la pejotización es la estrategia que tiene el gobierno para el proyecto nacional en curso, va al fracaso y allí no estaremos”.
No solo entreveíamos que iba al fracaso el proceso iniciado en el 2003, que tantas posibilidades tenía de hacer una Argentina distinta y mucho mejor de la heredada del neoliberalismo, sino que estábamos convencidos que, llegado el momento, la salida del kirchnerismo vendría de la mano del PJ y hacia la derecha. Acorde a los rasgos profundos adquirido por este partido de hace décadas, que se habían puesto manifiesto con absoluta claridad durante el gobierno de Carlos Menem.
Cierto es que luego de la derrota del año 2009 logró el kirchnerismo, aprovechando inteligentemente una serie de circunstancias favorables en lo político y en lo económico, recuperar consenso. Y de esta manera obtener un nuevo mandato para Cristina en el 2011. Pero las corrientes profundas que nosotros vimos allá por el 2008, que nos llevaron a apartarnos del gobierno, no se modificaron.
Pasaron seis años y medio de esa decisión nuestra, se acercan las elecciones presidenciales y el fin de mandato de Cristina Kirchner, que no puede renovar. ¿Cuál es la situación del país? Hace tres años que la economía está estancada con elevadísima inflación, la inversión productiva ha descendido, la pobreza está cercana al 30%, la creación de empleo no aumenta desde el 2008, nada queda de los superávits gemelos (fiscal y exterior) de los que hablaba Néstor Kirchner para una economía sustentable. También perdimos el autoabastecimiento energético con enorme impacto económico, y hasta retrasan el tipo de cambio al mejor estilo Cavallo.
¿Y en el terreno político, cuál es la oferta del kirchnerismo para las próximas y cruciales elecciones? ¿Los candidatos de la Cámpora, del Movimiento Evita, de Nuevo Encuentro? Nada de eso, por supuesto, los candidatos salen del riñon del PJ, tal como era previsible cuándo Néstor Kirchner decidió blanquearlos de nuevo hace ocho años atrás. Scioli y Randazzo para la presidencia. Aníbal Fernández, Espinoza y Julián Domínguez para la gobernación de la provincia de Buenos Aires, sumados a ellos los intendentes de siempre encabezados por Hugo Curto. En el interior los Insfrán, Alperovich, Capitanich, etc. Nada nuevo bajo el sol, los mismos que estuvieron con Menem y después con Duhalde son los que hoy representan al kirchnerismo en su fin de ciclo. Puro pejotismo, tal como entrevimos desde Libres del Sur cuando decidimos abandonar este gobierno. Candidatos que ninguna diferencia tienen con las otras expresiones que ha puesto en pie la derecha, como Macri o Massa.
Al irnos del kirchnerismo, el 6 de noviembre del 2008, en otra editorial, también dijimos: “Producto de todo esto que expresamos y describimos, una muy significativa cantidad de argentinos y argentinas, que adhieren a ideas progresistas, al pensamiento nacional, que anhelan un país desarrollado, mas justo y soberano, no se sienten representados políticamente por el kirchnerismo; e incluso muchos de ellos llegan a ser -algunos mas y otros menos- críticos del gobierno nacional. Allí entonces hay un vacío político que los sectores populares tenemos la obligación de llenar. Si no corremos el riesgo que, hábil confusión mediante, hagan pie en ellos los que cuestionan al proyecto en curso -clara o encubiertamente- por derecha”.
Desde ese entonces desde Libres del Sur hemos trabajado esforzadamente por llenar ese vacío político. Para que hubiera una representación política genuinamente progresista, lo mas amplia posible, que le diera batalla a los que buscaban y buscan, desde el gobierno o la oposición, el regreso de la derecha.
Confrontando contra el doble discurso de Cristina y la mayoría de la dirigencia K. Con los Macri y compañía que iban ganado terreno. También con los que, como Carrió, Sanz y parte de la dirigencia radical, trabajaron para dividirnos y fortalecer a lo mas conservador. Una durísima pelea que, lejos de haber terminado, está absolutamente en curso.
Han buscado desde los sectores de poder -con el gobierno kirchnerista y su doble discurso como gran facilitador- y en cierta medida logrado, instalar que los tres candidatos con posibilidades de llegar a la Rosada son Scioli, Macri y Massa (al decir de Zulemita, todos hijos políticos de su padre); y que las fuerzas progresistas estemos acorraladas luego de que destruyeron UNEN. Pero les vamos a dar batalla, como hemos hecho todos estos años. Mirando el presente, pero también el futuro.
La salida del ciclo K hacia la derecha es una desgracia para el país. Que duda cabe. No hay que permitir entonces que suceda livianamente, como pretende el establishment (el que está fuera del gobierno y el que está adentro del mismo). Aun en la desventaja en que nos han puesto, hay que confrontarlos; convocando a nuestros compatriotas a impedir un retroceso, fortaleciendo el polo progresista en las próximas elecciones. Eso es el gran desafío que tenemos en la hora actual.
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur