Cuando los médicos se pusieron del lado de los pueblos fumigados

 

Por Clarise Sánchez | [email protected]

El viernes 27 y sábado 28 se realizó el primer Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados en el Pabellón Argentina de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En la actividad expusieron profesionales de la salud sobre las enfermedades ocasionadas por el uso de agro-tóxicos, especialmente, el glifosato.

Los disertantes analizaron científica y socialmente los problemas de salud que acarrea la utilización indebida de insecticidas. Entre ellos, expusieron médicos de la provincia de Santa Fe, Chaco, Misiones y Córdoba.

Además, hubo una breve pero importante intervención de una de las madres de barrio Ituzaingó Anexo, quién dijo que hace más de diez años están luchando contra la contaminación.  Después de relatar la difícil aceptación de los médicos sobre la existencia de agroquímicos en las personas, expresó que “no hay vuelta atrás, muchos de nosotros hemos perdido gente”.

Con respecto al panorama actual, dijo: “La situación nuestra es la misma con algunas mejoras porque nos seguimos enfermando, ya que después de los mil metros se sigue fumigando (…) sé que para estos casos hay que lucharla y hay que estar, para esto necesitamos médicos comprometidos”.

Luego, disertó el pediatra Rodolfo Páramo, quien explicó sus trabajos en el norte de la provincia de Santa Fe y recalcó, de modo eufórico, los intereses económicos y la falta de humanidad de los ingenieros agrónomos a quienes calificó de “genocidas”. Sobre los efectos de los agro-tóxicos, narró los problemas respiratorios y de piel que presenta la población de Malabrigo.


Por otra parte, Páramo refirió al deber como profesional y como egresado de la universidad cordobesa. Esto provocó el aplauso de los presentes. En tal sentido, afirmó: “Egresé de una universidad pública, para mí es un deber ético y moral advertir si encuentro algo que está provocando daño mínimo o máximo a la salud de una población”.

Por la tarde, expusieron Coni Fita, directora del Registro de Tumores Córdoba; Analía Otaño, integrante de la Red Salud Popular y delegada del Ministerio de Salud de la Nación en el Chaco; María del Pilar Díaz, directora de Epidemiología Ambiental del Cáncer de la UNC , entre otros. Explicaron la relación entre  el cáncer y  el agro-tóxico.

Por la mañana, disertó Gladys Trombotto, genetista en la Maternidad nacional, quien brindó datos específicos sobre el aumento de malformaciones por la utilización de insecticidas. Uno de las cifras significativas fue de 700.000 niños que nacen en Argentina, 21.000 tienen malformaciones.

Trombotto manifestó que, a nivel provincial, no hay vigilancia epistemológica ni en barrio Ituzaingó ni en Montecristo. Luego, agregó que en Córdoba y Santa Fe se utilizan más de 160 millones de litros de agro-tóxicos. Algunos de los efectos de este líquido son: pubertad anticipada, diabetes, daño renal hepático e intestinal.

Alrededor de las 11, expuso Hugo Gómez Demaio, quien es Jefe del Servicio de Pediatría de Posadas, Misiones. Durante más de media hora demostró, mediante imágenes y relatos estremecedores, las secuelas provocadas por los químicos en la provincia del nordeste.

El doctor criticó a los productores de soja así como a todos los productos vinculados a la actividad agropecuaria. Aseguró que es altamente nocivo consumir todo lo relacionado con Monsanto, Cargil, Nestle, Unilever con Agro y Ades.

Así, con una sensación colmada de indignación por los intereses de las multinacionales en detrimento de la humanidad, terminó su disertación.  Para finalizar, exigió: “Soberanía alimentaria y distribución alimentaria equitativa”. Los aplausos que siguieron a estas palabras y los abrazos de sus colegas demostraron el compromiso con la vida que tienen todos los médicos que asistieron al encuentro.

La jornada terminó después del mediodía luego de las explicaciones técnicas del docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Andrés Carrasco acerca de los efectos del glifosato.

Para saber: el glifosato es una de los herbicidas de amplio espectro más empleado en todo el mundo para el control de las malezas. En Argentina se utiliza, principalmente, en cultivos de soja transgénica resistentes al glifosato, que se incrementó desde 1997, y convirtió al país en el primer exportador de harina y aceite de soja y el tercer exportador de granos de soja del mundo.


CARTA ABIERTA DE LOS MEDICXS DE LOS PUEBLOS FUMIGADOS A LAS ENTIDADES AGROPECUARIAS

1º Encuentro Nacional de Medicos de Pueblos Fumigados.

Córdoba, 27 de agosto de 2010

Sr. Hugo Biolcatti, Presidente de Sociedad Rural Argentina

Sr. Mario Llambias, Presidente de Confederaciones Rurales Argentinas

Sr. Eduardo Buzzi, Presidente de Federación Agraria Argentina

Los miembros de los equipos de salud de los pueblos fumigados de Argentina, junto con los científicos, investigadores y académicos, reunidos en el 1 Encuentro Nacional de Medicxs de Pueblos Fumigados, concretado en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, nos sentimos en la imperiosa necesidad de dirigirnos a ustedes, en forma directa y publica para hacerles conocer que es muy grave la situación de la salud de las poblaciones de los pueblos fumigados en la Argentina y que esta se agrava día a día.

 

Y que los canceres y otras enfermedades severas son detectadas con más frecuencia ahora. Al igual que los abortos espontáneos, trastornos de fertilidad y nacimiento de hijos con malformaciones congénitas que encontramos con índices muy elevados. Y que los trastornos respiratorios, endocrinos, hematológicos, neurológicos y psíquicos son, también ahora, mucho más frecuentes en las poblaciones sistemáticamente fumigadas. Fumigadas porque comparten el mismo espacio geográfico que los cultivos agroindustriales y transgénicos que ustedes explotan.

En las 23 millones de ha. ocupadas por cultivos transgénicos viven, en o entre sus campos, 12 millones de compatriotas, ellos son nuestros pacientes y por lo tanto tenemos una enorme responsabilidad en el resguardo de su salud y en la defensa de sus derechos a la misma.

Queremos decirles a Uds., presidentes de las principales entidades agropecuarias, que sabemos que están fumigando 300 millones de litros de venenos sobre esta población, que lo hacen sin ningún tipo de control y que el negocio de los laboratorios multinacionales de agroquímicos esta desencadenado en la Argentina, por lo que cada vez utilizan más y más tóxicos por ha., de manera irracional.

Queremos decirles también que nosotros, los médicos y demás miembros de los equipos de salud, los investigadores, científicos y académicos que analizamos este problema, no creemos es más, estamos seguros que los crecientes padecimientos en la salud de los habitantes de los pueblos fumigados son generados por las fumigaciones que ustedes realizan. Y esta seguridad nos las da conocer como viene evolucionando la salud de nuestras comunidades y cotejarla con la creciente información científica, que destaca las evidencias disponibles con respecto al daño que genera la exposición de pesticidas a la salud en poblaciones susceptibles.

Queremos decirles que no tenemos ningún interés mezquino oculto, no tenemos ningún interés económico, ni político partidario, ni religioso, ni de ningún  otro tipo, que no sea el resguardo de la salud de nuestros pacientes, para decirles lo que aquí estamos afirmando y exortarlos a que PAREN DE FUMIGAR.

 

Por último, queremos decirles, que sabemos que están aprovechando una coyuntura internacional con precios en alza y demanda sostenida, pero sus ganancias no justifican los canceres de nuestros pacientes ni las malformaciones de nuestros hijos.-

 

 

A la Presidenta de la República Argentina: Dra. Cristina Fernández de Kirchner, a los habitantes de los Pueblos Fumigados de la Argentina, a todo el pueblo argentino:

Los miembros de los equipos de salud de los Pueblos Fumigados de la Argentina, junto con los científicos, investigadores y académicos, convocados por la Facultad de Ciencias Médicas en esta Universidad Nacional de Córdoba; al igual que los estudiantes de la Reforma Universitaria de 1918, nos sentimos en la obligación, nosotros también, de llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Por lo tanto decimos:

Que, como los propios habitantes de los Pueblos Fumigados vienen denunciando  desde hace varios años, es muy importante la agresión a la salud humana en las poblaciones de las localidades sometidas a fumigaciones constantes en la Argentina, y que la situación se agrava día a día.

Que enfermedades severas como canceres, abortos espontáneos, trastornos de la fertilidad y nacimiento de hijos con malformaciones congénitas se detectan ahora, con mucha mayor frecuencia. Que trastornos respiratorios, endocrinos, neurológicos, hematológicos y psíquicos son también mucho más frecuentes en las poblaciones sistemáticamente fumigadas a consecuencia del actual modelo de producción agroindustrial.

Que esta situación se comenzó a observar con la instrumentación de la práctica agro-productiva que incluye la utilización masiva de plaguicidas químicos.

Que la utilización de plaguicidas no deja de aumentar año a año, y que el aumento de su consumo creció en 14 años casi un 1000 por ciento.

Que los habitantes de los pueblos fumigados (12 millones de personas) reciben en forma directa las aspersiones con estos venenos, porque se realizan sobre sus viviendas por vía aérea o en forma terrestre hasta el limite mismo de sus casas y localidades.

Que el fenómeno que observamos se repite inexorablemente en todas las provincias donde se lleva adelante esta practica productiva.

 

Que los datos de investigaciones, publicados en revistas científicas internacionales arbitradas, en modelos experimentales con diversos plaguicidas, incluyendo glifosato, establecen una fuerte plausibilidad que explicaría la causalidad biológica de las manifestaciones clínicas que observamos en nuestros pacientes.

Que la revisión sistemática de los estudios clínicos y epidemiológicos de observación, bien construidos, genera evidencia que es suficientemente fuerte y consistente para reconocer que la exposición a plaguicidas aumenta el riesgo de afectar la salud humana a través de una amplia gama de situaciones de exposición a poblaciones vulnerables.

Que es urgente avanzar en las restricciones públicas al uso de los plaguicidas, y que dentro de pocos meses, en la presiembra de soja, se comenzara nuevamente a envenenar masivamente las poblaciones de los Pueblos Fumigados de la Argentina.

Que es necesario que se aplique el PRINCIPIO PRECAUTORIO establecido en la Ley General del Ambiente Nº 25.675, Art4º.-, que dice: Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente. 

Por lo que:

Requerimos de la Presidenta de la Nación, del Ministro de Salud y del Ministro del Interior que se proteja la salud y la vida de la población de los Pueblos Fumigados y se PROHIBA  inmediatamente las fumigaciones aéreas en todo el territorio nacional,  como ya se estableció en la Unión Europea, y se restrinjan las fumigaciones terrestres alejándolas del limite de las plantas urbanos de los pueblos.

 

 

Instamos al Congreso de la Nación a que trate y apruebe leyes que prohíban las fumigaciones aéreas en todo el país, se alejen las terrestres de las poblaciones y se consideren a las fumigaciones ilegales delitos que atentan contra la salud y el ambiente.

 

Convocamos a todas las Facultades de Medicina del país y a todas las Universidades Publicas a acompañarnos en la defensa del derecho a la vida, a la salud y al ambiente sano; a exigir que se tomen las medidas urgentes que reclamamos y; les solicitamos que estimulen  programas de investigación y extensión sobre este problema y desarrollen contenidos de salud ambiental en las distintas instancias educativas.

Creemos que  además de parar de fumigar, es preciso prohibir también la utilización de cualquier modo de plaguicidas de las clases toxicologicas I y II y poner en cuestionamiento el actual modelo de producción agroindustrial y transgénico y buscar sistemas que permitan la integración social y cultural y la defensa y reproducción de las condiciones ecológicas de nuestro medio ambiente.

 

Por ultimo, convocamos a todos los miembros de los equipos de salud en general, a los estudiantes, a los vecinos de los pueblos y a todos los que entiendan que en esta democracia necesitamos que se prioricen valores como la salud y el ambiente sobre los intereses económicos y comerciales de grandes empresas y grupos como Monsanto o los pools de siembra, a generar una corriente de opinión en defensa de las salud de los pueblos fumigados y a participar del Foro Argentino de Salud y Ambiente que queda constituido.-

Córdoba, 27 de Agosto de 2010

 

 

 

Notas en los medios:

 

 

SOCIEDAD › EL ENCUENTRO DE MEDICOS Y CIENTIFICOS SOBRE LOS AGROQUIMICOS TERMINO CON UN PEDIDO AL GOBIERNO

Un límite para las fumigaciones en el campo

Médicos, científicos e investigadores expusieron en Córdoba trabajos académicos que vinculan agroquímicos con cáncer, malformaciones y pérdidas de embarazos. En el documento final pidieron prohibir las fumigaciones aéreas y limitar las terrestres.

 

Por Darío Aranda

Desde Córdoba

Biólogos moleculares, genetistas, epidemiólogos y endocrinólogos, entre otras especialidades médicas, expusieron sus trabajos durante dos días en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y llegaron a una conclusión: “Existe evidencia (científica) que es suficientemente fuerte y consistente para reconocer que la exposición a plaguicidas aumenta el riesgo de afectar la salud humana”. Sucedió en el Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados, la primera vez que una universidad pública convoca a investigadores y académicos para abordar el uso de agroquímicos y el modelo agropecuario actual. Con investigaciones nacionales e internacionales, y con las historias clínicas de pacientes, reconocidos especialistas vincularon los agroquímicos con distintos tipos de cáncer, abortos espontáneos, malformaciones y trastornos de la fertilidad. Recordaron que en la Argentina se utilizan 300 millones de litros de agroquímicos por año y afectan a 12 millones de habitantes. Solicitaron al gobierno nacional que se prohíban las fumigaciones aéreas y se limiten las aspersiones terrestres, y pidieron la aplicación urgente del principio precautorio que figura en la ley: ante la posibilidad de perjuicio ambiental es necesario tomar medidas protectoras. Participaron especialistas de diez provincias y seis universidades nacionales.

Ya lo habían denunciado vecinos, campesinos, ONG, médicos rurales y algunos (pocos) científicos, de manera aislada. Incluso la Justicia comenzó a emitir fallos que reconocieron el peligro de los herbicidas y plaguicidas. Pero, de manera recurrente, empresarios rurales, compañías de semillas y químicos, y funcionarios suelen reclamar “pruebas” científicas. “Durante estos dos días disertaron profesionales de seis universidades públicas nacionales. No tenemos dudas, tenemos evidencia suficiente de lo perjudicial del uso de agrotóxicos”, afirmó al cierre del encuentro, el sábado último, Medardo Avila Vázquez, coordinador del encuentro y docente de la UNC.

El propio decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC, Gustavo Irico, abrió el foro el viernes por la mañana. “La universidad debe dar este debate, verificaremos hechos, analizaremos el grado de evidencia. Acá hay expertos en el tema, daremos una discusión que será esclarecedora”, adelantó. Le siguieron casi doce horas de disertaciones (hasta las 21). Y toda la mañana del sábado. Luego del mediodía, y ya con todas las ponencias brindadas, se escribió y consensuó un documento público.

“Equipos de salud, científicos, investigadores y académicos convocados por la UNC nos sentimos en la obligación de decir: es muy importante la agresión a la salud en las poblaciones sometidas a fumigaciones. La situación se agrava día a día (...) en las poblaciones sistemáticamente fumigadas a consecuencia del actual modelo de producción agroindustrial”, afirma el documento, firmado por un centenar de especialistas llegados al Primer Encuentro, avalado formalmente por la Facultad de Ciencias Médicas y coorganizado por dos cátedras (Medicina I y Determinantes sociales de la salud, de Pediatría).

Desde el inicio de las jornadas se remarcó que la universidad llegaba tarde a una problemática que desde hace más de una década es denunciada por poblaciones fumigadas. Se hizo autocrítica y también se explicitaron algunas de las posibles causas a esa ausencia. “Las grandes empresas centralizan y lucran con el 90 por ciento del conocimiento universitario, los ámbitos oficiales de ciencia y técnica abren la puerta al sector privado y limitan a los profesionales que buscan estudiar en beneficio de la sociedad. Es imperioso apoyar y fomentar tesis de maestría y doctorado sobre las consecuencias de los agroquímicos”, reclamó Eduardo Maturano, secretario general de la Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (Adiuc).

El jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Raúl Horacio Lucero, detalló historias clínicas de niños malformados que comenzaron a llegar a su consultorio en 1993. Exhibió radiografías de bebés sin dedos, chicas con brazos sin articulación, datos de fetos muertos, abortos espontáneos. “Todos provenían de parajes con uso masivo de agroquímicos. Todos. Tengo sus nombres, conozco su sufrimiento. ¿Cómo me pueden decir que ‘no hay pruebas’? Que traigan a sus esposas o hijas embarazadas y verán las pruebas irrefutables”, desafió.

Las estadísticas de Lucero muestran una directa relación entre el aumento de uso de agroquímicos en Chaco y casos de malformaciones, siempre en zonas con uso masivo de herbicidas y plaguicidas. En todos analizó la genética de los padres y confirmó que los cromosomas no presentaban problemas. “Sabíamos que los agroquímicos afectaban los genes, pero no teníamos la forma de realizar los estudios. Eso es lo que acaba de confirmar Andrés Carrasco (UBA-Conicet). Lamentablemente el tiempo nos dio la razón, la bomba de tiempo estalló, los afectados son miles y negarlo es criminal”, afirmó.

El pediatra y neonatólogo de Malabrigo (Santa Fe), Rodolfo Páramo, exhibió casos calcados a los del Chaco y resumió: “En toda zona sojera encontrarán los mismo. Es un modelo productivo que destruye la vida”, denunció y detalló la estadística de su pueblo: en un solo año, sobre 220 nacimientos se registraron doce malformaciones, “muy por arriba de la media mundial, de un caso cada 8000 nacidos”. El médico contó que se graduó en la Universidad de Córdoba y recordó una de las primeras lecciones que aprendió: “Si el médico encuentra algo que daña a la salud, es su obligación ética y moral alertar lo que está sucediendo, advertir a las autoridades y a la población. Me lo enseñó la universidad pública de Argentina, no entiendo a los que silencian”. Sobrevino una ovación del auditorio, con gran presencia estudiantil.

Le sucedieron investigaciones, la gran mayoría publicadas en revistas internacionales –como solicitan quienes minimizan las denuncias de los afectados–. La directora de Epidemiología Ambiental del Cáncer de la UNC, María del Pilar Díaz, explicó sus avances de investigación, detalló un monitoreo internacional sobre el tema y dio cuenta de sus dos últimas publicaciones, que vinculan plaguicidas y cáncer. La delegada del Ministerio de Salud en el Chaco, Analía Otaño, detalló que en la última década los casos de cáncer en niños se triplicaron y las malformaciones en recién nacidos aumentaron 400 por ciento. El científico de la UBA y del Conicet Andrés Carrasco (que acaba de publicar en una revista científica internacional su trabajo sobre el efecto del glifosato en embriones anfibios) cerró el encuentro.

Otra decena de especialistas detallaron sus trabajos (de las universidades de Río Cuarto, Litoral, Rosario y UBA). Todos vinculan y alertan sobre los efectos sanitarios de los agroquímicos. Todos poseen trabajos a disposición de colegas y medios de comunicación.

 

“Es urgente avanzar en las restricciones públicas al uso de los plaguicidas (...) es necesario aplicar el principio precautorio”, reclama el documento de los investigadores, y pide a la Presidenta y al Ministerio de Salud que prohíban las fumigaciones aéreas (“como ya se estableció en la Unión Europea”) y limiten las terrestres. Insta al Congreso a que apruebe leyes, hace un llamado al resto de las universidades nacionales a comprometerse a proteger la salud y el ambiente, e impulsa a analizar críticamente “el actual modelo de producción agroindustrial y transgénico, y buscar sistemas que permitan la integración social y el cuidado ambiental”. Quedó conformada una red de investigadores y acordado un próximo encuentro, en marzo del 2011, en la Universidad Nacional de Rosario.

 

 

 

 

Descubren daños genéticos en personas expuestas a plaguicidas

Son investigadores de la UNRC. Llevaron los primeros resultados a un congreso médico en Córdoba.

Un equipo de investigación de la UNRC encontró que las personas en contacto con agroquímicos tienen mayores valores de daño genético que la población general. Los investigadores locales presentaron el trabajo en el marco del Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, que se realizó este fin de semana en la Universidad Nacional de Córdoba.

El proyecto de investigación se denomina “Biomonitoreo Genotóxico de Poblaciones Humanas y Animales Silvestres Expuestas a Plaguicidas”.
Delia Aiassa, su directora, dio a PUNTAL algunas precisiones sobre los primeros resultados del trabajo que fue presentado el viernes en la capital provincial.

“Los estudios sobre el daño genético que produce el glifosato en animales de experimentación así como en cultivo de tejido humano muestran que tiene la capacidad de producir efectos adversos sobre el material hereditario”, señaló Aiassa.

El trabajo determinó que las personas estudiadas que tienen contacto con plaguicidas, “presentan mayor número de alteraciones en su material genético; esto se manifiesta como mayor número de alteraciones en los cromosomas, mayor número de micronúcleos y mayor cantidad de fragmentos en el ADN”.

Asimismo, la investigadora explicó que estas alteraciones pueden conducir a un amplio espectro de enfermedades. “Un aumento en el daño del material hereditario puede traducirse como un riesgo aumentado a padecer enfermedades o diferentes efectos”.

La directora de la investigación enumeró los posibles efectos que pueden observarse tras la exposición aguda, a grandes cantidades en períodos breves, entre otros: alteraciones neurológicas (temblores musculares, excitación, depresión, convulsiones), respiratorias (dificultad respiratoria, broncoespasmos, sibilancias), digestivas (diarreas, vómitos), cardiovasculares (bradicardia, hipotensión, arritmias).

Aiassa explicó además que hay otros efectos que “suelen pasar desapercibidos relacionados a la exposición crónica, a pequeñas cantidades de la sustancia como: cambios de conducta, reacciones alérgicas, trastornos reproductivos (infertilidad, abortos a repetición), desarrollo de tumores (cáncer), muchos de ellos relacionados al efectos de los agroquímicos sobre el material genético”.

El único estudio en Córdoba

El de la UNRC es el único equipo de investigación avocado al estudio del efecto tóxico sobre el material hereditario de sustancias químicas, en especial plaguicidas, en la provincia de Córdoba.

El proyecto de investigación se denomina “Biomonitoreo Genotóxico de Poblaciones Humanas y Animales Silvestres Expuestas a Plaguicidas”, comenzó a ejecutarse en 2006 y se prolonga hasta hoy, financiado primero por la Provincia y luego por la universidad.

Se estudiaron poblaciones rurales de las zonas de Las Vertientes, Saira, Alcira Gigena, Rodeo Viejo, Marcos Juárez y alrededores de la Ciudad de Río Cuarto.

En cada zona se trabaja con una muestra poblacional aleatoria integrada por 10 a 30 personas expuestas, e igual cantidad de personas sin exposición a plaguicidas.

El grupo de investigación está integrado por la doctora Delia Aiassa (directora), el doctor Fernando Mañas, la licenciada Beatriz Bosch, la veterinaria Laura Peralta, la licenciada Natalia Gentile, el abogado Sergio Bevilacqua, y el estudiante de Derecho Joaquín Gomez Miralles, bajo el asesoramiento de la doctora Nora Gorla.

“No existe una legislación integral en materia de agroquímicos”

El estudio de los investigadores de la UNRC es multidisciplinario. De ahí que otro de los aspectos estudiados es la legislación en materia de agroquímicos. En este sentido, el trabajo advierte que “no existe una ley nacional que regule de manera integral el uso y la aplicación de agroquímicos”.

El análisis corrobora que hay “un cúmulo normativo que regula la materia ambiental, entre ellas la Ley General de Ambiente, la Ley de residuos peligrosos y otras que son aplicables por analogía a esta temática”. Así lo manifestó la doctora Delia Aiassa.

Pero por otro lado señala serias falencias en las  normas. “Para Córdoba, la Ley 9164 presenta grandes lagunas normativas, sobre todo respecto a los cuidados que deben tener los aplicadores para con la salud y el ambiente”, advierte Aiassa.

En otro orden de cosas, el estudio del equipo de investigadores detectó un gran descuido en el manejo de agroquímicos. “En líneas generales podemos concluir que: en las poblaciones estudiadas existe un desconocimiento sobre los plaguicidas, su uso, sus efectos sobre la salud humana y del ambiente, y la normativa aplicable a los mismos”, reza el documento del trabajo.

La investigación considera importante contar con diagnósticos tempranos de los efectos de los plaguicidas para “intervenir desde la educación e, incluso, desde la proposición de reformas legislativas, en defensa y beneficio de la salud humana y ambiental”.

En este sentido, el proyecto de investigación contempla el diseño de acciones de concientización y sensibilización, apuntados a generar conductas más cuidadosas en el manejo de agroquímicos.

La doctora Delia Aiassa, directora del programa de investigación de la universidad, sostuvo: “A partir de la información obtenida se instrumentan estrategias de intervención educativa a través de talleres y material de divulgación para posibilitar la introducción de cambios en la manipulación de plaguicidas y contribuir al cuidado de la salud humana y ambiental.

 

 

 

 

Piden a la Nación que prohíba la fumigación aérea

También solicitan que se restrinja la aplicación terrestre. Los equipos médicos de Pueblos Fumigados enviaron una carta a Cristina Fernández.

  • 29.08.2010 , por Redacción LAVOZ

 

Los equipos de salud de Pueblos Fumigados de la Argentina, junto a otros científicos y académicos le solicitarán a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, que prohíba la fumigación aérea en todo el país y que restrinja la fumigación terrestre en las zonas aledañas a los centros urbanos.

El pedido formal se realizó a través de un comunicado en el que se argumenta que los pueblos fumigados vienen denunciando desde hace años una "importante agresión a la salud humana en las localidades sometidas a fumigaciones constantes en la Argentina, y que la situación se agrava día a día".

El texto agrega que en estos pueblos se están detectando como mayor frecuencia "enfermedades severas como cánceres, abortos espontáneos, trastornos de la fertilidad y nacimiento de hijos con malformaciones congénitas".

A su vez, "los trastornos respiratorios, endocrinos, neurológicos, hematológicos y psíquicos son también mucho más frecuentes en las poblaciones sistemáticamente fumigadas", señala el texto.

Destaca como datos cuantitativos que el consumo de plaguicidas creció un mil por ciento en los últimos 14 años y que en la actualidad unas 12 millones de personas se encuentran expuestas a las fumigaciones en el país.

Entre las pruebas señalan que "investigaciones y publicadas en revistas científicas internacionales arbitradas, en modelos experimentales con diversos plaguicidas, incluyendo glifosato, establecen una fuerte plausibilidad que explicaría la causalidad biológica de las manifestaciones clínicas de los pacientes".

Carta a los ruralistas. Además, los equipos médicos de Pueblos Fumigados le enviaron una carta a las entidades agropecuarias en la que las exhortan a terminar con las fumigaciones. "Queremos decirles que no tenemos ningún interés mezquino oculto, ni económico, ni político partidario, ni de ningún otro tipo, que no sea el resguardo de la salud de nuestros pacientes", dice el texto.

 

Se triplicaron casos de malformaciones

Los datos surgen de un estudio realizado en la Maternidad Nacional de Córdoba entre 1971 y 2003. Los vinculan con la exposición materna a agroquímicos.

  • 29.08.2010 , por Marcela Fernández

Los bebés nacidos con malformaciones congénitas severas en la Maternidad Nacional de Córdoba aumentaron entre dos y tres veces entre 1971 y 2003.

 

La reveladora estadística surge de un estudio realizado por la genetista Gladys Trombotto, presentado ayer en el Primer Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, que se realizó en Córdoba, organizado por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional.

El incremento (que es estadísticamente significativo) se vincularía a la exposición a agroquímicos, según explicó la genetista, ya que el estudio descartó que las malformaciones estuvieran relacionadas con otro tipo de antecedentes biológicos y médicos de las madres.

En los 31 años que abarcó el estudio, nacieron en la Maternidad Nacional 111 mil bebés, de los cuales 2.269 padecían malformaciones congénitas mayores, divididas en ocho grupos: cardiopatías congénitas; anomalías genitourinarias, gastrointestinales, epidérmicas, craneofaciales, músculo-esqueléticas y del sistema nervioso central, y síndrome de Down.

El estudio sólo tomó en cuenta a los niños nacidos en el hospital universitario y no a los que fueron derivados al lugar. También dejó de lado los fetos muertos malformados, así como bebés nacidos con malformaciones leves. Todos los tipos de malformaciones, con la sola excepción de las craneofaciales, se incrementaron entre dos y tres veces entre la década de 1970 y la de 2000, según precisó Trombotto.

"Me di cuenta de que algo pasaba y me puse a investigar", dijo la genetista, que cruzó los datos de los bebés nacidos con malformaciones con obesidad, diabetes, hipertensión arterial, disfunción tiroidea, hipertermia, epilepsia, Chagas, toxoplasmosis, tuberculosis, rubéola, gripe y edad materna, sin que se hallaran correlaciones significativas.

"La tendencia seguía en aumento y no aparecía ningún factor que lo explicara, hasta que en la bibliografía surgió que en Chile estaba pasando lo mismo, en particular en la Sexta Región, donde había un alto uso de agroquímicos", dijo. "Ahí, en el Hospital Regional de Rancagua, la tasa de malformaciones llegaba al 4,1 por mil, mientras que la global era 0,19 por mil".

La genetista precisó que investigaciones en numerosos países confirmaron el riesgo aumentado de tener bebés con malformaciones en mujeres expuestas a agroquímicos. "En España se determinó un riesgo cuatro veces mayor; en Nayarit, México, un riesgo tres veces mayor, y en California, Estados Unidos, un estudio halló cuatro veces más riesgo de tener hijos con cardiopatías congénitas en madres expuestas a agrotóxicos", dijo.

La investigación de Trombotto incluyó también la georreferencia en la ciudad de Córdoba. "Y si bien nuestra demanda proviene en gran medida de barrios cercanos a la Maternidad Nacional, y eso se manifiesta en el estudio, aparecen casos en barrio Ituzaingó y también concentración de casos en áreas cercanas a quintas y campos", indicó.

En la misma línea, la genetista mencionó la situación de Misiones, donde se presenta una cantidad inusualmente elevada de niños con defectos del tubo neural (mielomeningocele), que luego fue motivo de una presentación por parte del jefe de Cirugía Infantil del Hospital de Pediatría de Posadas, Hugo Gómez Demaio. "Allá encontramos que con 400 mil habitantes, teníamos más bebés con ese defecto que en Buenos Aires, con 10 millones", dijo Demaio, quien precisó que la tasa de mielomeningocele es en Misiones 7,2 por mil nacidos vivos, entre cinco y seis veces superior a la hallada en la población general.

"Y al empezar a poner alfileres en los lugares donde habían sido gestados esos bebés, lo primero que vimos es que todos habían sido gestados en zonas de uso masivo de agroquímicos".

Toxicidad en el ADN

Otro ejemplo del impacto de los agroquímicos sobre la salud en poblaciones cordobesas fue el presentado por investigadores de las facultades de Agronomía y Veterinaria, Ciencias Exactas y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Río Cuarto. La investigación se desarrolló en localidades del sur de la provincia y halló toxicidad en el material genético de pobladores expuestos a agroquímicos.

En todos los casos descriptos por los investigadores, hubo diferencias estadísticamente significativas en los marcadores de toxicidad a nivel genético entre las personas expuestas a agroquímicos y los grupos de referencia (no expuestos).

La genotoxicidad se da cuando un agente ocasiona daño en el ADN y en otros blancos celulares que controlan la integridad del material genético, explicó Fernando Mañas Torres.

El científico precisó que cuando el daño se produce sobre las células somáticas, puede aparecer cáncer o efectos teratógenicos (malformaciones) durante la gestación, en tanto que si impacta en las células germinales, puede haber problemas reproductivos (esterilidad, abortos espontáneos, etcétera).

Los estudios realizados para determinar la genotoxicidad fueron tres: ensayo de aberración cromosómica, ensayo de micronúcleos y ensayo cometa (el más sensible, que permite detectar y cuantificar el daño en las cadenas de ADN).

"Desde 2005, un equipo integrado por biólogos, microbiólogos y veterinarios trabaja en el monitoreo de poblaciones humanas y animales expuestas a plaguicidas en la zona de Río Cuarto", precisó la investigadora Delia Aliassa.

El estudio se basó en un relevamiento domiciliario y tres estudios de genotoxicidad (ensayo de aberración cromosómica, ensayo de micronúcleos y ensayo cometa) que se llevaron adelante en Río de los Sauces, Las Vertientes, Marcos Juárez, Gigena y Saira, entre otros pueblos.

En todos los casos, las poblaciones expuestas a agroquímicos estudiadas mostraron genotoxicidad en los ensayos de micronúcleos y cometa, y en algún caso, también en aberraciones cromosómicas.

En forma paralela, los relevamientos domiciliarios mostraron asimismo datos significativos. En Río de los Sauces, sobre 146 personas, el 34 por ciento manifestó que se fumigaba cerca del domicilio (a menos de 50 metros); el 35 por ciento reportó casos de intoxicación, el 83 por ciento de los cuales ocurrió en agroaplicadores; el 47 por ciento reportó casos de alergia y asma y el 12 por ciento, casos de cáncer.

En Las Vertientes, donde se relevó al total de la población (571 personas en 166 hogares), las cifras fueron similares, a lo que se agregó que el 19 por ciento de las mujeres refirió abortos espontáneos y problemas de infertilidad. Además, 82 por ciento advirtió una disminución en la cantidad de animales silvestres y vegetación.

 

Relacionan al glifosato con deformaciones animales

El glifosato, en concentraciones mínimas, causa malformaciones en embriones de anfibios y pollos.

  • 29.08.2010 , por Redacción LAVOZ

Estos efectos serían extrapolables a los seres humanos. Así se afirma en una investigación que llevó adelante durante 30 meses el jefe de Embriología Molecular de la Universidad Nacional de Buenos Aires e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Andrés Carrasco. Se publicó este mes en la revista científica Chemical Research in Toxicology y fue presentada ayer por su autor en Córdoba en el Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados.

Para empezar, el investigador explicó que todos los vertebrados comparten "un programa común de desarrollo embriológico que data de millones de años", por lo cual los experimentos en pollos o anfibios pueden ser extrapolados a los seres humanos.

En el estudio se expusieron embriones de anfibios a una concentración de glifosato mucho menor a la usada en agricultura (1/5 mil) mezclada con solución salina, en tanto que a otros embriones de dos células, se aplicó una microinyección del pesticida (1/200 mil) a una sola de las células para tener la mitad del embrión afectada, y la otra no (control).

Luego se seleccionó un grupo de genes como marcadores, para ver si había alteraciones. Los resultados: en el 80 por ciento de los embriones hubo alteraciones, como microoftalmia (ojos más pequeños), microcefalia (cabezas más chicas y deformadas), ciclopía (un solo ojo al medio), deformación de cartílagos faciales y craneales y alteraciones cardíacas y diafragmáticas, en las que no se profundizó. En el estudio se alerta que los resultados "son compatibles con las malformaciones observadas en seres humanos expuestos a glifosato durante la gestación".

 

 

Vinculan cáncer al uso de agroquímicos

Hoy culmina en Córdoba el Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados. Ya se presentaron varios estudios que desnudan los efectos de algunas sustancias en la salud de la población.

  • 28.08.2010 , por Redacción LAVOZ

 

Con la participación de médicos e investigadores de distintos puntos del país y una amplia concurrencia que obligó a cambiar el lugar previsto en un comienzo para la reunión por el salón de actos del Pabellón Argentina de la Ciudad Universitaria, ayer arrancó en Córdoba el Primer Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, organizado por dos cátedras de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba.

A partir de cuatro ejes temáticos, "agroquímicos y salud", "agroquímicos y cáncer", "malformaciones congénitas y plaguicidas", y "sistema de producción agraria y sus alternativas", ayer a la mañana comenzaron a sucederse exposiciones en las que el lugar común fue la vinculación entre las fumigaciones cada vez más extendidas con la ampliación de la frontera agrícola, y su impacto en la salud de las comunidades rurales y, en particular, de los niños.

Entre las presentaciones más contundentes se contó la de Analía Otaño, médica chaqueña integrante de la Red Salud Popular Ramón Carrillo. Otaño integró una comisión investigadora conformada en el Ministerio de Salud del Chaco, que determinó que entre 1991 y 2007 se duplicaron los casos de cáncer infantil, que treparon de ocho cada 100 mil a 15,7 cada cien mil. No obstante Otaño advirtió que a esta cifra "se le escapa" un 25 por ciento del total de casos que van a atenderse a Buenos Aires y no se incluyen en la estadística provincial de hospitales pediátricos.

 

Pero la médica indicó además que en el caso de La Leonesa, localidad ubicada en el departamento Bermejo, donde crece el cultivo del arroz, "que no sólo fumiga, sino que desagota sus desechos en la laguna de donde se toma el agua para beber, se triplica la media de casos en cáncer infantil". Según los datos presentados por Otaño, mientras en 1991 allí había un caso de cáncer infantil cada 60 meses, en el 2007 ya aparecía uno cada 20 meses.

En el caso de las malformaciones congénitas, la médica chaqueña informó que pasaron de 19,1 por 10 mil en 1991 a 85 por 10 mil en 2008. "Pero esta cifras no registran las malformaciones en fetos muertos", puntualizó, a la vez que destacó que en seis localidades del Chaco entre el 80 y ciento por ciento de las muertes infantiles se vinculan a malformaciones.

 

 

 

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