Eliminación de retenciones y devaluación, elevarian precios de materias primas alimentarias 90%
Entre la eliminación de las retenciones y la devaluación, los precios de las materias primas alimentarias alcanzarían crecimientos de hasta el 90%
Escribe Isaac Rudnik.
La apertura de cepo cambiario devino en un aumento del tipo de cambio del dólar del orden del 40%, cerrando en el la primera semana de mercado parcialmente libre a 13.60$/dls.
En forma coincidente con esa medida y siguiendo un cronograma trazado previamente, el ISEPCi difundía el Índice Barrial de Precios (IBP), el que computaba un incremento de los alimentos del 11.7% para el mes de diciembre y de 15.23% en los dos últimos meses, delineando una aceleración de la tasa inflacionaria.
Esta aceleración en la tasa inflacionaria reflejaría una anticipación de parte de los operadores económicos, excluidos los trabajadores, del efecto alcista sobre los precios de las perspectivas de una devaluación que se presentaba inevitable e independiente del resultado de las elecciones.
En este contexto, la Canasta Básica de Alimentos (CBA) medida a partir del IBP se ubica en $3770.91 para una familia tipo. Dicha CBA se corresponde con un tipo de cambio del dólar de 13.0 $/dls, según la metodología de Tipo de Cambio implícito aplicada por el ISEPCi.
En el documento del ISEPCI “Estimación de Tipo de Cambio implícito de la canasta alimentaria”, se calculó que sin eliminación de los Derechos de Exportación (DEX), usualmente conocidos como retenciones, el tipo de cambio implícito para una CBA compatible con rentabilidad en el agro se ubicaría en 13.32 dls/tn, situación que influiría en un aumento del orden del 20% en la canasta básica alimentario medida por el IBP.
Los números de inflación y expectativa de devaluación que se proyectaron oportunamente, se aproximan a lo sucedido. Sin embargo, en los cálculos del ISEPCi no se incluía la eliminación de los DEX, situación que pone un interrogante con respecto a la futura evolución de los precios de los alimentos.
Es importante señalar la liberación de cepo fue precedía por la eliminación total de los DEX para los productos agropecuarios, con excepción del complejo soja para los cuales la medida alcanzará a una reducción de cinco puntos.
Esto pone un elemento adicional a la devaluación, ya que en los productos agropecuarios la corrección cambiaria supera sensiblemente la devaluación registrada, duplicándola en los casos específicos del trigo, maíz y girasol, productos que tienen alta incidencia en cadenas agroalimentarias sensibles para la CBA.
Ejemplo 1. Los precios del maíz, materia prima para la producción de carnes, se formaban con un precio basado en un dólar $7,80/dls ($9,80/dls-20% por DEX), el que ahora sube a $13,60/dls, o sea que se eleva un 75%.
Ejemplo 2. En el caso del trigo, insumo esencial para la producción de farináceos, el tipo de cambio base era de $7.54/dls ($9.80-23% por DEX) y aumenta a $13.60/dls, un 80%.
Ejemplo 3. En girasol, principal componente de los aceites mezcla, con la eliminación del 30% del DEX, el incremento del dólar base supera excede el 90%.
Los apoyos a la medida de devaluación con baja de DEX, se centran en considerar que el fuerte impacto en ingresos agropecuarios, vía aumento de dólar-precios, derivará en un sensible incremento de la oferta y en consecuencia en una nivelación de los precios de los alimentos.
Sin embargo, este impacto sólo sería factible y beneficioso en el mediano o largo plazo, pero muy poco probable en el corto plazo.
En el caso de los cereales y oleaginosos (trigo, maíz, soja, girasol, etc), se debe tener en cuenta que la temporada 2015/16, que determinará la oferta en el 2016, ya se encuentra definida en un 90%. Sólo se puede esperar un aumento de la producción de maíz y soja de segunda, que es minoritaria, en tanto que para trigo y girasol, con alta incidencia en los precios de los alimentos (harina, pan, fideos, aceites mezclas, etc.), la producción ya se esta definida, por lo cual hay que esperar hasta el 2017 para ver efectos positivos sobre la producción.
Por el lado de los productos cárnicos y regionales, la movilidad de la oferta es más restringida, por ser producciones de ciclo más largo (capitalización de vientres, cultivos perennes). Además, aún debe analizarse para algunos productos cárnicos, el efecto de la eliminación de los diferenciales arancelarios que promovían su producción.
En suma, el panorama de precios de los alimentos debería estar sujeto en los próximos meses al establecimiento de políticas antinflacionarias muy potentes, como acuerdo de precios, sistema de precios diferenciales o de compensaciones a los precios de las materias primas básicas, medidas que en algunos casos están implementadas y ahora debería evaluarse su mantenimiento y/o ampliación.
Isaac Rudnik, Director del ISEPCi.
Sin medidas complementarias la eliminación de las retenciones eleva los precios de los alimentos y limita el desarrollo de la agroindustria
Escribe Rubén Ciani.
El gobierno anunció el lunes 14 de diciembre la eliminación total de los derechos de exportación (DEX), usualmente llamadas retenciones, para los productos agropecuarios con excepción del complejo soja para los cuales la medida alcanzará a una reducción de cinco puntos.
Esta medida tendría los siguientes impactos:
Costo fiscal:
Para todo el año 2016 y en base al contexto actual de precios internacionales, tendría un costo fiscal, materializado en menor ingreso por impuestos a la exportación, del orden del 2000 millones de dólares. Para el cálculo de este valor se considera que en forma simultánea se eliminan además los reintegros directos vigentes para ciertos productos regionales. La merma fiscal estimada, representa algo menos que medio punto del PBI.
Precios internos:
Desde el inicio del mes de diciembre el índice de inflación retomo una tendencia ascendente, luego de un período de tasas positivas pero que disminuían mes a mes. (ver http://www.isepci.org.ar/noticias/item/2015-12-17-en-diciembre-los-alimentos-aumentaron-un-11-29).
Las causas del punto de inflexión observado en el IBP y en el resto de los índices de precios, se centran en aumentos en el precio de la carne y de los productos farináceos, componentes de la cadena de maíz y trigo, respectivamente.
En este contexto, se observaron aumentos del orden del 30% en los precios del maíz y trigo en el mercado local en los meses de noviembre y diciembre, a pesar de registrarse caídas del orden del 5% en sus precios internacionales.
Además en el mercado vacuno, la previsión de mejores perspectivas exportadoras impulsaron una retracción en la oferta de los productores pecuarios y en consecuencia un aumento adicional en los precios de las carnes rojas, las que en el período que va desde los anuncios de devaluación y eliminación de los DEX a la fecha, se incrementaron cerca de un 30% promedio en las carnicerías.
Esto refleja una anticipación de los precios a las expectativas de eliminación de las retenciones anunciadas, pero fundamentalmente a la devaluación que finalmente se implementó. Por esta razón los aumentos de precios registrados en trigo y maíz superan a la tasa de los DEX eliminados, que es del 23% y el 20% respectivamente.
En un informe del ISEPCI se calculó que sin eliminación de los DEX, el tipo de cambio implícito para una canasta de alimentos compatible con rentabilidad en el agro, era de 13.32 dls/tn, situación que influiría en un aumento del orden del 20% en la canasta básica alimentario medida por el IBP. (http://www.isepci.org.ar/noticias/item/2015-11-09-el-valor-del-dolar-implicito-en-el-precio-de-los-alimentos-esta-hoy-en-11-20)
Pero además en dicho informe, se alertaba sobre la necesidad de implementar medidas complementarias para evitar un traslado de la devaluación a los precios; con mayor énfasis si para alcanzar un tipo de cambio único, que es el objetivo del gobierno, se eliminaban los DEX. En el mismo se consignaba:
–Para la unificación del TCO en los valores estimados en el ejercicio presentado, deberían eliminarse las retenciones y aplicarse medidas complementarias que neutralicen el efecto precio de aquella eliminación.
-Con relación a la unificación del TCO, debe tenerse en cuenta que las retenciones sirven para desenganchar los precio internos de las variaciones de los precios internacionales, o resguardar los precios internos frente a devaluaciones cambiarias.
Rentabilidad de productos:
El impacto de las medidas sobre la rentabilidad de productos, podría clasificarse el alto, medio y bajo, según los productos considerados:
ALTO: En los productos de trigo, maíz y girasol, que son los que mayor caída de precios han registrado en el mercado internacional, del orden del 30% al 40% entre 2001 y 2015; y para los cuales el incremento de renta por eliminación de los DEX varia entre el 20% al 30%.
MEDIO: Los productos regionales en general, en donde los DEX se ubicaban en el 5% para la mayoría de los casos, y además muchas de sus exportaciones recibían reintegros (se supone que serán eliminados también) que neutralizaban en buena parte el efecto de los DEX. Para estos productos, los beneficios de la medida se encuentran en la eliminación del costo financiero existente entre el pago de los DEX y el recibo de los reintegros, que determinaban un largo período.
BAJO: Las soja, ya que la media incluye una reducción de sólo el 5%, la que puede verse neutralizada por el efecto precio de la mayor oferta que ella generaría o más precisamente, que una futura devaluación generaría.
En este caso, debe señalarse además que resulta poco factible que solo la disminución de cinco puntos en los DEX promueva una mayor comercialización de la soja en poder de los grandes productores, considerando que al anunciarse la baja de los DEX había expectativas de una devaluación del 50%.
Agroindustria:
En principio, la medida de eliminación de los DEX elimina además los escalonamientos arancelarios que promovieron la transformación, por ejemplo, de maíz y carne aviar para la exportación. En el informe del ISEPCI de diciembre se alertaba:
Por otra parte la eliminación de las retenciones de los principales granos (Ej: trigo, maíz, soja), implican además la eliminación de los diferenciales arancelarios que favorecen la competitividad y el crecimiento observados en varias industrias agroalimentarias (Ej: farináceos, carnes aviar y porcina, aceites vegetales).
Rubén Ciani es economista e investigador del ISEPCi.
Notas publicadas en: http://lapiedraenelzapato.com/