El aliento de Bullrich a las FFSS roza la apologia del delito

El aliento de Bullrich a las FFSS roza la apologia del delito

Recientemente la Ministra Patricia Bullrich, afirmó que “No hay más sometimiento de las fuerzas de seguridad, ni a la Justicia, ni a la política”. Frases de este tipo realmente deben llamarnos a la reflexión de la concepción antidemocrática que este gobierno, en boca de la funcionaria principal que dirige la cartera de seguridad, tiene. Esa frase roza la ilegalidad y la apología del delito. La ministra pronunció frases de ese tinte y otras igual de preocupantes ayer, durante un almuerzo en el Club Rotary de Buenos Aires. También agregó que “A mí con lo de (Santiago) Maldonado me machacaron 78 días y lo bancamos. ¡Hay que bancarla! ¡Eso es lo que tenemos que hacer como Gobierno, bancarla!”, ignorando cuestiones claves como la alteración de las actas que esa fuerza hizo durante ese cuestionado e ilegal procedimiento, a partir del cual Maldonado murió; el espionaje posterior – también ilegal-, que esa fuerza realizó sobre familiares y testigos, después de la denuncia de la desaparición de Santiago; y el rechazo del juez Lleral de cambiar la carátula de la causa, como el gobierno le ha pedido en reiteradas oportunidades; para mencionar solo algunas cosas que oscurecen sus planteos y apoyo incondicional a Gendarmería, también en ese caso.

Detrás de ese tipo de declaraciones hay un mensaje claro en relación a cómo conciben la relación entre democracia y distribución del ingreso, es decir, cómo van a sostener un modelo agresivo para los laburantes y los pobres. También pretenden limitar ellos hasta dónde las garantías democráticas pueden convivir con una nueva ofensiva hacia los estratos inferiores de la población. Creo que no deberíamos relativizarlo porque somos conscientes de que estamos en la puerta de un escenario de fuerte puja distributiva y recalentamiento de la calle, y conflicto social. Además, esto no está sucediendo sólo aquí. Brasil, nuestro socio histórico está atravesando un proceso similar de endurecimiento de las políticas punitivas, estableciendo una especie de “democracia tutelada”, que cercena cada vez más los derechos humanos básicos.

Esta semana, a pesar de que el escenario económico nos mantuvo atentos y activos, lanzamos un pronunciamiento frente a los mensajes y acciones punitivas, donde reafirmamos los consensos básicos para la seguridad en democracia, en el cual más de 200 adhesiones de organizaciones y personas comprometidas con los derechos humanos planteamos la necesidad de: mantener una clara separación entre asuntos de defensa y asuntos de seguridad; que la protección del derecho a la vida debe ser la prioridad del Estado; la protección del derecho a la protesta en sus diferentes variantes; y el compromiso del sistema político con la prohibición del uso de las agencias de inteligencia para el espionaje político y contra las organizaciones y referentes sociales. Todo esto entendiendo que la protección de los derechos humanos requiere un compromiso firme con estos principios básicos, que implican orientar las políticas a la limitación de la violencia estatal. Entre las firmas más destacadas firmaron Estela de Carlotto, Nora Cortiñas, Adolfo Pérez Esquivel, Beatriz Sarlo, Felipe Solá, Horacio Verbitsky, Hugo Yasky, León Carlos Arslanian, Juan Gabriel Tokatlian, Daniel Arroyo, Margarita Stolbizer, Alberto Rodriguez Saá, Antonio Bonfatti, Juan Grabois, Marcelo Sain, Alberto Binder, “Pino” Solanas, Roberto Gargarella, entre otros/as ; y organizaciones como el CELS, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Serpaj, Colectivo Ni Una Menos, las CTA, – CTEP, Mov. Evita, CCC, Barrios de Pie, TECHO, Greenpeace, Amnistía Internacional, entre otras.

Cintia Monaco
Directora de la CADH

Publicado en http://cadh.org.ar/

---