Crónica de un final anunciado. Editorial de Humberto Tumini.

Por Humberto Tumini / Nacional agosto 31, 2019 20:30

Crónica de un final anunciado. Editorial de Humberto Tumini.

Editorial – 31 de Agosto del 2019

Últimos momentos del gobierno de Mauricio Macri

CRONICA DE UN FINAL ANUNCIADO

El país se hunde en el final del gobierno de Cambiemos, una vez mas, en profunda crisis económica. Con el dólar y la inflación por las nubes, durísimo impacto sobre la actividad productiva, el empleo y los ingresos de las mayorías populares. Por ende, angustia creciente en millones de hogares.

Parece que la mala suerte nos persigue a los argentinos. Pero no se debe a los avatares del destino que nos encontremos nuevamente en esta situación. En concreto, era el predecible final de un gobierno de derecha que había renovado las caras y en alguna medida las formas, pero que venía con el mismo proyecto bajo el brazo que han impulsado por mas de 4 décadas los ricos y poderosos.

Al respecto, a poco de haber llegado el hijo de Franco a la Rosada, esto escribimos:

“Para desgracia de nuestro país y su gente, es la tercera vez que esto -que vuelva la derecha- sucede en los últimos cuarenta años. Primero vinieron los militares con el golpe del 24 de marzo de 1976, luego Menem en 1989, ahora Mauricio Macri. Así como desde Roca en adelante, la oligarquía terrateniente junto a Gran Bretaña modelaron durante décadas nuestra nación en función de sus intereses, en estas tres oleadas de nuestra historia reciente los sectores locales mas poderosos (diversificados económicamente entre el campo, la industria, los servicios y las finanzas) aliados a grandes bancos extranjeros, multinacionales diversas y en particular a los EEUU, han buscado y buscan diseñarlo en función de los suyos. Las consecuencias de ello están a la vista.

El rasgo principal que une a estos tres gobiernos de la derecha (Dictadura, Menem y ahora Macri), no es solo que se asientan en lo fundamental en los mismos sectores de poder mencionados, sino que además adhieren ideológicamente al credo neoliberal. Este, que surgió a nivel mundial allá por principios de los años ochenta con Ronald Reagan y Margaret Thatcher y fue entusiastamente incorporado por los grupos dominantes en nuestras naciones, tiene diversas características que lo identifican.

Es en esencia un modelo de agresivo traslado de ingresos de las mayorías menos pudientes (pobres, trabajadores, clases medias) a los que mas tienen; incluyendo entre estos a las empresas y bancos extranjeros que se llevan gran parte de esos recursos al exterior. Es la famosa teoría de que primero hay que llenar la copa de los ricos, para que luego rebalse y llegue así al resto de la sociedad. Cuestión que luego, por cierto, nunca se verifica.

Las explicaciones teóricas que guían luego las acciones que -en concreto- llevan a ese traslado de dinero de los que menos a los que mas tienen, son diversas: a) que el mercado (o sea, los grandes monopolios en la actualidad) es el que debe manejar la economía y asignar los recursos; b) que por tanto hay que achicar el Estado, privatizar sus empresas, algunas de sus funciones y limitar su capacidad de intervención; c) que hay que liberar el sector externo para hacer competitiva nuestra producción y, junto con ello, permitir el libre ingreso de capitales del exterior; d) que se debe aumentar las ganancias de los empresarios porque son los que van a invertir, y para ello hay que reducirles impuestos y bajarles el costo de la mano de obra; e) que la salud y la educación pública son ineficientes y un gasto excesivo para el Estado, que por ende hay que promoverlas en el ámbito privado; d) que el sistema previsional de reparto es insustentable en el tiempo y que se debe ir a uno de capitalización individual, si es posible privado, que libere recursos para la inversión. Y así sucesivamente.

Por supuesto que parte inherente e inseparable de dichas políticas, es el concepto de que la población afectada por las mismas debe aceptarlas calladamente. En caso de no ser así, habrá represión y mano dura para el que proteste.

Las consecuencias del neoliberalismo las conocemos, las vivimos en carne propia los argentinos en el pasado reciente con Videla y Martínez de Hoz primero, también con Menem-De la Rúa y Cavallo. Destrucción de la industria nacional, saqueo de los recursos naturales, desempleo por la destrucción de puestos de trabajo, expansión de la pobreza a niveles no conocidos por estas tierras, crecimiento exponencial de la inseguridad producto de todo aquello, ampliación enorme de las disparidades sociales con grave afectación de las clases medias, retrocesos visibles en la salud y la educación pública, tremendo endeudamiento externo que pesó como una losa sobre el crecimiento de nuestra economía.” (9/7/2016 - Con Macri se viene la tercera ola neoliberal)

Cualquier parecido de la realidad en estos momentos con el párrafo anterior por cierto no es mera casualidad. FMI incluido.

No obstante debemos también decir que los tres intentos de la derecha, desde 1976 a a este en curso han terminado en derrotas para ellos; aunque gravísimos daños le han causado a la nación. No es sencillo someter a este pueblo.
Ahora el gran desafío para el próximo gobierno es poder darle a nuestra patria un rumbo distinto, de desarrollo económico sustentable, de mayor igualdad, justicia social y mejor democracia. Algo que no se logró, en definitiva, en su momento, con Alfonsín ni posteriormente con el kirchnerismo.

No será fácil ni rápido ya que dejarán como en el 2001 tierra arrasada. Pero con amplitud de convocatoria a las fuerzas nacionales, paciencia y al mismo tiempo firmeza en el rumbo, como así también espíritu patriótico, esta vez puede ser distinta la historia.

Humberto Tumini
Presidente de Libres del Sur


Por Humberto Tumini / Nacional agosto 31, 2019 20:30