El vergonzoso ingreso a Medicina.

EL VERGONZOSO INGRESO A MEDICINA

Como desde hace 7 años una vez más miles de jóvenes que eligen estudiar la carrera de medicina quedarán afuera. El cupo es la expresión más violenta de la vigencia del neoliberalismo en la universidad de nuestros días. Pero es solo la parte visible de un conjunto de mecanismos expulsivos que hacen que el curso de ingreso de esta carrera se transforme en un verdadero colador en lugar de promover y garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación pública y gratuita.

Desde el momento mismo de la inscripción los aspirantes se enfrentan a numerosas trabas como el pedido de requisitos irrisorios y de difícil obtención que no se piden en ninguna otra unidad académica enredándolos en una burocracia infinita e innecesaria. Se debe presentar por ejemplo un “certificado con el promedio del secundario”, papel que las escuelas no entregan y mucho menos si se los piden en pleno receso de verano cuando se encuentran cerradas. Antes y durante el curso de ingreso la desinformación es la norma, tratándose de la primera barrera para quienes ingresan a un mundo nuevo como el universitario.

Ni el material de estudio ni las clases se corresponden con la exigencia del examen. En los apuntes se da sólo una parte de los contenidos y se “sugiere” consultar libros que el estudiante debe ingeniarse para conseguir. Según la Encuesta de aspirantes de Carreras de Grado de 2011 realizada en el ámbito de la UNC el 56% de los ingresantes a Medicina considera que el ciclo de nivelación les ayuda poco o nada a prepararse para rendir el examen y en general acuerdan que es necesario contar con apoyo externo a la Universidad para poder aprobar los exámenes del Ciclo de Nivelación. Y como donde el Estado está ausente el privado hace su negocio, las academias que preparan estudiantes para los ingresos son cada vez más y más caras. Hay cerca de 20 en Córdoba y prepararse para medicina puede costar hasta siete mil pesos. No hace falta decir que solo ocupan los 550 lugares del cupo los que pueden pagar las academias, demostrando lo elitista de está política.

Llegado el momento del examen casi el 20% de los aspirantes quedo en el camino. Los que siguen deben volver a inscribirse -más burocracia- y no sabrán hasta una semana antes donde, cuando y que materia rinden primero. El examen consta de dos partes que se rinden en dos días seguidos y no hay recuperatorio. Los chicos llegan con un nivel de agotamiento, nervios y estrés que termina jugando en contra de su rendimiento académico e intelectual. A esto se le suma que la corrección y las instancias de revisión del examen tienen muchas irregularidades y son poco transparentes. No te dejan mirar tu examen completo sino una grilla con las respuestas y nada más. Ni siquiera se dan las notas sino solamente un orden de mérito.

Este sistema de ingreso limitado queda enmarcado en un proyecto universitario que alienta el desarrollo de la actividad privada en desmedro de la enseñanza pública gratuita e inclusiva.

Los argumentos con los cuales se implemento esta política excluyente y elitista se han ido cayendo uno a uno:

“Excelencia académica” La relación numérica docente-alumno sigue siendo hoy la misma de antes. Los planes de estudio reducidos y atrasados, siguen sin dar respuesta a las necesidades de salud de la gente. Se argumento que, con el cupo, al reducirse la cantidad de egresados habría para cada uno de ellos una residencia. Sin embargo sigue habiendo cerca 300 médicos especializándose sin cobrar ningún tipo de beca.

“Falta de Presupuesto” El presupuesto de la Facultad y Hospitales Escuelas casi se ha quintuplicado en los últimos cinco años, y mucho más de lo que recibe el resto de las facultades. ¿Donde esta la plata? En Infraestructura, equipos, instrumentos y condiciones de cursado los estudiantes no han visto un peso más.

“Sobran Médicos en la Argentina” este argumento se sigue sosteniendo a pesar de que el sistema público de salud en nuestro país está lejos de satisfacer las necesidades de la población y de que se siguen abriendo carreras privadas de medicina.

 A siete años de vigencia del cupo en el ingreso a la Carrera de Medicina, no ha habido gestos concretos de avanzar en su derogación. La política del decano Gustavo Irico -aliado de la gestión Scotto- esta en sintonía con la política de vaciamiento y privatización de la salud pública que encarna el Gobierno de la Provincia desde hace más de doce años.  El silencio cómplice y la inacción de Carolina Scotto la hacen también responsable de que bajo su mandato discursivamente progresista el cupo siga existiendo. Tanto la rectora como el decano tienen amplia mayoría en los consejos para cambiar el rumbo, solamente hace falta voluntad.

A ellos les exigimos:

  • Eliminación del Cupo.

  • Una semana entre las instancias evaluativas.

  • Examen acorde a los contenidos dados en el curso de ingreso.

  • Criterios claros y transparentes de evaluación y corrección.

  • Veedores estudiantiles en la corrección.

  • Entrega del examen corregido y publicación de las notas.

  • Creación de un solo reglamento del ingreso que establezca todos los requisitos y condiciones aprobado por el consejo directivo.

  • Eliminación del requisito “certificado de promedio”

  • Informe sobre la administración del presupuesto de la Facultad.
     

P/D: Evolución del Presupuesto de la Facultad de Ciencias Médicas.

*Datos Presupuestos UNC sin contar recursos de generación propia. (Posgrado, Pami, Bonos, etc.)

Movimiento Universitario Sur
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Movimiento Universitario SUR
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